Su olfato para las inversiones le permitió dejar de trabajar, para dedicarse plenamente a sus finanzas, a la edad de 37 años. El célebre inversor estadounidense Jim Rogers, que estuvo la semana pasada en París para dar una ponencia en el Amundi World Investment Forum (que este año trató el tema “Megatrends: The path forward” -megatendencias: el camino por delante-), habló de ideas de inversión y destacó cuatro interesantes: el mercado chino, el dólar estadounidense (pero no las acciones), el sector de la agricultura y la renta variable rusa.
Su visión del mundo se ha forjado tras años de experiencias y viajes por todo el planeta: el último, que duró cinco años, le llevó desde Islandia a EE.UU., pasando por Europa, Asia, África, Australia, Suramérica y América Central, visitando 16 países en total. Y sus pasos le han llevado a Asia, donde vive actualmente. “Asia va a ser el continente más importante del mundo”, asegura el inversor, que cree que China será el país dominante en este siglo: “El siglo XIX fue de Reino Unido, el XX de EE.UU. y el XXI va a ser el siglo de China, nos guste o no”. Para Rogers, aunque el país afronte varios problemas actualmente, los solucionará (como hizo EE.UU. tras una guerra civil y una Gran Depresión) y será el país de mayor éxito del siglo. Consecuente con esta visión, está enseñando chino a sus dos hijas.
Para el inversor, China dejará más libertad a los mercados, algo positivo para el país y para los inversores foráneos, pero también para el surgimiento de nuevas compañías cotizadas y sectores que pondrán énfasis en la economía de las próximas décadas: “Habrá bancarrotas en sectores como el real estate pero otros sectores irán bien, como el de health care o el de ferrocarriles”, dice. “Hasta ahora, China no ha tenido bancarrotas pero ahora el Gobierno sí lo permitirá. La próxima vez habrá problemas, incertidumbres, gente infeliz… pero habrá también oportunidades. Oportunidad y desastre es la misma cosa”. Y espera que sus posiciones largas en este mercado compensen las cortas que tiene en otros lugares como la renta variable estadounidense. Porque, además, EE.UU. está en máximos y China cotiza un 60% por debajo de los mismos. Y también está corto en otros sectores muy favorecidos por el mercado actualmente y en los que encuentra una razón por la que pueden ir mal.
Otra idea de inversión, a pesar de estar corto en acciones de EE.UU. , es el dólar: “La deuda del país crecerá, pero tengo dólares porque cuando haya problemas en los mercados los inversores se refugiarán en activos seguros”, dice. Con todo, para Rogers el dólar no es un activo refugio, a pesar de que tradicionalmente sí lo ha sido, pero los inversores así lo conciben: “No irán al franco suizo o al euro, sino al dólar, lo que impulsará su cotización”. Rogers explica que esperará que la divisa suba hasta niveles de burbuja y después venderá.
“Los tipos nunca han estado tan bajos como ahora: los bancos centrales siguen imprimiendo dinero, Japón sin límites, Europa haciendo su “whatever it takes”… pero en EE.UU. la situación no durará, los tipos subirán y no todos vamos a sobrevivir a esa volatilidad”, advierte, apuntando al ampliamiento de diferenciales, por ejemplo, en la deuda high yield.
Otra buena idea de inversión para ese contexto es el sector de la agricultura: sus acciones han caído un 31% en los últimos 17 años, a lo largo de todo un mercado bajista, pero la clave es comprar barato… y es una de las inversiones de Rogers. “Es un sector con trabajadores de muy avanzada edad, con suicidios en países como Reino Unido… parece un sector terrible en el que invertir y lo ha sido en los últimos años, pero algo tiene que cambiar. El mundo se está dando cuenta del problema de los recursos y veremos cambios”, dice Rogers.
El inversor también ha puesto su foco en otro mercado denostado, Rusia, donde empieza a ver cambios, por ejemplo, en la situación en Crimea en los últimos tres años. Como ejemplo de inversión, habló de una firma de agricultura en Rusia, que aúna los dos temas anteriores: “Si inviertes en la área odiada en el mercado correcta y lo haces en un momento adecuado, puedes ganar mucho dinero”.
En general, Rogers apuntó a la necesidad de mirar al mundo emergente de forma individualizada: “Cada país puede ser un propio desastre o un éxito. Si inviertes en emergentes, no lo hagas en el índice y encuentra los mercados apropiados, juzgándolos de manera individualizada, no como una clase de activo. O no ganarás dinero”, advierte.