Después del duro 2022, cada vez más y más participantes de mercado están reconociendo que 2023 está siendo más imprevisible de lo esperado. El último en pronunciarse sobre la desviación entre las previsiones macro y la realidad en los últimos meses ha sido Alasdair Ross, director de crédito con grado de inversión de Columbia Threadneedle Investments. En el marco del IV Investment Summer Day organizado por la firma en el Museo Reina Sofía, Ross dio una charla en la que analizó las principales dinámicas macro y dio perspectivas para su clase de activo: “Sí creemos que la inflación se moderará, pero esperamos que la renta fija global con grado de inversión (IG) ofrecerá unos rendimientos en torno al 5,5%”, resumió.
Ross ha identificado cuatro grandes temáticas macro que están dominando a los mercados este año tan lleno de altibajos. En primer lugar, prevé un ritmo de crecimiento lento/bajo tanto en 2023 como en 2024, aunque remacha que la desaceleración que veremos no se parecerá a las vistas en 2008 y 2020, sino que será más suave, al estilo de la vista en 2001. Eso sí, alerta de vulnerabilidades: lo pasarán mal aquellos que hayan empezado el año con mayor endeudamiento, especialmente en el segmento high yield.
El segundo tema, ligado al primero, tiene que ver con la actuación de los bancos centrales… o la falta de la misma. “No vamos a ver que la Fed vuelva a aparecer al rescate con un nuevo QE o recortando los tipos de interés hasta niveles artificialmente bajos”, indicó Ross. Una vez más, esta forma de actuar afectará especialmente a las empresas más endeudadas.
El tercer tema macro es la moderación de la inflación: “Aún se mantiene persistente en algunas áreas, en niveles poco cómodos tanto en la inflación general como en la subyacente”, puntualizó el experto. El director de crédito constata que la oferta monetaria se ha reducido de forma muy agresiva en EE.UU., algo que “no es muy frecuente”, y ha coincidido en el tiempo con la normalización de las cadenas de suministro y de los precios de la energía y de los alimentos, por lo que anticipa un descenso continuado de la inflación general que arrastrará a la subyacente.
En opinión de Ross, este descenso de la inflación permitirá eventualmente el ansiado giro en las políticas monetarias que los mercados llevan meses anticipando. La previsión de la gestora es un tanto diferente: “El consenso descuenta un crecimiento en torno al 0,5% para Reino Unido, Estados Unidos, Japón y Europa en 2023, más positivo que a principios de año, y de entre el 0,75% y el 1,25% para 2024, más negativo que al inicio de año. Nosotros creemos que puede retroceder más. Pensamos que podría ser posible un soft landing con crecimiento al 0%; se notará el efecto del endurecimiento monetario, pero la recesión será menos profunda que la vivida en 2008”, insistió.
Además, la evolución de la inflación plantea una incógnita para Ross: “¿Caerán los tipos lo suficiente, hacia el entorno del 2%? Es una pregunta difícil de responder: el mercado laboral sigue muy ajustado y las tensiones geopolíticas, que están llevando a una desglobalización, también afectan a la evolución de los precios”, reflexiona.
El cuarto y último tema gira en torno a la posibilidad de que las autoridades monetarias cometan un error en sus políticas. Ross recordó que están tardando en reflejarse de forma amplia las subidas de tipos vistas el año pasado: “Es inusual que, a pesar de las fuertes subidas de tipos, aún no se haya visto un impacto fuerte sobre la economía real. Lo atribuimos en parte a la amplia suscripción de hipotecas a tipo fijo y al desapalancamiento experimentado por empresas y familias durante la pandemia”, explica. Sí constata que se ha incrementado el riesgo por la quiebra del Silicon Valley Bank.
En todo caso, Ross concluye que “el endurecimiento visto hasta ahora está siendo eficiente: los tipos ya se están acercando a su tasa neutral en EE.UU. y Europa”. “Pensamos que una vez que el endurecimiento monetario pase a la cadena de transmisión hacia la economía real sí que se notará el efecto, ya que las condiciones monetarias presentes y futuras apuntan hacia una contracción”, añade. Además, el experto cree que los mercados ya han puesto una serie de riesgos en precio, a saber: “Se han incrementado las previsiones de crecimiento, aunque siguen reprimidas. Se han reducido las expectativas de inflación, aunque se mantienen por encima de la media. También han aumentado las expectativas de una retórica más ‘hawkish’ por parte de los bancos centrales, con más subidas de tipos por venir”.
La deuda IG saca músculo
¿Debe sentir miedo el inversor en deuda ante este incierto panorama macroeconómico? Lo cierto es que los rendimientos de la renta fija han vuelto al terreno positivo tras las pérdidas de doble dígito de 2022, y además los rendimientos reales “parecen razonables”.
El mensaje de Ross fue apaciguador, al destacar lo saneado de los balances de las compañías con grado de inversión a uno y otro lado del Atlántico: “Hacía una década que el endeudamiento no era tan bajo en EE.UU. En Europa, ha tocado mínimos históricos”, resalta.
A esto añade el experto que los fundamentales que presentan las compañías de su universo son fuertes en términos medios, y que los diferenciales aún no cotizan en niveles muy ajustados.
Por sectores, Ross destaca la fortaleza de los grandes campeones del sector bancario: “Los bancos core tier 1 están en una buena posición. Se han recapitalizado, han mejorado sus márgenes y han incrementado los ‘rebates’ para retener las ganancias, hasta alcanzar su capital máximos de varias décadas”, resume.
La gama de fondos de crédito que propone Columbia Threadneedle Investments para navegar este entorno macro está compuesta por cinco productos con diferentes estrategias; el que tiene más track récord es el fondo multi-sectorial Threadneedle (Lux) European Strategic Bond1, lanzado en 1999. Le siguen el fondo long only Threadneedle (Lux) European Corporate Bond (lanzado en 2002), los fondos de retorno absoluto Threadneedle (Lux) Credit Opportunities (2009) y Threadneedle (Lux) Global Investment Grade Credit Opportunities y el también long only Threadneedle (Lux) Global Corporate Bond.