La semana ha comenzado de forma frenética. Tras un día de caídas generalizadas en las bolsas mundiales, pero también en materias primas y renta fija, y de registrarse movimientos significativos en las principales divisas -en especial las latinoamericanas-, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) convocó una reunión extraordinaria a puerta cerrada. Además, Donald Trump, presidente de EE.UU., amenazó a China con un impuesto adicional del 50% si no retira sus aranceles del 34% de represalia, y por su parte, la Unión Europea ha ofrecido a Trump aranceles del 0% a los productos industriales.
Volatilidad, caídas e incertidumbre se mezclaron en un solo día, pero tranquilidad. Hoy ha salido el sol de nuevo y la palabra que más se repite es “negociación”. “La sesión de hoy abre con optimismo ante el tono conciliador de las autoridades estadounidenses con el país del sol naciente. En Europa, la cumbre de ministros de Comercio del lunes quedó en una tibia respuesta de intenciones y con propuestas para negociar con Estados Unidos. Por su lado, China, consciente de que es el principal rival económico, mantiene firme su postura de aumentar en 34% los aranceles a productos estadounidenses desde el 10 de abril, a pesar de las amenazas de Estados Unidos”, explican los analistas de Banca March en su informe diario.
Según los expertos, toda la atención se centra ahora en la capacidad de negociar de los países para limitar el impacto de los aranceles. “Las negociaciones sobre acuerdos comerciales podrían ser complicadas e incluir represalias y aranceles adicionales, pero en última instancia culminarán en acuerdos con menores barreras comerciales que las anunciadas la semana pasada”, apunta David Kohl, economista jefe de Julius Baer. A juicio de Aline Goupil-Raguénès, estratega de Ostrum AM (Natixis IM), “es poco probable que estos aranceles se reduzcan rápidamente, ya que Donald Trump parece decidido a mantenerlos altos el tiempo suficiente para alentar a los inversores extranjeros a invertir en los Estados Unidos”.
Trump, los aranceles y la Fed
Andy Chorlton, CIO de renta fija en M&G Investments, recuerda que la incógnita de todo esta política arancelaria es el impacto que tendrá sobre la inflación, lo cual afecta directamente a la Fed. Según Chorlton, el mejor ejemplo lo tenemos en los comentarios del presidente de la Fed a principios de abril, en los que afirmaba que consideraba que el impacto sobre la inflación de cualquier aumento en los aranceles sería transitorio, es decir, un salto puntual en los precios. “Tan solo unos días después, el viernes, reconoció que el impacto de los aranceles tanto en la inflación como en el empleo es incierto, y que está adoptando un enfoque de esperar y observar. Con tanta incertidumbre sobre el panorama final de los aranceles, queda clara la determinación de la Fed de combatir cualquier aumento en las expectativas de inflación. Conviene recordar que su mandato comúnmente conocido como el ‘mandato dual’, se refiere al empleo y a la inflación, y no a la estabilidad o subida de los mercados bursátiles. No obstante, los inversores sienten claramente que el riesgo para el crecimiento es tal que este mandato podría verse puesto a prueba, y el mercado ahora espera cinco recortes de tipos de interés por parte de la Fed en 2025”, añade la experta de M&G.
Qué hacer con las carteras
El último comentario semanal sobre los mercados del BlackRock Investment Institute apunta que los activos de riesgo recibirán una mayor presión a corto plazo en vista de la importante escalada de las tensiones comerciales mundiales. Por ello, la gestora ha recortado su horizonte táctico a corto plazo y reducido la asunción de riesgo. “El brusco incremento de las tensiones comerciales mundiales y la extrema incertidumbre en torno a la política comercial han desencadenado liquidaciones generalizadas de activos de riesgo. No está claro si la incertidumbre empañará las perspectivas de forma temporal o prolongada, por lo que optamos por reducir nuestro horizonte táctico a tres meses. Esto significa dar más peso a nuestra opinión inicial de que los activos de riesgo podrían sufrir más presiones a corto plazo. Por ahora, reducimos la exposición a la renta variable y asignamos más a deuda del Tesoro estadounidense a corto plazo, que podría beneficiarse del deseo de los inversores de buscar refugio frente a la volatilidad”, señalan desde BlackRock.
En opinión de Michael Walsh, estratega de Soluciones en T. Rowe Price, desde una perspectiva multiactivos, realizar cambios importantes en la asignación de activos en tiempos de fuertes turbulencias en los mercados deja la cartera expuesta a perderse las mejoras en el sentimiento de los inversores. “Es posible que el mercado responda positivamente a cualquier noticia relacionada con la resolución de la actual incertidumbre comercial. Aunque seguimos siendo prudentes y nos hemos alejado de la renta variable estadounidense en particular en las últimas semanas, hemos mantenido niveles de riesgo cercanos a los índices de referencia dentro de nuestras carteras multiactivos. A medida que los mercados tratan de reevaluar este mayor nivel de incertidumbre, buscamos posibles oportunidades en medio de la dislocación”, indica Walsh.
Según explica, mantienen la cautela, ya que el aumento de la incertidumbre política afecta al crecimiento mundial, hasta ahora sólido, y al retroceso de las tendencias inflacionistas. “Como siempre, mantener efectivo en tiempos de turbulencia proporciona liquidez para aprovechar las oportunidades del mercado en medio de la volatilidad. Los tipos de interés del efectivo están bajando, pero siguen siendo atractivos, y hemos aumentado nuestras tenencias desde principios de año, sobre todo a expensas de ese otro gran activo defensivo que son los bonos del Estado de alta calidad. Los aranceles y otras barreras comerciales podrían presionar al alza los precios, lo que impulsaría al alza los rendimientos de los instrumentos de renta fija a medida que nos acercamos a 2025. En los casos en los que mantenemos deuda pública, nuestro sesgo se ha inclinado hacia las emisiones vinculadas a la inflación”, añade el estratega de T. Rowe Price.
En renta fija, desde Banca March se reafirman en su visión: “La semana pasada nos parecía importante deshacerse de cualquier sobreexposición a bonos de mayor duración en Estados Unidos, tras alcanzarse nuestro objetivo del 4% de Tir para el bono a 10 años norteamericano”. Por su parte, los equipos de renta fija de M&G llevan ya varios meses preocupados por el hecho de que los diferenciales de crédito han incorporado mucho optimismo, dejando poco margen para sorpresas negativas, con diferenciales rondando los niveles más caros que hemos visto desde la crisis financiera global.
“Esta visión optimista se ha trasladado también a los mercados de deuda pública, donde prácticamente no se había descontado ninguna posibilidad de desaceleración, y como resultado, consideramos que ofrecían valoraciones atractivas. En resumen, el mercado se mostraba bastante complaciente, por lo que el punto de partida de esta corrección ha contribuido, sin duda, al tamaño de los movimientos que hemos visto en solo unos días. Nuestro enfoque de inversión en renta fija basado en el valor nos permitió posicionar nuestras estrategias de forma defensiva de cara al Día de la Liberación, y eso nos deja en una buena posición para afrontar estos tiempos de volatilidad”, argumenta Chorlton.
Desde Vanguard defiende que los ETF de renta fija pueden ser un buen amortiguador para la cartera en estos tiempos de incertidumbre. “En este entorno, marcado por episodios de volatilidad y la perspectiva de caídas del mercado, la exposición a renta fija ampliamente diversificada es una de las herramientas más eficaces de los inversores para aislar sus carteras y mitigar las caídas. Los bonos globales con cobertura de divisa, en particular, pueden ser un buen ejemplo”, argumenta Joao Saraiva, analista senior de inversiones en Vanguard Europa.
Una mirada pausada sobre lo ocurrido
La del lunes fue una sesión con una elevadísima volatilidad tanto en renta variable como en renta fija, con el VIX -el indicador de volatilidad implícita del S&P 500- en niveles no vistos desde la COVID-19. «En este entorno, los mercados se movían a golpe de titular. Un rumor del potencial retraso en la implementación de los aranceles en 90 días produjo un rally intradía del 7% en el S&P 500, por un valor de 2,5 billones de dólares, esfumándose en poco más de 15 minutos tras desmentirse oficialmente la noticia. Más allá de la volatilidad, las conversaciones abiertas con Japón sirvieron de freno a los súbitos retrocesos con los que se iniciaba la sesión, incluso permitiendo al Nasdaq terminar en positivo”, resumen desde Banca March.
Un aspecto relevante fue la reunión de urgencia de la Fed, ya que puso sobre la mesa la opción de una intervención por su parte. “En este sentido, los futuros de tipos a corto plazo indican que la máxima autoridad monetaria en Estados Unidos recortará cuatro veces los tipos oficiales este año. Bajo nuestro punto de vista, esta reacción nos parece improbable, pues la Fed no podrá tomar un rol tan activo ante una inflación que podría alcanzar niveles por encima del 4%, debido al efecto de las tarifas”, añaden los expertos de la entidad española.
Según el equipo de MFS Market Insights, los mercados globales no habían experimentado un nivel de estrés y volatilidad como este desde los primeros días de la pandemia en 2020. “Los rendimientos de los bonos gubernamentales han caído notablemente, reflejando una fuerte demanda de activos refugio. Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años rondan ahora el 4%, tras haber bajado unos 20 puntos básicos desde el 2 de abril. Del mismo modo, los rendimientos de los bonos alemanes (bunds) a 10 años han caído en la misma proporción. Mientras tanto, los mercados de crédito han comenzado a mostrar señales de tensión, particularmente en los spreads de high yield, que se han ampliado unos 85 puntos básicos en Estados Unidos y 60 en Europa desde el miércoles pasado. En los mercados de divisas, el yen japonés y el franco suizo han mostrado un mejor desempeño en los últimos días, gracias a su carácter defensivo. Finalmente, en las materias primas, los precios del petróleo han sufrido una corrección significativa, cayendo a niveles bajos de 60 dólares, debido a su vulnerabilidad ante un shock de aversión al riesgo global”, resumen desde MFS IM.
Otro aspecto llamativo de estos últimos días es que, tal y como destacan desde Bloomberg, cada vez más multimillonarios están rompiendo filas con el presidente Donald Trump, o al menos con su política arancelaria. «Ken Griffin, más conocido fuera del mundo financiero como el hombre que pagó 45 millones de dólares por un dinosaurio, afirmó que los últimos aranceles son un “enorme error de política” y equivalen a un fuerte impuesto para las familias estadounidenses. Y Larry Fink, CEO de BlackRock, fue igual de directo al decir que la mayoría de los líderes empresariales le aseguran que Estados Unidos ya está en recesión», mencionan como principales ejemplos.