Aunque ayer los rebotes se imponían en los mercados tras el pasado “lunes negro”, gracias a las medidas puestas en marcha por el banco central chino para impulsar las bolsas, la fuerte volatilidad de los últimos días (hoy los números rojos vuelven a los mercados) y la posibilidad de episodios como el de entonces podrían obligar a la Reserva Federal estadounidense a replantearse la idea de elevar los tipos de interés este año… o al menos empezar a hacerlo en septiembre. Así lo creen los analistas, si bien otros matizan que la subida debería producirse y sería positiva, porque daría signos de que el crecimiento está siendo una realidad.
“El desplome de los precios de las materias primas a raíz de China va a tener un efecto a la baja en la inflación, que es una de las grandes preocupaciones de la Reserva Federal. Es por ello que el mercado está descontando un retraso en la subida de tipos, por lo que salvo sorpresa este movimiento no se producirá en la reunión del 17 de septiembre”, comenta Félipe López, analista de Selfbank.
También desde Fidelity creen en un retraso: “Es cierto que la economía de Reino Unido y la de Estados Unidos están en mejores condiciones ahora que en crisis pasadas y los bancos centrales de ambos países han reconocido recientemente que ya están pensando en cómo y cuándo normalizar los tipos de interés. Es normal que el mercado ya especule con esto porque ambas economías están fuertes y los datos del mercado laboral son buenos, pero estoy seguro que esta tercera ola de deflación va a posponer la decisión una vez más”, comenta Dominic Rossi, responsable de inversiones de Renta Variable. “Para tomar la decisión, los bancos centrales tienen que fijarse en lo que va a pasar con la inflación de cara al futuro. Si miramos lo que puede suceder de aquí a unos meses y recordamos que los precios están cayendo, las previsiones de inflación en Estados Unidos y en Reino Unido para los próximos de 6 a 12 meses no están presionando a ninguno de los dos organismos para subir los tipos de interés”, añade.
José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, también pone la actual agenda en duda: “Antes del verano esperábamos que la Fed comenzara a subir los tipos de interés en septiembre, culminando el año con una segunda subida de tipos. Ahora, sinceramente, ya no está nada claro. El mercado otorga una probabilidad de menos del 15% a la subida de tipos el próximo mes. Mucho tienen que cambiar las cosas en apenas 20 días para hacerla factible. Y me refiero, naturalmente a los mercados financieros”, dice. Y, de igual modo, se empiezan a matizar las perspectivas de subidas de tipos en Reino Unido, dos pronosticadas para 2016.
En su opinión no es el crecimiento lo que está en juego, y lo que las autoridades podrían retrasar como excusa, sino la estabilidad financiera. “Y con el argumento teórico de la inflación: la caída de los precios de las materias primas, la apreciación de las divisas (en el caso de las anglosajonas) se traducirá en un menor efecto escalón a lo esperado tras la caída de los precios del crudo y otras materias primas durante este mismo periodo en 3014. Y ahora llueve sobre mojado considerando que se están alcanzando nuevos mínimos de los últimos años. Es el caso del crudo, con el Brent en niveles de 42,94 dólares por barril, incluso por debajo de los niveles que vimos en 2009”.
Más dudas tiene Joaquín Casasús, de la gestora de Abante Asesores: “Es posible que los tipos suban en Estados Unidos en septiembre. De hecho, sería la subida de tipos más anticipada de la historia. Aunque con lo que está pasando, también es posible que ésta se retrase. En todo caso, más allá del componente simbólico que se le está dando, a nuestro modo de ver es bastante irrelevante. Los tipos acabarán incrementándose porque la economía y el empleo en Estados Unidos se están recuperando, pero permanecerán sustancialmente más bajos que en otros ciclos económicos ante la ausencia de presiones inflacionistas”, comenta.
En Estados Unidos creen que la agenda podría seguir adelante: «La Fed priorizará la economía doméstica sobre la internacional y, en nuestra opinión, subirá los tipos antes de que acabe el año, con el objetivo de normalizar y de tener la capacidad de utilizar en el futuro las herramientas de la política monetaria. El incremento de tipos será un factor positivo para el mercado y producirá un rally”, añade Ignacio Pakciarz, CEO de BigSur Partners.