Los motores de crecimiento económico en los mercados emergentes están cambiando. Muchas economías emergentes se han convertido en mercados desarrollados o han fracasado en impulsar las reformas necesarias para mantener altos niveles de crecimiento. En 2016, la tasa media ponderada de crecimiento del PIB de los países del índice MSCI Emerging Markets cayó a aproximadamente el 3,5% (desde un nivel superior al 8% en 2007).
Sin contar con China ni con la India, el crecimiento medio ponderado para el resto de emergentes cayó a un poco más del 1% en 2016, una cifra, explica David Dali, estratega de cartera de Matthews Asia, muy poco atractiva. Además, dice, el índice de referencia de los emergentes y los fondos negociados en bolsa (ETFs) que lo siguen tienen asignaciones sustanciales a los países de alto crecimiento del pasado en lugar de a la próxima generación de líderes económicos. Es decir, India, Indonesia, Vietnam, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka y Filipinas.
“En nuestra opinión, los inversores pueden hacerlo mejor. Si los inversores están dispuestos a mirar más allá de los índices de referencia tradicionales, creemos que una asignación a la exposición tradicional de los emergentes, combinada con la próxima generación de economías asiáticas de rápido crecimiento, no sólo mejorará los retornos, sino que también ofrece la oportunidad de conseguir una mayor diversificación, menos exposición al ciclo, y tiene la ventaja de registrar una volatilidad razonable y una trayectoria más larga de crecimiento atractivo” estima Dali.
¿Pueden los líderes de ayer continuar liderando?
Muchos de los países de rápido crecimiento que impulsaron el índice de referencia de los mercados emergentes en los últimos 15 años siguen teniendo mucho peso en el índice. Sin embargo, sus respectivas tasas de crecimiento han caído drásticamente. ¿Por qué han caído las tasas de crecimiento de muchos emergentes?, se pregunta el gestor.
“Podemos señalar varias razones, entre ellas el desarrollo del ciclo de ciertas economías y el fracaso en la implementación de reformas significativas. Otra razón consistente es que cuando la economía de un país se expande y su población se hace más rica -que se hace más desarrollada- su tasa de crecimiento tiende a caer. Las altas tasas de crecimiento son difíciles de mantener”, dice el estratega de cartera de Matthews Asia.
El ejemplo más claro de esto para la gestora es China, que lucha por mantener los altos niveles de crecimiento, aunque Corea del Sur, Taiwán, Brasil, Rusia, México, Polonia, Hungría, Chile, Malasia y Turquía también son buenos ejemplos de emergentes de rápido crecimiento, cuyo PIB ha disminuido naturalmente a medida que se desarrollaban.
“La siguiente etapa de progresión para estas economías más avanzadas está bastante bien documentada. De hecho, el crecimiento medio estimado en 2017 para las economías avanzadas, según lo definido por el FMI, es apenas inferior al 2%. Y de los 39 países que el FMI considera «avanzados», no se prevé que ninguno de ellos crezca más del 4% en 2017. Las economías emergentes más desarrolladas están siguiendo ese mismo camino hacia un crecimiento más lento”, añade Dali.
Para ilustrar el punto, Matthews Asia recuerda que en 2016, las 10 economías más grandes de los emergentes en términos de PIB per cápita (y que constituyen casi el 50% del índice de referencia), crecieron en conjunto sólo 1,61%. Por el contrario, lo que llamamos los «7 siguientes» (economías emergentes aún en rápido crecimiento en Asia: India, Indonesia, Vietnam, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka y Filipinas) tuvieron un crecimiento del PIB de 5,93%.
“Creemos (y la evidencia empírica sugiere que es así) que un mayor crecimiento nominal se correlaciona en términos generales con mayores ganancias empresariales. Y además, esperamos que a largo plazo, mayores ganancias corporativas conducirán a mayores precios de las acciones. No todos los mercados emergentes ofrecen la misma oportunidad de crecimiento”, sentencia