Tras los últimos acontecimientos geopolíticos sucedidos en Oriente Medio, el precio del petróleo ha sido relativamente estable. Los analistas apuntan que el impacto seguirá siendo moderado, pero sí supondrá un mayor interés por los activos refugio, en particular por el oro.
«Esta situación entre Irán y EE.UU. se ha traducido en una típica apuesta por los activos seguros como el yen y los bonos del gobierno, que se revalorizaron al día siguiente del suceso. Además, el precio del barril de brent, petróleo de referencia en Europa, está acercándose a los 70 dólares, muy próximo al pico máximo de 2019. El oro, por su parte, vuelve a cotizar cerca de los 1.550 dólares por onza, su nivel más alto desde 2013», explica Jean-François Jolivalt, gestor de multiactivos de La Française.
En opinión de Norbert Rücker, Head of Economics & Next Generation Research de Julius Baer, las últimas acciones y reacciones muestran que ambos oponentes, Estados Unidos e Irán, están evitando una escalada militar por temor a su posible coste económico. “Tanto el ataque con misiles de Irán como las declaraciones posteriores de la administración estadounidense respaldan la idea de que ninguno tiene interés en una escalada militar en toda regla. Es cierto que estos acontecimientos calmaron las preocupaciones sobre los riesgos de interrupción del suministro en el Medio Oriente y presionaron los precios del petróleo. La geopolítica y las tensiones de Irán probablemente seguirán siendo una fuente de nerviosismo en el mercado en el futuro”, explica.
Este nerviosismo se refleja en el precio del petróleo. Según el análisis de Rücker, un petróleo por encima de los 80 dólares el barril deterioraría la demanda global, mientras que los compradores asiáticos, como China e India, relajarían su cumplimiento de las sanciones de Irán. “Un precio aún má alto haría tambalear la economía mundial y volvería el riesgo de recesión”, añade.
Para Oliver Blackbourn, gestor del equipo Multiactivo en Janus Henderson, en última instancia, «los acontecimientos hasta ahora han supuesto poco más que un pequeño obstáculo para los mercados, que están más centrados en la publicación de los próximos datos económicos que podrían aclarar si la ralentización mundial se está estabilizando. El próximo informe sobre el mercado laboral de EE.UU. y la confianza de las pequeñas empresas podrían resultar más importantes. Las señales de un repunte del dinamismo del crecimiento podrían lastrar los activos refugio, que se han beneficiado de los acontecimientos geopolíticos”.
“Aunque los mercados financieros han reaccionado con preocupación, la caída de las bolsas ha sido limitada. Las inversiones consideradas como activos refugio se han beneficiado de este clima: el oro ha subido y se acerca de nuevo a los máximos alcanzados en septiembre, las rentabilidades de los bonos han caído y las divisas seguras, como el yen, han ganado terreno. Mientras tanto, el precio del petróleo ha llegado a subir por encima de 70 dólares por barril”, apuntan desde el Investment Desk de Bank Degroof Petercam.
En opinión de Michel Salden, Portfolio Manager Commodities en Vontobel, los riesgos a largo plazo no han desaparecido. Según explica Salden, “si Irán realmente acelerara su programa de uranio, esto provocaría un ataque de Israel. Además, Estados Unidos se está retirando paso a paso de Oriente Medio, y dado que la OTAN no es capaz de involucrarse, o bien surgirá un nuevo vacío o Rusia (y China) obtendrán un mayor control de la región. En este período de transición, las fricciones entre suníes y chiítas pueden reaparecer y el ISIS puede fácilmente revivir y atacar directamente las instalaciones de los principales países productores como Irak y Libia. Por lo tanto, el riesgo de una mayor escalada a largo plazo ha aumentado sustancialmente en comparación con hace 3 meses”.
Salden coincide con Rücker en advertir que un precio muy alto en el petróleo tendría graves consecuencias para la economía global. “Aunque el crecimiento de la demanda mundial de crudo está previsto que se recupere (por encima de 1,2 millones de barriles al día en 2020) en los próximos años, un nivel de precios que se sitúe estructuralmente en 100 dólares en 2020 acabaría con la recuperación económica mundial y frenaría el crecimiento del consumo mundial de energía. Sin embargo, a largo plazo (los próximos 5 años) sigue siendo incierto si la producción de esquisto estadounidense continúa expandiéndose y proporciona suficiente capacidad de producción sobrante para compensar los descensos estructurales de la producción en Oriente Medio. Nuestra opinión es que los mercados petroleros se verán estructuralmente subabastecidos para el período entre 2022 y 2027, y que el nivel de precios de 80 dólares se convertirá en la nueva norma para entonces. Cualquier choque geopolítico hará que los precios se sitúen sustancialmente por encima de este nuevo nivel de base”, explica el gestor de Vontobel.
En este contexto, Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors, los inversores deberían buscar invertir en acciones de mayor calidad y bonos con menor correlación con los mercados. “Un rápido deterioro de la situación en el Medio Oriente no ayudará al crecimiento global, y podría elevar el perfil de riesgo a corto plazo en los mercados asiáticos, a pesar de un contexto macro optimista. Ante la incertidumbre, pedimos precaución y paciencia. Sugerimos que los inversores estén listos para reevaluar las posiciones una vez que se puedan ver signos de disminución en las tensiones entre Estados Unidos e Irán. Mientras tanto, los sectores defensivos, así como los sectores relacionados con el petróleo y el gas, podrían hacerlo bien, pero la prioridad de los inversores debería ser mantener la diversificación, buscar acciones de mayor calidad y menos volátiles con correlaciones más bajas para el mercado en general”, señala en su último análisis.
El oro es el activo en el que los inversores más fijan en momentos de tensión. Según los analistas de WisdomTree, el encontronazo entre Estados Unidos e Irán hará que aumente su valor. “Creemos que las tensiones en el Medio Oriente y las fricciones comerciales continuarán respaldando los precios del oro durante 2020. Los riesgos que se han acumulado durante 40 años de tensa relación entre Estados Unidos e Irán en el Golfo Pérsico se están desarrollando ahora”, concluye Nitesh Shah, director de WisdomTree.