Pocos gestores de fondos pueden igualar la dilatada experiencia de Alexandra Hartmann, portfolio manager de Fidelity, invirtiendo exclusivamente en empresas europeas, o su perspectiva privilegiada sobre la dinámica de las bolsas del Viejo Continente. Este verano, la gestora explica cuáles son sus compañías favoritas en Europa y el peso que tienen en el Fidelity Funds Euro Blue Chip:
- Ryanair sigue encabezando la lista. «Hablamos de ella hace aproximadamente un año, pero sigue marchando bien. El crecimiento estructural de las aerolíneas de bajo coste sigue siendo dinámico y Ryanair, que tiene la base de costes más baja del sector, es uno de los principales beneficiarios de ello. Una de las claves de su potencial es su poder de fijación de precios, basado en su flexibilidad y control de costes, lo que le permite reducir temporalmente sus precios para luchar contra la competencia y captar cuota de mercado. Ryanair también demuestra una gran habilidad a la hora de abrir y cerrar bases en aeropuertos, lo que le ayuda a lanzar nuevas rutas a medida que se expanden los viajes en avión de bajo coste».
- Valeo, un fabricante de piezas para automóviles, es otra posición clave del fondo. Más de una cuarta parte de sus ventas procede de los mercados emergentes, y está afianzando su posición en China. Aquí, el pujante mercado de actualizaciones para el envejecido parque automovilístico chino ofrece un importante potencial de crecimiento. Este hecho reforzará el apalancamiento operativo de Valeo durante los próximos años y liberará el crecimiento interno. La empresa se ha centrado en ofrecer soluciones innovadores de alto margen en áreas con tendencias de crecimiento a largo plazo, como la seguridad y la reducción de las emisiones.
- Inmarsat, un proveedor de servicios de conexión orbital a Internet. Algunas aerolíneas ya ofrecen acceso a Internet durante el vuelo, lo que permite a los pasajeros trabajar o ver contenidos mientras vuelan. Las posibles aplicaciones marítimas, gubernamentales y militares de esta tecnología son amplias y la demanda de servicios de datos muy seguros y de alta velocidad en estos campos no hará sino crecer. Inmarsat está en una posición inmejorable para aprovechar esta demanda, ya que tiene precontratada su capacidad orbital, lo que crea un flujo de ingresos a largo plazo predecible. La financiación está garantizada y a tipos fijos, por lo que este valor puede seguir reduciendo su riesgo.
- Farmaceúticas: La mayor sobreponderación sectorial de la estrategia de renta variable europea que lidera Hartmann es el de farmacia. La experta de Fidelity nombra valores como Bayer, Roche, Novartis y Sanofi, donde aprecia, dice, un considerable potencial de crecimiento que no está descontado en las valoraciones. El crecimiento medio del BPA de estos valores farmacéuticos es del 11% y todos tienen interesantes carteras de desarrollo, lo que se traduce en varios años de beneficios visibles. Los fundamentales subyacentes de estos valores son muy favorables, con factores como el envejecimiento de la población, diagnósticos y tratamientos más precoces y adecuados, y aumento de las tasas de penetración en los mercados emergentes.
“En general, no me gustan las empresas de consumo básico. Muchas de estas empresas están muy caras, como se aprecia en el PER medio del sector, de 21,5 veces, y tienen unas débiles perspectivas de beneficios que dejan el crecimiento medio previo del BPA en torno al 5%. Ciertamente estos valores han caído en fechas recientes y están un poco más baratos, pero me sigue preocupando la desaceleración del crecimiento de las ventas en los mercados emergentes, que representan un elevado porcentaje de las ventas totales para muchos actores del sector y afectará al crecimiento de los ingresos en esta área del mercado. Esto sugiere que la prima con la que cotizan ya no está justificada”, explica Hartmann.
La gestora de Fidelity también apunta: “Tengo en cartera pocas empresas de bienes de equipo y materiales. Estos valores están bastante caros, a la vista de la falta de poder de fijación de precios en el sector: la utilización de la capacidad sigue sin alcanzar niveles óptimos y las necesidades inminentes de inversión en inmovilizado son escasas”.