Durante la presentación de las perspectivas de Tressis para 2017, su director de inversiones, Daniel Lacalle, hizo un amplio recorrido por los asuntos que marcarán la economía y los mercados este año. Y la primera parada fue, como no, EE.UU. y la Casa Blanca con su nuevo inquilino Donald Trump. Lacalle quita hierro a la mayoría de sus promesas electorales porque dice, “como pasó con Obama, las preocupaciones quedarán lejos porque la política no va a ser tan diferente. Habrá matices, pero no hay que exagerar y caer en la trampa en la que han caído los medios de comunicación”.
Sobre sus propuestas concretas, como la rebaja del impuesto de sociedades, Lacalle afirma que “el que piense que Trump va a hacer daño a las empresas es que no conoce a Trump”. Cree que la repatriación de efectivo que prevé, que equivale a un trillón de dólares y es equivalente a ¼ de QE, sí tendrá “un efecto mucho más poderoso que el gas de la risa monetario y mantendrá al dólar fuerte”.
En cuanto a la desregulación financiera, Lacalle niega la mayor al decir que “no se trata de desregulación sino de una necesaria desburocratización que, además, no está orientada al sector financiero sino a las PYMES y grandes empresas con el objetivo de reducir determinados procesos administrativos que pueden durar años”. En lo que sí admite Lacalle que hay una sustancial diferencia en la administración Trump es en el comercio porque «no se trata de negociar sino de ganar».
En cuanto a la inflación, otro de los temas clave de 2017, Lacalle se muestra convencido de que “las expectativas están siendo exageradas” y no existe ese riesgo. Es así porque el precio del petróleo se sitúa ahora “en un precio en el que todos; productores, consumidores y bancos, están contentos” y porque la demanda es muy pobre debido a China. Lacalle resta importancia al recorte de producción acordado por la OPEP ya que, dice, “se está cumpliendo en parte y sólo ha supuesto un regalo para el fracking de EE.UU. cuya producción ha vuelto a repuntar”.
¿Qué pasará con los bonos?
Si el rally de los bonos iniciado desde antes de la victoria de Trump continuará es otra de las grandes incógnitas de 2017, un año en el que tenemos previstas dos subidas de tipos de interés por parte de la Fed. “Si se cumplen las dos subidas, veremos un efecto dominó en los bonos de mayor riesgo, pero los tipos no van a aumentar mucho más”. En consecuencia, Lacalle cree que, “la rentabilidad de los bonos va a subir, pero no va a provocar una crisis de crédito. Será una normalización de la curva asumible”. En este sentido, el experto recomienda mantenerse corto en duraciones.
La nueva política monetaria en EE.UU. se trasladará de una u otra forma a Europa donde el problema del BCE es la “alternativa del diablo, porque a pesar de tener los tires de los bonos por los suelos no puede parar su política expansiva”. Lacalle cree que Mario Draghi intentará gestionar la curva de tipos de la deuda con la idea de que las refinanciaciones no supongan un coste tan descomunal para los Estados”. El ejemplo es contundente: un aumento de los tipos del 0,5%, implica una subida de la deuda de 50.000 millones de euros.
Brexit: cuando el cataclismo no sucede, no significa que todo vaya bien
Los efectos del Brexit se están viendo tanto en el sector inmobiliario como en la inflación y la libra, pero Lacalle opina que “unos de los problemas es que cuando no ocurre el cataclismo que esperamos, tendemos a pensar que todo va fenomenal y no es así”. Con todo, en su opinión, la enorme debacle no se va a producir y, en su defecto, veremos un proceso de negociación en el que Reino Unido lo quiere todo y la UE debe tener la virtud de no dárselo.