¿Es posible ofrecer una idea de inversión conservadora para un entorno que se interpreta de riesgo? Para David Rolley, co-responsable del equipo de renta fija global de Loomis Sayles, no hay duda: la respuesta es sí. La gestora, filial de Natixis Investments Managers, pone en valor el fondo Loomis Sayles Term Emerging Markets Bond como la solución de inversión que mejor captura las oportunidades en dos ámbitos que ahora mismo al inversor le causan dudas: los bonos y el mercado emergente.
“En general, los mercados emergentes han hecho un gran trabajo de recuperación y crecen al mismo ritmo que lo hace la economía mundial. Sin embargo, existe una percepción negativa por lo que se asocia estos mercados a un excesivo riesgo”, explica Rolley quien considera que los fundamentales de estos países han mejorado y han superado totalmente la crisis de las materias primas.
En su opinión, incluso hay un menor riesgo político interno. “El riesgo que realmente creo que existe tiene que ver con las relaciones comerciales internacionales y el NAFTA, en particular para México. La incertidumbre sobre las políticas proteccionistas de Donald Trump podría causar algún impacto, en este sentido”, advierte.
Un crecimiento sólido y un menor riesgo político ha generado un ambiente muy “amigable” para invertir en mercados emergentes. Según argumenta, “el inversor se encuentra ante diferentes formas de invertir. Por un lado, está la renta variable, que es más agresiva, o el mercado de bonos locales, que también puede resultar agresivo porque tomas el riesgo moneda; o puedes prestar dinero a las empresas, pero sin tomar el riesgo de moneda invirtiendo en deuda en moneda fuerte”.
Con esta visión optimista sobre la evolución de los mercados emergentes, que en su opinión continuará en 2018, Rolley defiende que este fondo responde a ese objetivo del inversor de encontrar oportunidades defensivas a través de bonos en moneda fuerte. “Se trata de un mercado muy sustancial. Cuando pensamos en oportunidades que identificar, queremos ser muy cuidados a la hora de elegir los activos y ser escépticos con los índices de bonos en moneda fuerte que hay porque suelen estar muy dominados por los gobiernos locales como principal inversor. Así mismo, a la hora de valorar los mercados y los activos hay que tener en cuenta que durante años todos los bancos centrales han llenado de liquidez el sistema. Esto hace que ser selectivos y afrontar la construcción de cartera con un enfoque bottom-up sean fundamentales”, explica.
En su opinión, otra de las claves para lograr buenos rendimientos en el mercado de bonos son las duraciones cortas. “En un momento donde los elementos más importante son las políticas monetarias y la paulatina subida de tipos de interés, los bonos de duraciones largas, como más de diez años, no tienen sentido. Nuestra propuesta son bonos de baja duración, de tres a cinco años, y bastante maduros”, defiende.
En este sentido, el fondo Loomis Sayles Term Emerging Markets Bond, que defiende Rolley, no sigue ningún índice de referencia. La cartera está orientada a bonos maduros de mercados emergentes denominados en dólares. Más del 60% de la cartera está compuesta por crédito BAA y BA, y mantiene, en su mayoría, vencimiento de deuda entre tres y cinco años. Además, el fondo está diversificado y no se centra en una sola región, sino que sus gestores trabajan sobre un universo de 60 países emergentes y 180 créditos corporativos.
“Creemos que hay oportunidades interesantes en China, India, Brasil, México, Corea del Sur, Turquía, Indonesia o Rusia. Pero no nos ceñimos a un área geográfica, sino que nuestra filosofía de inversión es identificar las mejores oportunidades desde la óptica de a qué compañías queremos prestarles dinero. Realizamos un exhaustivo análisis bottom-up y un análisis técnico de los fundamentales del país, para seleccionar los activos. Así lo hicimos por ejemplo en el caso de la banca turca, que ha sido una gran inversión”, afirma.
Para concluir su entrevista con Funds Society, Rolley insiste en que aquello que les diferencia es su capacidad para identificar las empresas. “Hay muchos gestores pendientes de las pantallas y los precios, no digo que no sea importante, pero nosotros nos centramos en hacer que las empresas crezcan, entender su negocio y en convertirnos en un socio para financiar ese crecimiento potencial que vemos”, concluye.