El actual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha disparado los activos refugio, en especial su mayor estrella: el oro. Tras un 2021 negativo, con un descenso de alrededor del 5% en su precio a lo largo del ejercicio motivado por la divergencia entre los tipos de interés reales y el precio del activo, la volatilidad e incertidumbre del mercado ha dado la vuelta y ahora los expertos estiman que podría alcanzar el entorno de los 2.100 dólares/onza en doce meses.
El oro comenzó el año cotizando en niveles aproximados de 1.830 dólares/onza, y en la actualidad se mantiene en las cercanías del nivel 1.930 dólares/onza. Según explican desde OFI AM, gestora francesa especialista en la inversión en metales preciosos, la falta de visibilidad de la política monetaria provocó el alejamiento de los inversores del activo oro y el resultado fue una divergencia entre su precio y los tipos de interés reales, “que se diluyó a finales de año, cuando la Fed aclaró su calendario de endurecimiento monetario, facilitando la apreciación del oro, y que la correlación entre el oro y los tipos reales volviera a sus niveles clásicos”, aclaran.
Ahora la guerra que Rusia ha iniciado contra Ucrania sumado a la posible evolución de los tipos de interés reales estadounidenses, ha hecho que el oro gane atractivo. En consecuencia, desde OFI AM hacen su estimación al alza: “Los tipos reales seguirán siendo bajos, o incluso bajarán en los próximos meses. Si añadimos los riesgos geopolíticos, pero también los riesgos de un error en la política monetaria, ¡tan difícil es la salida de las políticas acomodaticias! Estimamos un precio de la onza de oro en torno a los 2.100 dólares en un horizonte de 12 meses”.
Estas buenas expectativas y su mejor comportamiento, animan a muchos inversores a añadir oro en sus carteras. “Uno de los activos que mejor rentabilidad está ofreciendo durante el año 2022 es el oro físico. En lo que va de año, el metal amarillo ha producido unas altas rentabilidades, un 7,1% a finales de febrero, que contrastan con los bajos rendimientos obtenidos por gran parte del mercado bursátil, por ejemplo la caída del 7,0% sufrida por la renta variable europea”, indica Kevin Koh, Head of Asset Allocation de Finizens.
Uno de los motivos por el cual incluimos este activo en cartera ya no es tan solo porque ha producido rentabilidades históricas a la par con la renta variable, sino también es debido a que históricamente es el activo refugio por excelencia ante situaciones de gran incertidumbre como las que estamos experimentando actualmente. Ha demostrado ser especialmente eficaz ante crisis pronunciadas desde la crisis financiera (2008), la crisis del COVID (2020) o incluso la guerra de Rusia y Ucrania (2022).
Oro y shocks geopolíticos
Según explica Nitesh Shah, director de análisis en WisdomTree, este suceso geopolítico tan trágico está sacudiendo al oro, “un metal que ha estado recluido en las sombras mientras que otras materias primas estuvieron subiendo durante el año pasado” y reforzando la idea de que “el oro como un instrumento de cobertura geopolítica”.
“Mirando atrás en períodos en donde ha habido una percepción de grandes eventos geopolíticos, ha sido difícil aseverar que los precios de los activos se comportaron de un modo consistente, además de que cualquier movimiento de precio positivo o negativo necesita ser visto en el contexto de una actividad económica más amplia en dicho momento. De todos modos, podemos destacar algunos casos de estudio geopolíticos en los cuales vimos al oro tener muy fuertes subidas. En la tabla inferior que se presenta a continuación, se plantean cuatro ejemplos en donde su rentabilidad ha sido significativamente superior a la de las acciones como resultado de un shock geopolítico”, añade.
Sobre las conclusiones que arroja el análisis del gráfico superior, Shah destaca dos: justo antes del desarrollo de la Guerra del Golfo (1990), los precios del oro estuvieron bastante deprimidos y el comienzo de la guerra pareció “despertarlos”; y, en segundo lugar, inmediatamente antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre en los EE.UU (2001), el valor del oro estaba muy bajo y los ataques parecieron “reanimarlos”, la guerra de Irak iniciada apenas después (2002) mantuvo al oro bien cubierto.
“Creemos que la mayoría de la gente estaría de acuerdo con lo decepcionante que fue el comportamiento del oro en 2021, con el trasfondo de un nivel de inflación elevado. Nuestros modelos de proyección internos indican que el oro debería haber operado cerca de los 2.500 dólares/onza en enero de 2022 cuando la inflación en EE.UU ascendía al 7,5%. ¿Podría el comienzo de una guerra en Ucrania el pasado 24 de febrero actuar como un catalizador del valor del oro de un modo similar a lo que sucedió en los eventos de 1990 y 2001?”, reflexiona Shah a la luz de estas conclusiones.