Para los inversores que evalúan las entidades financieras, la crisis climática pronto se convertirá en algo a tener muy en cuenta. El análisis realizado por Columbia Threadneedle Investments muestra que hay una amplia dispersión entre los líderes y los rezagados en el sector. A continuación, Paul Smillie y Rosalie Pinkney, analistas de crédito sénior, junto con Natalia Luna, analista sénior de inversión temática, evalúan la situación entre las entidades financieras.
En su histórico discurso de 2015, Mark Carney, el por entonces gobernador del Banco de Inglaterra, aludió al fantasma de un “momento Minsky”, es decir, un desplome de los precios de los activos provocado por factores relacionados con el clima. En la época, sus palabras parecían sacadas de una distopía, algo muy lejano. Hoy, sin embargo, parecen proféticas. Un amplio y variado número de bancos centrales temen que el cambio climático pueda ser el desencadenante de la próxima crisis financiera. Por esta razón, los reguladores en Europa y el Reino Unido ya están empezando a mirar con lupa la resiliencia de los bancos al cambio climático, escrutando tanto el probable estrés derivado del giro hacia una economía “con cero emisiones de carbono” durante las próximas décadas como el impacto de eventos climáticos extremos.
Por el momento, sin embargo, la preocupación de los bancos centrales no se ve reflejada en los mercados de renta fija y renta variable, que se mantienen relativamente impasibles al riesgo climático. Pero durante los próximos años el cambio climático podría convertirse en un determinante clave de la rentabilidad financiera y un importante factor para los inversores centrados en bancos. Incluso a corto plazo existen riesgos para los beneficios, mientras que a medio plazo es probable que los bancos presuntamente con las mayores exposiciones al clima afronten mayores requisitos de capital, por no hablar de los riesgos reputacionales.
Pero no se trata de una cuestión solamente de riesgo. En los próximos años, también podrían existir oportunidades para los bancos que lideren la financiación de la transición a una economía con cero emisiones. De hecho, se estima que la inversión y la financiación verde podrían captar nada menos que 50.000 millones de dólares de ingresos durante los próximos cinco a 10 años (1).
Determinantes del cambio
A medida que el cambio climático se convierte en un tema central, en Columbia Threadneedle Investments creen que, dentro de pronto, realizar compromisos de alto nivel sobre el clima dejará de ser suficiente para los bancos. Sujetos a un escrutinio cada vez mayor, tendrán que mejorar su información sobre el riesgo climático, demostrar que incorporan las cuestiones relacionadas con el clima a sus criterios de concesión de crédito y reducir su huella de carbono.
Aunque el grado de exposición del crédito bancario a los combustibles fósiles es relativamente modesto —los sectores intensivos en carbono representan hasta la fecha menos del 10% de la exposición total de los bancos europeos— una crisis climática podría acentuar las pérdidas del sistema bancario en hasta un 60%, según cálculos del Banco Central Europeo (BCE) (2), e impactar en los beneficios ya que los combustibles fósiles representan entre un 10% y un 15% de los ingresos mundiales de la banca mayorista (3). El riesgo reputacional ya está aumentando. Valgan como ejemplo las críticas recibidas por JP Morgan Chase en 2020 por sus préstamos al sector de la energía (4). En un informe elaborado por un consorcio de organizaciones no gubernamentales (ONG) (5) que incluía a Rainforest Action Network y BankTrack, se puso de manifiesto que dicha entidad era el mayor financiador del sector de combustibles fósiles a nivel mundial.
Conforme la opinión pública se vuelve más sensibilizada con el cambio climático, el posible daño para las reputaciones no puede ser ignorado. Los reguladores bancarios están empezando a exigir que se introduzcan cambios, especialmente en la Unión Europea y el Reino Unido. Los bancos centrales de Francia y los Países Bajos llevaron a cabo pruebas de resistencia frente al cambio climático en 2020; el Banco de Inglaterra hizo lo propio en 2021; y el BCE planea hacer otro tanto en 2022. De cara a 2025, la Autoridad Bancaria Europea pretende introducir su revisión de capital ASG, que diferenciará el tratamiento de los activos en términos de exigencia de capital según los factores medioambientales y sociales.
En el Reino Unido, los bancos deberán observar las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD) para 2025, y aportar información estandarizada sobre sus riesgos relacionados con el clima. En Estados Unidos, un endurecimiento de la regulación también se perfila claramente en el horizonte. En noviembre de 2020, la Reserva Federal estadounidense identificó por primera vez el cambio climático como un riesgo para la estabilidad financiera. Es más, el presidente Biden ha destacado el cambio climático como preocupación prioritaria, y piensa exigir a las empresas cotizadas que divulguen información sobre sus riesgos financieros relacionados con el cambio climático.
Líderes y rezagados
Sin embargo, hasta ahora hay escasas pruebas de que los bancos estén reduciendo sus préstamos al sector de combustibles fósiles, con la importante excepción del carbón. Pero a no mucho tardar los inversores podrían empezar a diferenciar entre los líderes y los rezagados, puesto que las obligaciones reguladoras les harán disponer de mejor información. Además, la interactividad de los accionistas y el activismo de las ONG podrían impactar pronto en las valoraciones de las acciones bancarias.
En Columbia Threadneedle Investments llevaron a cabo un ejercicio interactivo con más de 50 bancos en todo el mundo. El ejercicio abarcaba preguntas sobre estrategia climática y gestión del riesgo climático, seguidas de una serie de reuniones de control. La gestora encontró claras evidencias de pautas comunes. A un nivel alto, algunos de los bancos británicos, neerlandeses y suizos muestran un buen desempeño. Les siguen a escasa distancia los bancos nórdicos, franceses, españoles y japoneses, mientras que los irlandeses, alemanes, italianos y chinos marchan rezagados.
Columbia Threadneedle Investments ha empezado a tener en cuenta en su análisis la exposición de los bancos a los riesgos del cambio climático. Si bien el cambio climático aún no está afectando a los beneficios de los bancos o sus requisitos de capital, podría empezar a hacerlo ya en los próximos dos a cinco años.
Puesto que al evaluar las compañías la gestora maneja un horizonte a dos años vista, se está incorporando este factor en su análisis de renta fija y asignando calificaciones relativas a los bancos. Dichas calificaciones están empezando a afectar la construcción de la cartera. En la opinión de Columbia Threadneedle Investments, no pasará mucho tiempo antes de que los inversores en general empiecen a diferenciar entre líderes y rezagados. Esto creará una oportunidad para los inversores activos y, al mismo tiempo, recompensará con un coste de capital competitivo a los bancos más previsores en abordar el cambio climático.
Anotaciones:
(1) Morgan Stanley, 2021.
(2) Banco Central Europeo, 2021.
(3) https://www.banktrack.org/article/banking_on_climate_ change_fossil_fuel_finance_report_card_2020
(4) FT.com, “JPMorgan Chase promises to shift portfolio away from fossil fuel”, 7 de octubre de 2020. 5 Banking on Climate Change, https://www.ran.org/wp-content/ uploads/2020/03/Banking_on_Climate_Change__2020_vF.pdf Marzo de 2020.
Información importante:
Exclusivamente para uso de clientes profesionales y/o tipos de inversores equivalentes en su jurisdicción (no debe entregarse a clientes particulares ni emplearse con ellos). Con fines comerciales y promocionales. Este documento se ofrece exclusivamente con fines informativos y no debe considerarse representativo de ninguna inversión en particular.
No debe interpretarse ni como una oferta o una invitación para la compraventa de cualquier título u otro instrumento financiero, ni para prestar asesoramiento o servicios de inversión. Invertir implica un riesgo, incluyendo el riesgo de pérdida de capital. Su capital está sujeto a riesgos. El riesgo de mercado puede afectar a un emisor, un sector económico o una industria en concreto o al mercado en su conjunto.
El valor de las inversiones no está garantizado y, por lo tanto, los inversores podrían no recuperar el importe inicialmente invertido. La inversión internacional conlleva ciertos riesgos y volatilidad por la posible inestabilidad política, económica o cambiaria, así como por las diferentes normas financieras y contables.
Los valores que se incluyen aquí obedecen exclusivamente a fines ilustrativos, están sujetos a cambios y no deben interpretarse como una recomendación de compra o venta. Los valores que se mencionan pueden o no resultar rentables. Las opiniones se expresan en la fecha indicada, pueden verse alteradas con arreglo a la evolución de la coyuntura del mercado u otras condiciones y pueden diferir de las opiniones ofrecidas por otras entidades asociadas o afiliadas de Columbia Threadneedle Investments (Columbia Threadneedle). Las decisiones de inversión o las inversiones efectivamente realizadas por Columbia Threadneedle y sus filiales, ya sea por cuenta propia o en nombre de los clientes, podrían no reflejar necesariamente las opiniones expresadas. Esta información no tiene como finalidad prestar asesoramiento de inversión y no tiene en cuenta las circunstancias específicas de los inversores. Las decisiones de inversión deben adoptarse siempre en función de las necesidades financieras, los objetivos, las metas, el horizonte temporal y la tolerancia al riesgo del inversor en cuestión. Las clases de activos descritas podrían no resultar adecuadas para todos los inversores. La rentabilidad histórica no garantiza los resultados futuros y ninguna previsión debe considerarse garantía de rentabilidad. La información y las opiniones proporcionadas por terceros han sido recabadas de fuentes consideradas fidedignas, aunque no se puede garantizar ni su exactitud ni su integridad. Ni este documento ni su contenido han sido revisados por ninguna autoridad reguladora. En Australia: Publicado por Threadneedle Investments Singapore (Pte.) Limited [“TIS”], ARBN 600 027 414. TIS está exenta del requisito de contar con una licencia australiana de servicios financieros en virtud de la Ley australiana de sociedades (Corporations Act) y se fundamenta en lo dispuesto por la normativa Class Order 03/1102 relativa a la prestación de servicios financieros y de comercialización a los clientes mayoristas australianos, tal y como se define este término en la sección 761G de la Ley de sociedades de 2001. TIS está regulada en Singapur (número de registro: 201101559W) por la Autoridad Monetaria de Singapur (Monetary Authority of Singapore) de conformidad con la Ley de valores y futuros (Securities and Futures Act) (Capítulo 289), que difiere de la legislación australiana. En Singapur: Publicado por Threadneedle Investments Singapore (Pte.) Limited, 3 Killiney Road, #07-07, Winsland House 1, Singapur 239519, entidad regulada en Singapur por la Autoridad Monetaria de Singapur (Monetary Authority of Singapore) de conformidad con la Ley de valores y futuros (Securities and Futures Act) (Capítulo 289). Número de registro: 201101559W. Este material no ha sido revisado en Singapur por la Autoridad Monetaria de Singapur. En Hong Kong: Publicado por Threadneedle Portfolio Services Hong Kong Limited 天利投資管理香港有限公司. Unit 3004, Two Exchange Square, 8 Connaught Place, Hong Kong, firma autorizada por la Comisión de Valores Mobiliarios y Futuros de Hong Kong (“SFC”) para desarrollar actividades reguladas incluidas en el epígrafe 1 (CE:AQA779). Sociedad registrada en Hong Kong conforme a la Ordenanza de Sociedades (Capítulo 622) con el n.º 1173058. En el Reino Unido: Publicado por Threadneedle Asset Management Limited, sociedad registrada en Inglaterra y Gales con el n.º 573204. Domicilio social: Cannon Place, 78 Cannon Street, Londres EC4N 6AG. Autorizada y regulada en el Reino Unido por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA). En el EEE: Publicado por Threadneedle Management Luxembourg S.A. Inscrita en el Registro Mercantil de Luxemburgo (R.C.S.) con el número B 110242, 44, rue de la Vallée, L-2661 Luxemburgo (Gran Ducado de Luxemburgo). Se puede obtener un resumen de los derechos del inversor en inglés en nuestro sitio web. En Oriente Próximo: Este material lo distribuye Columbia Threadneedle Investments (ME) Limited, sociedad regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái (DFSA). Para distribuidores: Este documento ha sido concebido para ofrecer a los distribuidores información sobre los productos y servicios del Grupo y no está destinado a su posterior divulgación. Para clientes institucionales: La información contenida en este documento no constituye asesoramiento financiero alguno, y está dirigida exclusivamente a personas con el conocimiento adecuado en materia de inversión, que satisfagan los criterios normativos para ser considerados Clientes Profesionales o Contrapartes de Mercado; ninguna otra persona deberá actuar sobre la base de esta información. En Suiza: Threadneedle Asset Management Limited. Sociedad registrada en Inglaterra y Gales con el n.º 573204, Cannon Place, 78 Cannon Street, Londres EC4N 6AG, Reino Unido. Autorizada y regulada en el Reino Unido por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA). Publicado por Threadneedle Portfolio Services AG, domicilio social: Claridenstrasse 41, 8002 Zúrich, Suiza. Se puede obtener un resumen de los derechos del inversor en inglés en nuestro sitio web. Columbia Threadneedle Investments es la marca global del grupo de sociedades Columbia y Threadneedle. columbiathreadneedle.com