Los gestores de fondos lo reconocen abiertamente: la inversión sostenible ha mostrado su fortaleza durante la crisis del COVID-19. Derek Deutsch, CFA y cogestor del fondo Legg Mason ClearBridge US Equity Sustainability Leaders, es una de esas voces que insisten en ello: “En general, las inversiones centradas en la sostenibilidad batieron al mercado durante las ventas masivas en 2020 y han aprovechado bien el repunte posterior”. En esta entrevista con Funds Society, Deutsch explica cómo ha enfrentado el este evento de mercado desde su fondo.
Pregunta: ¿Cuál es su valoración sobre cómo se está comportando la inversión sostenible en este 2020 y frente a todo lo que ha supuesto el COVID-19?
Respuesta: Sin duda alguna, la pandemia del COVID-19 propició el entorno de mercado más volátil que hayamos experimentado desde el lanzamiento de la estrategia en 2015 y, atendiendo a numerosas variables, el periodo más turbulento desde la Gran Depresión. En general, las inversiones centradas en la sostenibilidad batieron al mercado durante las ventas masivas en 2020 y han aprovechado bien el repunte posterior. Son noticias alentadoras en cierto modo para los inversores centrados en factores ESG, pero siempre tratamos de adoptar una visión a largo plazo, y no hemos modificado nuestro argumento de que las empresas de alta calidad con destacadas características ESG representan inversiones adecuadas a largo plazo, además de la posibilidad de ejercer un impacto positivo en el mundo en que vivimos.
P: Ante este evento, ¿cuál es el enfoque que mantiene en su fondo?
R: Mantenemos una orientación de calidad hacia empresas con balances sólidos, elevadas rentabilidades sobre el capital invertido, flujos de caja sostenibles y perfiles líderes en ESG. Esta orientación se comportó más o menos como esperábamos durante el desplome generado por el COVID-19 en marzo. Por ejemplo, las compañías de atención médica han desempeñado un papel fundamental en la solución a la pandemia del COVID-19. También nos complace comprobar que muchas de nuestras participaciones están adoptando medidas activas de apoyo a los grupos de interés durante la crisis. Algunas de las empresas de nuestra cartera están mostrando un comportamiento ejemplar en su respaldo tanto a los empleados como a sus comunidades de clientes.
P: ¿Qué cree que ocurrirá ahora? ¿Toda la inversión será a partir de ahora sostenible? ¿o simplemente veremos como el factor medioambiental y social toman más fuerza?
R: El COVID-19 recuerda a los inversores el papel que las empresas cotizadas pueden tener a la hora de lograr objetivos sociales. Las compañías de atención sanitaria están en primera línea en la respuesta a una pandemia, pero hay muchas formas de ejercer un impacto social positivo a través de firmas cotizadas; por ejemplo, mediante su alcance. Un ejemplo interesante es el de las empresas financieras. Dado que muchas de ellas cuentan con enormes plantillas, unas prácticas de sostenibilidad sólidas pueden tener un gran efecto.
P: El factor de la gobernanza suele ser el más complicado de materializar. ¿Podéis explicarnos cuál es vuestro enfoque como active owner? ¿Esto es algo que comprenda el inversor y que valore o busque cuando invierte?
R: El enfoque de ClearBridge como accionista activo incide en el compromiso, que es importante para abordar cuestiones de gobierno corporativo como la remuneración de los ejecutivos y la diversidad de género en la dirección y los consejos de administración. Dado que, a menudo, poseemos participaciones elevadas y un enfoque a largo plazo en nuestras inversiones, podemos mantener un diálogo significativo con la dirección sobre cuestiones de gobierno corporativo, así como otros temas, durante un periodo de tiempo prolongado. Lo enfocamos desde la perspectiva de la colaboración con las empresas en cartera. Nuestro objetivo común es mejorar la rentabilidad fundamental de la renta variable al tiempo que ejercemos un impacto positivo en la sociedad.
P: Con la vista puesta en el futuro: ¿hacia dónde cree que evolucionará la inversión sostenible?
R: Mientras que las grandes empresas tienden a contar con programas de sostenibilidad más desarrollados por su madurez y por contar con unos recursos más elevados, las pequeñas y medianas empresas son la próxima generación de la innovación en términos de sostenibilidad. Para los inversores en estrategias de gestión activa esto implica dos cosas: la primera es que el compromiso directo y la creación de relaciones son fundamentales para forjarse una opinión informada sobre el perfil ESG de la empresa y, en última instancia, una opinión de inversión sobre esta. También requiere que adoptemos una posición de asesoramiento y contribuyamos a dar forma a los actores líderes del ESG del mañana. Además, creemos que el ESG es el futuro de la inversión y que, con el tiempo, la distinción entre los factores ESG y la inversión estándar dejará de existir. Tal vez ese momento llegue cuando las pequeñas empresas del presente se conviertan en los líderes de la sostenibilidad del futuro.
P: ¿Qué papel puede jugar este tipo de inversión y fondos con el que gestionan en la etapa de recuperación económica que vendrá después de esta crisis sanitaria?
R: Una estrategia como la del fondo Legg Mason ClearBridge US Equity Sustainability Leaders puede desempeñar un papel positivo mediante la asignación de capital a las mejores empresas de su clase, que están haciendo frente a la crisis sanitaria sin perder de vista a todos los grupos de interés. Además, al promover buenas prácticas entre las empresas participadas, ClearBridge puede ayudarlas a tomar decisiones que esperamos que les permitan capear la crisis y prosperar en la recuperación.
P: Podría contarnos, a grandes rasgos, qué sectores incluyen en su cartera, qué tipo de compañías y si ha cambiado algo en su cartera raíz de la crisis del COVID-19
R: El fondo Legg Mason ClearBridge US Equity Sustainability Leaders presenta una cartera ampliamente diversificada que integra un exhaustivo análisis financiero y ESG para identificar e invertir en empresas destacadas, o líderes en ciernes, en el plano de la sostenibilidad. Como norma, no podemos tener exposición al sector energético tradicional y se considera una estrategia con bajas emisiones de carbono. Nuestras mayores participaciones sectoriales absolutas se concentran en tecnologías de la información (TI) y atención sanitaria. Además de la generación de energía limpia, la mejora de la salud es una temática de impacto clave en la cartera. En la atención sanitaria tendemos a centrarnos en las empresas que fomentan la innovación en los medicamentos, atienden las necesidades médicas no cubiertas, aumentan la seguridad de los pacientes y amplían la cobertura de atención sanitaria. Mantenemos una orientación de calidad hacia empresas con balances sólidos, elevadas rentabilidades sobre el capital invertido, flujos de caja sostenibles y destacados perfiles ESG. Ante las ventas masivas registradas en el mercado a causa de la propagación del COVID-19 en Occidente, salimos de algunas empresas con una exposición más cíclica.