Los mercados globales, con la renta variable estadounidense a la cabeza, han tenido un desempeño bastante sólido desde la crisis financiera mundial de 2008 y 2009. Según los analistas de WisdomTree, a medida que comienza 2019, los inversores están comenzando a pensar qué pasaría si se concretase ya la próxima recesión, teniéndose en cuenta que Estados Unidos está atravesando, muy posiblemente, la expansión económica más prolongada desde el período de II Guerra Mundial.
Según su análisis, las variables de volatilidad indican un nivel de riesgo general más elevado en relación al comienzo de 2017 o 2018. “En semejantes entornos, creemos que los inversores podrían estar pensando en adoptar estrategias de cartera de un modo más defensivo. Igualmente, aún podría haber una buena razón para mantener una exposición a los activos de riesgo, pues las subidas de fin de ciclo pueden y de hecho ocurren. De todos modos, ahora convendría más mitigar el riesgo a la baja”, señalan.
Desde WisdomTree, apuntan cuatro estrategias para mitigar el riesgo de pérdida de valor significativo de una cartera en fases de mercados bajistas. “Lamentablemente, no siempre funcionan al mismo grado y nada asegura de que lo hagan en cada declive de mercado. De todos modos, igual es importante tenerlas en mente”, matizan los analistas.
- Estrategia 1: encontrar valoraciones históricamente bajas. Según explican los analistas de la firma, cuando los inversores encuentran valoraciones que están cerca de mínimos históricos, significa que existe un importante indicio de que muchos de los riesgos que acaparan los titulares, puedan ya haber sido descontados. “A esta estrategia suele asociarse el término: enfoque contra-tendencia. Los posibles mercados a considerar para una estrategia de esta clase son: los mercados emergentes, la renta variable italiana-sobre todo su sector financiero- y la japonesa”, apuntan.
- Estrategia 2: encontrar valores que ofrezcan altos dividendos.Un aspecto de esta estrategia –destacan desde WisdomTree– es que considera que en la renta variable siempre está el componente de dividendo y el componente de precio en el cálculo de una determinada rentabilidad total. Según explica, el componente de dividendo, en el peor de los casos puede ser cero, o sea, cuando no hay dividendos. El componente de precio en cambio, claramente puede ser positivo, nulo o negativo. En una estrategia basada en valores de rendimiento más alto, la generación de la rentabilidad total se orienta más hacia los dividendos y menos a los precios. Dado que el componente del dividendo es menos volátil, existe un modo de disminuir el riesgo de una estrategia de renta variable. “El otro aspecto a considerar se refiere al hecho de que los valores de mayor rendimiento tienden a encontrarse en sectores más orientados al área defensiva, como las empresas de servicios públicos. La tendencia de exposición hacia estos sectores puede ser otra vía potencial a través de la cual se puede reducir el riesgo total de una estrategia de renta variable. Los posibles mercados a considerar para una estrategia de esta clase son: la renta variable emergente, de Europa y EE.UU”, señala.
- Estrategia 3: venta de activos que tienen una correlación positiva con la volatilidad. “Los precios récord y las altas valoraciones relativas tienden a preocupar más a los inversores por los riesgos de caída. En nuestra opinión esta preocupación es un factor crítico al momento de considerar una estrategia de emisión de puts. El posible mercado a considerar para esta estrategia es: la renta variable de EE.UU”, apuntan los analistas de la firma.
- Estrategia 4: a no olvidarse de los “activos refugio” clásicos. Por último, desde WisdomTree explican que en cada una de las tres primeras estrategias se aplica un enfoque para reducir el riesgo a una determinada exposición, sea a la renta variable de modo directo o a algún activo con una alta correlación con ella. “Reconocemos que a medida que la volatilidad se incrementa, el mantener la exposición a la renta variable puede ser una opción menos favorable dependiendo de si se utiliza o no cualquier modo de reducción de riesgo dentro del enfoque. En caso de que la volatilidad se incremente debido a la percepción de un riesgo geopolítico acentuado, el oro puede valer la pena tenerlo presente”, explica. Para ellos, otra opción puede ser la exposición a ciertos mercados de divisas como el del dólar estadounidense o el yen, los cuales han tendido a valorizarse en momentos de aumento de la volatilidad. Los posibles mercados a considerar para una estrategia de esta clase son: el oro, el dólar de EE.UU y el yen.