El nuevo equipo de gestión de Bestinver, con Beltrán de la Lastra al frente y que cuenta con Ricardo Cañete como responsable de Renta Variable ibérica y Benito Artiñano como responsable de Renta Fija, celebró el lunes por la tarde en Madrid su primera conferencia anual con inversores desde que llegó a la gestora, tras la salida del anterior equipo liderado por Francisco García Paramés. En el evento, las preguntas sobre los cambios con el cambio del equipo fueron inevitables y De la Lastra confirmó la continuidad aunque reconoció que hay algunas diferencias con respecto al pasado.
“En septiembre de 2014 hubo un cambio, como el que puede ocurrir en cualquier industria. Los cambios no tienen por qué ser traumáticos si los intereses de los partícipes se sitúan por encima de los cualquier otro, del accionista y gestor, algo que no ocurrió entonces”, dijo. Algo que explica que la salida del anterior equipo tuviera un “impacto significativo en los activos”, que se redujeron alrededor de un 30%, sobre todo ante la salida de clientes institucionales. A pesar de ello, considera que “la transición se gestionó razonablemente bien” en momentos en los que era difícil atender la liquidez. En su opinión, “el mayor coste fue el de oportunidad: el de no poder aprovechar la caída que confluyó en bolsa para comprar buenas compañías a buenos precios”, al faltar liquidez, algo que ya consiguieron hacer en diciembre. Ahora, asegura que el patrimonio se ha estabilizado y ya supera el que heredaron tras las salidas del otoño pasado, y cuentan con una gestión estable “del día a día de las carteras”.
De la Lastra asegura además que el equipo gestor cuenta con un compromiso de permanencia de un año a partir del cual decidieran irse, aunque recuerda que éste es el segundo trabajo de su vida: “En el anterior estuve 18 años y espero estar otros 18 años aquí”, asegura. También recuerda que la remuneración de los gestores está en función de rentabilidad de los fondos a largo plazo, y que parte de la misma se ofrece en acciones que han de mantener un mínimo de tres años. Además, asegura que tanto él como Cañete tienen el compromiso público de tener todas sus inversiones en renta variable en los fondos de Bestinver.
Más importancia al equipo y abandono de la gestión estrella
Una vez estabilizada la compañía, De la Lastra reconoce algunos cambios. Al preguntarle sobre si han abandonado la filosofía de gestor estrella, asegura que “sí, entendida desde el punto de vista de que todo gire en torno a una sola persona”; sin embargo, no, si se entiende la gestión estrella como hacer cosas muy distintas de las que hace el mercado. “Nos hemos querido quedar con lo mejor que había y cambiar lo mejorable”: dentro de las cosas que han cambiado está, dice, la importancia que dan al equipo y a los analistas.
Cambios en renta fija
También se han producido algunos cambios en las carteras de los fondos. Significativos son los de Bestinver Renta, el fondo de renta fija de la casa. Benito Artiñano, responsable de Renta Fija de Bestinver, explicó que un fondo de renta fija ha de cumplir con una doble vocación: mantener el poder adquisitivo de la inversión y preservar capital. “Teniendo en cuenta la situación de mercado, no podemos cumplir ambos objetivos, porque hoy solo podemos invertir en activos de muy corto plazo y con máxima calificación -con rentabilidades muy bajas o incluso negativas-. Necesitamos algo más”, aseguró.
Por eso en la gestora no se han conformado con diversificar las cartera del fondo (antes tenían muchas posiciones en renta fija alemana, con rentabilidades negativas y hoy la cartera está más diversificada, con activos públicos y privados mayoritariamente de España pero también de otros mercados como Francia o Italia), sino que también están modificando las políticas de inversión, con dos vertientes: aumentar el universo de activos invertibles y adecuando calificación crediticia a la del Reino de España (BBB con perspectiva positiva), sin olvidar los límites de riesgo (duraciones cortas, invertir toda la cartera en euros para evitar el riesgo divisa y solo en activos con grado de inversión para limitar el riesgo de crédito). “Estamos en proceso de modificar el folleto, algo que esperamos esté listo para el 30 de junio”, explica. Se limitará la duración media de la cartera a dos años, con activos con vencimiento máximo de cinco, y solo se aceptarán activos de deuda: “Vamos a vender el 10% de renta variable que tiene el fondo en cartera, será un fondo exclusivamente de renta fija. Y no utilizaremos productos complejos, estructurados, derivados o apalancamiento; queremos una cartera transparente, sencilla y muy líquida que permita en todo momento gestionar los riesgos de mercado”. El horizonte temporal de los activos invertibles estará entre los tres meses y los tres años.
Los cambios en renta variable
Desde la llegada del equipo, también ha habido cambios en las carteras de renta variable. Por ejemplo, en la cartera internacional han reducido posiciones en Asia y EE.UU. ante la oportunidad que supone Europa. Si cuando llegaron había más de 60 nombres, hoy hay 49, es decir, es una cartera más concentrada.
Otro cambio en las carteras viene por la imposibilidad de comprar Acciona: “La independencia con Acciona es total, es el accionista ideal. Es más, no tenemos exposición a la firma ni la tendremos: hemos cambiado el régimen de conducta para no poder comprar y ser totalmente independientes”, explicó De la Lastra.
Pero los mismos productos
Lo que no cambiará es la filosofía del value investing ni los productos: “Tenemos los mismos productos que en los últimos cuatro años: no hay nuevos ni tenemos intención de lanzar en un futuro inminente: queremos hacer pocas cosas pero bien”, explicó De la Lastra, recordando que mantienen su fondo de ayuda a África.
Tampoco habrá cambios en la oficina en Londres: “La mantendremos y veo grandes ventajas. A veces desde Madrid se pierde el control de la agenda, y solo se ven compañías que pasan por aquí. Para ser dueño de la propia agenda, tener un pie en Londres es un aporte fantástico”, añade.