A lo largo de 2018 hemos visto que la tesis sobre el final de ciclo ha ganado peso. La mayoría de las gestoras coinciden en destacar que hemos entrado en la primera parte del final de un ciclo que está ya maduro y que deja un crecimiento menor y desincronizado a nivel global. También, la mayoría de las firmas de inversión coinciden en señalar una serie de eventos que pueden añadir más volatilidad e inestabilidad al entorno actual.
Durante este año, veremos como la atención va a estar centrada en varios puntos. Por ejemplo, Alejandro Arévalo, gestor de Jupiter Global Emerging Markets Corporate Bonds Fund y del Jupiter Emerging Markets Short Duration Bond Fund de Jupiter AM, señala el desarrollo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. ¿Ha terminado ya esta historia?
“Las tensiones entre Estados Unidos y China continuarán más allá de las disputas puramente comerciales y las acusaciones de robo de propiedad intelectual, injerencias políticas y restricciones a la inversión por parte de la administración Trump irán en aumento en 2019. También tenemos que vigilar la economía china, que ha comenzado a emitir señales de ralentización, y debemos seguir muy atentos para determinar hasta qué punto las autoridades están dispuestas a relajar las políticas presupuestarias y monetarias sin poner en peligro los objetivos a largo plazo de reducción del endeudamiento. En cualquier caso, no esperamos un aterrizaje forzoso”, explica Arévalo.
Sin duda, gran parte de la atención de los analistas estará en Estados Unidos, no sólo por el conflicto comercial con China, sino porque tiene sus propios retos para este año que acaba de comenzar: la subida de tipos de la Fed, el fin del efecto de los estímulos fiscales y la fortaleza del dólar. Según destaca Arévalo, “la subida de los tipos de interés de Estados Unidos seguirá tirando al alza del billete verde y poniendo presión sobre los países y empresas endeudados. No obstante, creemos que la Reserva Federal pondrá fin a su ciclo de subidas de tipos a mediados de 2019, cuatro años después de que empezara a subirlos”.
El otro protagonista de esta ecuación, China, también será un foco importante para los analistas, que siguen vigilando la proyección de su crecimiento: ¿debemos preocuparnos por un aterrizaje forzoso de la economía china?
En opinión de Emile Gagna, economista de Candriam, China se ha convertido en una pieza clave en el comercio internacional y una caída o desaceleración brusca de su economía se reflejaría en el global de la economía. “China supone un porcentaje del 15% del PIB mundial y, a pesar de que aún se encuentra por detrás de Estados Unidos, que representa alrededor del 25 % del PIB mundial, China sigue siendo un elemento clave. Por otra parte, China es el mayor consumidor de materias primas, de cuyo consumo depende en gran medida su modelo de desarrollo. En consecuencia, resulta importante mantener un nivel de crecimiento relativamente dinámico de cara a los precios de las materias primas en general y a todos los países exportadores de materias primas en particular. Por último, en los últimos años ha aparecido una clase media en China y esto constituye asimismo un aspecto fundamental, puesto que China es actualmente uno de los mayores mercados del mundo en términos de consumo. A menudo se pasa por alto el hecho de que China se ha convertido en un elemento clave para el comercio mundial”, argumenta Gagna.
Riesgos europeos
Los ojos no solo estarán puestos en Estados Unidos, sino también en Europa que cuenta con dos principales riesgos políticos: el Brexit e Italia. De nuevo, el principal reto al que se enfrenta la zona euro es al cuestionamiento del propio proyecto comunitario. “La zona euro ya se está desacelerando y vemos a la política europea está sesgando los riesgos a la baja. El Banco Central Europeo probablemente será prudente y dejará las tasas de interés en espera hasta al menos septiembre”, apunta AXA IM en su documento de previsiones para 2019.
En este sentido, según las perspectivas de inversión para 2019 de Janus Henderson Investors, “el mayor riesgo para los mercados sería afrontar una política de la Fed más contundente, combinado con una ampliación de los diferenciales de crédito. Una aceleración inesperada de la inflación, conflictos sobre el comercio que resienten los márgenes y un ciclo crediticio extendido son factores que podrían contribuir a este tipo de escenario”.
Pero hay más riesgos a parte del Brexit e Italia. Pueden pasar desapercibido pero que tienen ya su hueco en el calendario. Desde Capital Group señalan la incertidumbre que hay en la política alemana en torno a Angela Merkel tras verse seriamente debilitada durante las últimas elecciones regionales, en las que su partido cristianodemócrata perdió mucho terreno. “La líder que lleva más tiempo en el poder en Europa ha dicho que no se presentará a la reelección en 2021, pero un creciente coro de voces le pide que renuncie mucho antes de esa fecha. Por lo tanto, es posible que Europa pueda perder a dos de sus líderes políticos más importantes -Merkel y May- en tan solo unos meses”, explica la gestora.
Otro peso pesado que desaparecerá del panorama económico y político en octubre será Mario Draghi, actual presidente del BCE. Su mandato finalizará en octubre de 2019 y, antes de ello debe elegirse a su sucesor. Según los analistas de Capital Group: “El proceso, normalmente de perfil bajo, podría ser muy polémico esta vez si los candidatos más conservadores fiscalmente compiten por el puesto. La maniobra política se producirá mientras el Banco se tiene que adaptar a la vida sin medidas de estímulo y, tal vez, también tratando de subir los tipos de interés”.
El último de los eventos que señala la gestora son las elecciones al Parlamento europeo, el próximo 23 y 26 de mayo. “Este es otro evento que normalmente está en el foco de todas las miradas y que podría producir más agitación política. Las elecciones al Parlamento Europeo pueden traer controversia esta vez, dado el surgimiento de movimientos políticos populistas y euroescépticos en Alemania, Francia e Italia entre otros”, matiza.