Los últimos datos macroeconómicos confirman la robustez de la economía estadounidense, lo que plantea un gran debate para la Reserva Federal de EE.UU. (Fed). Desde hoy y hasta el miércoles, la Fed celebra su reunión, según las gestoras, con todos los ingredientes: datos actualizados del mercado laboral e inflación; proyecciones económicas; diversos puntos de vista dentro del FOMC; y la conferencia de prensa de Jerome Powell. ¿A qué deberíamos prestar más atención?
En opinión de Erik Weisman, economista jefe y gestor de carteras de MFS Investment Management, quizá lo más importante será si la Fed considera que las cifras de inflación al consumo de abril fueron lo suficientemente bajas como para marcar el inicio de una trayectoria de debilitamiento. “La Fed ha indicado que necesita ver varios meses consecutivos con una inflación mucho más controlada antes de empezar a recortar los tipos de interés. No está claro si los datos de abril sobre el índice de precios al consumo (IPC) y el gasto en consumo personal (PCE) cumplen con estos criterios. Es posible que esto se aclare durante la conferencia de prensa”, indica.
En segundo lugar, Weisman añade: “Otro punto interesante son los puntos a largo plazo, que indican lo que la Fed considera su tipo de política neutral nominal. El trimestre pasado, el punto medio a largo plazo aumentó por primera vez en mucho tiempo. La mayoría de los participantes del mercado creen que el tipo de interés nominal neutral a largo plazo de los fondos de la Reserva Federal debería ser considerablemente más alto”.
Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, considera que a lo largo de los últimos meses, la Fed ha estado moderando su discurso en lo que a la senda de bajadas de tipos se refiere. “Lo más interesante, al igual que ha ocurrido con el BCE, no va a ser el anuncio del mantenimiento del tipo de intervención, sino el discurso posterior de Powell, donde hará una valoración de la economía del país y lo que podemos esperar de cara a la segunda parte del año. Lo más probable es que destaque la necesidad de ser pacientes y esperar a datos más convincentes que permitan iniciar el proceso de bajada de tipos”, defiende Gavín.
Principales previsiones
Desde DWS apuntan que el gran debate está en cuánto y cómo bajará los tipos la FED. “La política monetaria es claramente restrictiva desde la perspectiva del mercado laboral. Sin embargo, las actuales métricas de inflación aún no justifican un recorte. No es de extrañar que la Fed vea riesgos equilibrados y mantenga una estrecha vigilancia, así como una mente abierta sobre los datos entrantes”, argumenta Christian Scherrmann, economista para EE.UU. de DWS. La gestora considera que en el mundo real, lleno de complejidad y errores de medición, encadenar a la Fed a una única regla política siempre ha parecido una mala idea. “Pero podría decirse que el otro extremo es aún peor: dejar que los políticos electos interfieran directamente en la fijación de los tipos, en lugar de contar con un banco central independiente que se comprometa públicamente con un marco estable y rinda cuentas de la consecución de sus objetivos de política monetaria”, afirman desde DWS.
«Tras los sólidos datos de empleo del viernes, las expectativas con respecto a los recortes de tipos se han enfriado y ahora el mercado solo descuenta una bajada y media de aquí a final de año. Como no se espera que la Fed baje tipos esta semana, el resumen de proyecciones económicas también debería reflejar que el Comité ha reducido su previsión de recortes para este año. Ahí es donde se pondrá el foco. Creemos que el gráfico de puntos situará el tipo de interés de referencia mediano más cerca del 5% a final de año, frente al 4,6% anterior. También estaremos atentos al lenguaje que pueda emplear el FOMC para describir sus perspectivas de crecimiento e inflación», afirma, por su parte, John Velis, estratega macro para las Américas en BNY Mellon IM.
Según recuerda Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l’Echiquier (LFDE), las previsiones de los actores del mercado sobre la trayectoria de la Fed rara vez habían sido tan dispares: algunos siguen pronosticando un primer recorte en julio y varios más durante los próximos meses, mientras que otros llegan incluso a no esperar ninguna bajada en 2024. “Sin embargo, EE.UU. es quizá el país que podría ofrecer más visibilidad próximamente. De hecho, los datos de inflación fueron tranquilizadores en abril después de las sorpresas negativas del primer trimestre; la subida de los precios ya solo se nutre de algunos componentes que guardan escasa correlación con la demanda; el crecimiento fue ligeramente inferior a las previsiones en el primer trimestre, y el mercado laboral se deteriora poco a poco, por lo que el panorama económico, de confirmarse, podría trazar una ruta bien señalizada a la Fed”, indica Artaz.
Para la jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, en las últimas, ha habido voces que incluso han descartado las bajadas para este año. Sin embargo su previsión es que “en 2024 sí que asistiremos al cambio de sesgo en la política monetaria de la FED, y que la primera bajada se produciría tras el verano. A partir de ahí, y siempre que la evolución de los precios muestre una trayectoria descendente, apostaríamos por una nueva bajada en el tipo de intervención para finales de año, una vez que la incertidumbre electoral quedara atrás”, defiende.
Por su parte, Deborah A. Cunningham, directora de Inversiones de Liquidez Global en Federated Hermes, señala que, a pesar de las advertencias que hubo en la reunión de mayo, no anticipa una subida de tipos y esperan que se produzcan uno o dos recortes en lo que queda de año. “Una cosa a tener en cuenta es que la idea de que la Fed evitará recortar los tipos en septiembre para no parecer que interfiere con las elecciones generales, renunciando a la acción de los tipos cuando los datos lo justifiquen, también podría parecer estar motivada políticamente”, explica.
«Canadá y la eurozona han inaugurado el ciclo de bajadas de tipos en los mercados desarrollados, siguiendo la estela de los mercados emergentes. Pero es probable que esta semana Jerome Powell confirme que EE.UU. llegará tarde a la fiesta, ya que no se anticipa que la Fed baje tipos antes de septiembre, como pronto. Los inversores en renta fija global ya se están beneficiando de las rebajas de tipos, mientras que los que solo están expuestos a EE. UU. tendrán que seguir esperando», concluye Brendan Murphy, responsable de renta fija, Norteamérica, en Insight (parte de BNY Mellon IM).
Flujos de datos
Según Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM, el mercado se centrará en el nuevo «diagrama de puntos» del FOMC de esta semana. «Esperamos un cambio en la mediana de las previsiones a dos recortes para este año, frente a los tres de marzo. Existe el riesgo de que se reduzca a solo uno, pero creemos que esto eliminaría demasiada opcionalidad, ya que enviaría el mensaje de que la Fed no podría recortar antes de las elecciones”, explica.
En su opinión, los precios del mercado para la Fed volvieron a cambiar drásticamente la semana pasada en respuesta a un dato más alto de lo esperado para la creación de empleo en EE.UU. en mayo, según la encuesta Establishment (+272K, frente a un consenso de +180K), acompañado de aumentos salariales más rápidos (+4,1% sobre una base anualizada a 3 meses, muy por encima del 3,0% de abril). Antes de la publicación, dos recortes de tipos estaban casi totalmente descontados en diciembre (48 puntos básicos), con 22 puntos básicos ya en septiembre. «Tras la publicación, el mercado descontaba sólo 14 puntos básicos de recortes en septiembre y un total de 34 para diciembre. Pero más que la direccionalidad, es más la confusión lo que, en nuestra opinión, es el principal «mensaje» del reciente flujo de datos de Estados Unidos», matiza.
En esta «niebla de datos», Moëc ve probable que el pronóstico de la Fed sobre su trayectoria sea el punto de enfoque de la reunión del FOMC de esta semana. «Creemos que la mediana de los votantes del FOMC preverá dos recortes en 2024 -que resulta ser nuestro escenario base- frente a los tres de marzo. Por supuesto, existe un debate en torno a la posibilidad de que solo se mantenga un recorte en el marco, pero creemos que esto enviaría un mensaje demasiado duro, en claro que la Fed ha renunciado a recortar antes de las elecciones (un recorte solitario para 2024 se interpretaría como no flexibilización antes de diciembre), lo que creemos que dejaría a la Fed con muy poca opcionalidad. Si bien el tiempo se acaba, todavía vemos la posibilidad de que el flujo de datos se aclare lo suficiente en el verano como para permitir que el banco central comience a eliminar parte de la restricción en septiembre”, concluye.
En opinión Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional de J. Safra Sarasin Sustainable AM, un crecimiento económico más suave y un mercado laboral más equilibrado deberían reducir las presiones inflacionistas. Según su criterio, el problema es que la inflación tardará en volver a su objetivo, lo que exige un enfoque gradual de la relajación de la política monetaria. Con todo, dado que el mercado laboral ha vuelto a situarse donde la Reserva Federal quiere, algunos miembros de la Fed señalarán el riesgo de esperar demasiado. Y considera que las nuevas proyecciones de la Fed podrían apuntar a dos recortes de tipos este año, pero la distribución parece que se inclinará a la baja.
«La distribución de las expectativas de los participantes del mercado sobre el tipo de los fondos federales a finales de año se desplazará probablemente hacia la derecha (un tipo de interés oficial más alto). Mientras que el “punto” medio podría apuntar a dos recortes este año, creemos que un mayor número de funcionarios pronosticarán que el tipo de interés oficial sólo se recortará una vez o no se recortará en absoluto este año. En conjunto, el avance más lento de lo esperado de la inflación podría limitar la prontitud y la rapidez con que la Fed quiera bajar los tipos», argumenta Olszyna-Marzys.