Pese a las elecciones francesas y las incertidumbres que pesan sobre Europa, los datos de crecimiento e inflación empiezan a dar señales de ser sólidos en muchos países de la UE y con ellos, se está acelerando el movimiento de flujos de capital.
Con la vista puesta en este contexto, los inversores están cambiando sus posiciones en la renta variable de Estados Unidos hacia la de Europa, en la quinta mayor rotación desde el inicio de la unión monetaria en 1999. Así lo demuestran los datos de la encuesta a 203 fund managers llevada a cabo por Bank of America Merrill Lynch.
Hasta el 83% de los gestores contestó que creía que las bolsas estadounidenses estaban sobrevaloradas. El allocation a la renta variable europea subió a un máximo de 15 meses, mientras que el dirigido a la renta variable estadounidense tocaba mínimos de 2008.
Los datos de EPFR recogidos por The Wall Street Journal son aún más precisos. En las siete semanas anteriores al 3 de mayo, las bolsas estadounidenses asistieron a la salida de 22.200 millones de dólares, el volumen más alto en más de un año. Gran parte de esos flujos han ido a parar a Europa.
No hay duda a estas alturas de que el mercado tiene una visión mucho más optimista de los mercados europeos, que se debe en gran medida a la recuperación de los beneficios empresariales en consonancia con la mejora de las perspectivas económicas.
Sin embargo, advierte Ronan Carr, estratega de renta variable europea de BoAML, “aunque estamos de acuerdo en el atractivo de la recuperación de ingresos de Europa, la complacencia parece extremadamente alta». Una idea de la que hasta el mismísimo Bill Gross repetía recientemente en su carta mensual a los accionistas de Janus Capital.
Riesgos en Estados Unidos
Dentro de Europa, Reino Unido sigue siendo la región menos atractiva y el posicionamiento relativo frente a las acciones de la Eurozona está en un 1%, el mínimo histórico. Los gestores de fondos citaron la desintegración de la UE como el mayor riesgo (23%), aunque este temor ha caído drásticamente en los últimos dos meses.
En lo que respecta a los mercados emergentes, el 44% de los gestores está sobreponderado en la renta variable.
«Los inversores están mostrando amor por Europa al tiempo que escapan de las acciones estadounidenses, ya que la mayoría considera que las bolsas de Estados Unidos están sobrevaloradas y perciben un riesgo relacionado con el retraso en la reforma tributaria estadounidense», dijo Michael Hartnett, estratega jefe de inversiones de BoAML.