El mercado en enero terminó en rojo en todas las categorías, tal como destaca el Latin America Index Dashboard de S&P Dow Jones Indices. El mercado de acciones latinoamericano enfrentó dificultades a principios del año. Un dólar más fuerte frente a las monedas locales, los precios bajos de las materias primas y la continua batalla en algunos países para controlar la inflación fueron los principales factores que influenciaron este comportamiento.
Según el Dashboard, Brasil tuvo el desempeño más débil y terminó el mes con una pérdida del 8%, mientras continúa enfrentando retos económicos y políticos. Chile fue el único a lucir resultados positivos, pero cerrando con un alza menor al 1%.
Pese a las políticas implementadas por diversos bancos centrales para impulsar el crecimiento, la incertidumbre permaneció y tanto el S&P Latin America BMI como el S&P MILA Pacific Alliance Select declinaron del 5% y 2% respectivamente. Todos los sectores del S&P Latin America BMI acabaron enero en rojo, con la excepción del sector de utilities (servicios), que presentó un alza del 1%. No sorprende que dada la continua caída de los precios del petróleo, la energía fuera el actor con el desempeño más débil de los índice S&P Latin America BMI y S&P GSCI, cerrando enero con una baja del 14% y 9% respectivamente.
La tendencia de caída de los precios de materias primas prosiguió en este comienzo de 2016 y el Dow Jones Commodity Index y el S&P GSCI terminaron con una baja del 2% y 5%. “Considerando que en el 20 de enero las materias primas estaban encaminadas a registrar el peor enero desde 1975, con una baja del 14,3%, la pérdida final de solo un 5% en el mes es impresionante”, dijo Jodie Gunzberg, directora global de materias primas y activos reales en S&P Dow Jones Indices, en su reciente post en el blog Indexology.
Sin embargo, la recuperación del 10,6% del S&P GSCI Total Return no significa necesariamente que el precio de las materias primas tocaron fondo. En 2016, los mercados emergentes siguen con las mismas dificultades del 2015, y afectados por la salida de capital que continua a cortar las ganancias, declinaron un 7%. Los mercados desarrollados también cayeron un 7%.