El estado del comercio, el endeudamiento, la inmigración, cuándo será la próxima recesión, evitar una guerra de divisas o la tensión geopolítica eran algunos de los temas que centraron la atención en la reunión del Foro Económico Mundial –también llamado Foro de Davos– el año pasado. Doce meses después, los mismos temas siguen sobre la mesa, pero envueltos en un halo de optimismo gracias al impulso de la economía global.
“No hay nada como unos cuantos mensajes optimistas desde Davos para impulsar aún más la renta variable mundial y propulsar los rendimientos de la renta fija hasta niveles nunca vistos en los últimos cuatro años”, apuntan los expertos de Legg Mason.
La propuesta de recortes de impuestos en Estados Unidos que hizo que la renta variable estadounidense batiera otro récord también incitó al Fondo Monetario Internacional a aumentar sus perspectivas económicas globales a principios de semana, impulsando así el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense, referencia mundial, hasta el 2,65%, la cota más elevada desde 2014.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa el crecimiento de la economía mundial en un 3,9% en 2018 y 2019. Además, la estabilidad del crecimiento en China, el aumento de las reservas de petróleo, los positivos datos de producción en Europa y la mejora de la inflación en México y en Brasil han dado lugar a un clima optimista en Davos.
Baño de realismo
Sin embargo, el punto de vista realista y la advertencia lo puso la propia directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, que aseguró que pese al momento “dulce” que vive la economía mundial, persisten las desigualdades, que no se reducen y que afectan en mayor medida a los jóvenes. Este no es el único reto que le queda pendiente a los líderes mundiales, según el Instituto de Investigación de Credit Suisse, Davos se enfrenta a un nuevo orden mundial y a una “recesión” de la democracia en la mayoría de los países.
Desde BlackRock señalan que el telón de fondo geopolítico se está volviendo menos estable. “Nuestro barómetro de sensibilidad geopolítica muestra niveles elevados. Consideramos que los eventos geopolíticos generalmente tienen un impacto de corta duración en los activos de riesgo globales cuando la economía es fuerte. Las tensiones comerciales, sin embargo, se perfilan para convertirse en una amenaza significativa en 2018”, advierten.
Respecto al mercado, los líderes mundiales también han manifestado algunas advertencias, entre las que se incluyen comentarios sobre las elevadas valoraciones de los activos y el potencial de aumento de la inflación y los tipos.
Incluso sus declaraciones durante estos días han tenido un rápido reflejo en el mercado. En cuanto han hablado, el petróleo ha superado los 65 dólares el barril por primera vez desde 2014, Canadá ha subido sus tipos y Argentina ha decepcionado a algunos inversores con un recorte de tipos inesperados que ha dado lugar al desplome del peso frente a un dólar en fase de depreciación. Y la divisa estadounidense ha caído después de que el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, comentara en Davos que la debilidad del dólar es positiva para el comercio.