«Las perspectivas de los inversores se han vuelto difíciles debido a los cambios tecnológicos, sociales y regulatorios sin precedente que está sucediendo en todos los países. Pero para las empresas más pequeñas, todos estos factores pueden presentar una oportunidad. Son compañías que pueden operar «por debajo del radar» y dominar los nichos donde crecerán gracias a estos cambios”, así lo cree Matthew Dobbs, responsable de Global Small Caps de Schroders.
El gestor recuerda que las pequeñas y medianas empresas globales y europeas negocian por debajo de sus valuaciones medias históricas (tomando un periodo de 10 años, desde el cuarto trimestre de 2006 al cuarto trimestre de 2016), en comparación con las compañías de gran capitalización, según datos de MSCI. En EE.UU. y Reino Unido, las cuales parecen más caras.
«Las empresas que son ágiles y tienen menos estructura cuentan con mejores herramientas para mantenerse al día. Actualmente tener una marca fuerte y una amplia red de distribución ya no son necesariamente puntos a favor”, cree Dobbs.
El equipo de small caps de Schroders cree que está surgiendo una nueva generación de ganadores, empresas que no son tan intensivas en capital con una fuerte presencia on line. A medida que las industrias evolucionan en esta dirección, las barreras de entrada se reducen y las innovaciones progresan más rápido, creando oportunidades crecientes para las pequeñas empresas.
Se puede pensar en las small caps de la misma manera que la crianza de los hijos. Cuando las empresas están en una etapa muy temprana, son algo probelamicas. Cualquier padre le dirá que los ‘terribles dos años’ son un momento difícil. Pero una vez que las empresas se hacen demasiado grandes, son entonces adolescentes, convirtiéndose en algo potencialmente difícil de manejar”, cree Paul Marriage, responsable de Dynamic Small Cap de Schroders.
Entre estas dos etapas hay puntos dulces para los padres y para los inversores. Es en esta etapa en la que Schroders busca las oportunidades de inversión, es decir, después de la etapa de niño pequeño, pero antes de que llegue la adolescencia.
«Creemos que hay más oportunidades de encontrar inversiones con potencial alcista dentro de las empresas de pequeña capitalización. Debido a su tamaño están menos cubiertas por los analistas y los medios de comunicación, por lo que los inversores tienden a no ser tan conscientes de su presencia en el mercado”, recuerda Marriage.
En este sentido, Schroders ha elaborado una lista de los cuatro atributos que debería tener una small cap para invertir en ella:
- La empresa debe ser un líder de mercado en su nicho y estar en una fase de crecimiento
- La empresa debe tener un producto o servicio único.
- La empresa debe tener una buena gestión para mantener una participación sustancial en el negocio.
- La empresa debe generar efectivo y ser rentable.
Una vez que una compañía de pequeña capitalización comience a obtener rentabilidad, dice Schroders, se puede conseguir un efecto doble; de crecimiento y de apreciación. Una small cap puede ir de un P/E de 10 a 20 veces una vez que comienzan a crecer y empezar a despertar el interés del mercado a la misma vez, generando un potencial “re-rating” de la valuación.
“Esto es mucho más difícil de conseguir con las compañías de gran capitalización”, sentencia el responsable de Dynamic Small Cap de Schroders.