Dave Lafferty es estratega jefe de Mercados de Natixis IM, firma en la que trabaja desde hace 14 años. Desde su puesto, es responsable de evaluar las tendencias económicas y del mercado de capitales y sus implicaciones para las carteras de inversión. Y eso significa, de cara a los próximos meses, estar muy atentos de lo que suceda con los tipos de interés y las políticas de los bancos centrales.
¿Cuál es la situación actual del ciclo de tasas de interés de cara a los próximos seis a nueve meses?
Estamos muy al final del ciclo actual de tasas de interés y esperamos que alcance su punto máximo a finales de 2018 o principios de 2019. A medida que la economía mundial continúa creciendo a un ritmo razonablemente saludable, debería mantenerse también una modesta presión al alza tanto sobre las tasas de interés reales como sobre las primas de inflación.
¿Habrá sorpresas en las subidas?
Debido a que probablemente ya hayamos superado la euforia máxima en la macroeconomía en el último trimestre del año pasado, las presiones inflacionarias deberían continuar bien ancladas, y los bancos centrales van a pecar de cautelosos, por lo que dudamos que las tasas suban precipitadamente.
¿Cómo evolucionarán los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años?
Podrían aumentar en un rango de 3,5% a 3,75% posteriormente este año o 2019. Para mediados de 2019, las tasas más altas comenzarán a afectar la generación de crédito con poco margen para la flexibilidad fiscal.
¿En qué sentido?
Es probable que las tasas lleguen a su punto máximo conforme avanza la atención global en la recesión. El proceso de normalización de la tasa de interés a largo plazo puede eventualmente alcanzar niveles superiores al 4%, pero dada la duración del ciclo actual, es posible que debamos esperar a que la próxima recuperación y expansión alcancen esos niveles.
¿Qué divisas cree que podrán seguir superando al dólar estadounidense el año próximo?
En términos generales, creemos que el dólar se comportará bien ante la mayoría de las divisas del G-10: la Fed sigue siendo más agresiva que otros bancos centrales y la postura se ha vuelto demasiado bajista en cuanto al dólar (por ejemplo, la carga especulativa ha estado del lado del euro).
¿Y en los mercados emergentes?
Creemos que han reaccionado de forma exagerada al endurecimiento de la Fed. Como resultado, podríamos ver cierta fortaleza en las monedas de los emergentes con fundamentales sólidos y menor riesgo de flujos hacia el exterior. Estas incluirían al rublo, que recientemente se ha desconectado de los altos precios del petróleo, al real brasileño, que sigue bajo presión a pesar de la mejora en el crecimiento, y el peso uruguayo que ha sufrido un arrastre a la baja a la par del peso argentino.
¿Cómo ve a los mercados de renta variable y a los activos de riesgo perfilarse en los próximos seis meses a un año?
Creemos que la renta variable global se elevará ante la perspectiva del sólido crecimiento de las ganancias en los próximos seis a doce meses. En Estados Unidos, esta perspectiva se basa en la opinión de que el mercado está observando rápidamente ganancias en 2019-2020, después de que los efectos del recorte fiscal se hayan disipado en su mayoría. Por ahora, en 2018, esta perspectiva sigue siendo sólida. Para el futuro próximo, los inversores podrían quedar atrapados entre el soporte alcista de los fundamentales y las limitadas valoraciones, restringidas por tasas más altas, matices inflacionarios y una menor liquidez del banco central.
¿Y en 2019?
Es posible que el panorama se vuelva un poco más complejo a mediados de 2019 ya que las perspectivas de mayores presiones recesivas podrían empezar a surgir.