Desde la boutique especializada en estilo quality growth Berenberg consideran que la renta fija ya ha descontado en parte el previsible giro en política monetaria, pero que los bonos corporativos de alta calidad con vencimiento a 1-3 años pueden contribuir a mantener los rendimientos actuales, a la vez que observan atractivo en los bonos en moneda local de mercados emergentes y en las estrategias multiactivos capaces de aportar la necesaria diversificación en tiempos de volatilidad e incertidumbre.
Bernd Meyer, Head of Multiasset Strategies y Chief Investment Strategist en Berenberg, explica en conversación con Funds Society que la flexibilización masiva de las condiciones financieras que se produjo a finales del año pasado, con una bajada de los diferenciales de los bonos, debilitamiento del dólar, caída del precio del petróleo y subida de la renta variable, resultó equivalente a un estímulo para la economía, similar a un recorte de tipos de interés. A causa de ello, la economía estadounidense parece ahora más cerca del “no aterrizaje” que de otros escenarios.
¿Cuál es la visión de Berenberg sobre la renta fija para este año?
Consideramos que la caída brusca de los rendimientos de los bonos que se produjo en noviembre y diciembre, que hizo que los rendimientos de los bonos a 10 años en Estados Unidos cerraran el año donde empezaron 2023, y en el caso del Bund alemán incluso 50 puntos básicos por debajo, arrastró hacia finales de 2023 parte del retorno que habríamos esperado para 2024. Por tanto, el punto de partida se ha vuelto algo más difícil para este año. Realmente la prevista flexibilización de los bancos centrales se ha descontado en cierta medida.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que las curvas de rendimiento siguen invertidas. El rendimiento a 10 años es de 30-40 puntos básicos más bajo que el rendimiento a 2 años. E incluso, a corto plazo, la inversión es aún mayor, por ejemplo de 3 meses a 2 años. Así que aunque los bancos centrales relajen la política monetaria en el extremo corto, el extremo largo, si no hay algún tipo de normalización, no necesariamente tiene que caer. Nuestros economistas prevén para finales de año un rendimiento de un 4,4 % para los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años y de un 2,7 % para el Bund. Así que, en general, yo diría que los inversores en bonos refugio seguros deberían poder generar carry, pero no deben esperar demasiado en cuanto a apreciación o depreciación de los precios de los bonos, porque los rendimientos a 10 años podrían no moverse mucho.
Lo que también pensamos es que todavía habrá una alta volatilidad en renta fija por la elevada oferta de bonos del Tesoro que necesita ser digerida por los mercados, y los riesgos de una inflación quizá más persistente de lo que muchos creen.
En cuanto al crédito, creemos que los diferenciales del high yield son demasiado estrechos, así que somos cautos, mientras que en el espacio corporativo de grado de inversión aquí en Europa todavía tenemos unos diferenciales de prima de riesgo aceptables. Por eso los bonos corporativos de menor duración siguen siendo algo que nos gusta.
¿Qué estrategias de renta fija de Berenberg considera interesantes en este contexto?
Con la perspectiva de unos tipos de interés que se espera bajen, creemos que tiene sentido centrarse en bonos corporativos de alta calidad con vencimiento a 1-3 años con el objetivo de mantener los rendimientos y diferenciales actuales, en vez de permanecer en fondos del mercado monetario o depósitos a corto plazo, que representan una solución transitoria, porque a largo plazo, más allá de los próximos 12 meses, al estar la curva invertida los rendimientos no cubren la tasa de inflación prevista, por lo que se estaría perdiendo dinero.
En nuestro caso, destacaría el Berenberg Euro Enhanced Liquidity Fund, que tiene un enfoque muy conservador, como una alternativa a los fondos del mercado monetario, para aquellos que quieren mantener este nivel de tipos de interés durante algo más de tiempo, con la perspectiva de que los bancos centrales relajarán la política monetaria este año. Para los que creen que los bancos centrales mantendrán los tipos de interés más altos durante más tiempo, tenemos el Berenberg Floating Rate Notes Fund.
¿Y en el espacio del high yield?
Para aquellos inversores en busca de mayores rendimientos, optaría en este momento por los bonos de mercados emergentes en moneda local frente a bonos denominados en euros o dólares. En high yield, los diferenciales de crédito en los mercados desarrollados parecen muy ajustados en comparación con los niveles históricos. Por el contrario, los rendimientos de los bonos en moneda local de los mercados emergentes y sus divisas tienden a beneficiarse de unos rendimientos reales más elevados, ya que los bancos centrales de los países emergentes han subido los tipos de interés con más rapidez que la Fed y el BCE y la inflación ha disminuido. A ello se suma que la deuda emergente tiende a beneficiarse cuando el dólar se debilita, algo que podría ocurrir una vez que la Fed comience a recortar los tipos de interés. Asimismo, los bonos emergentes en moneda local están mucho menos correlacionados con el resto del mercado de bonos y tienen por tanto un efecto de diversificación en la cartera. Tenemos un largo track record en este sentido con el Berenberg EM Local Bonds Fund, que en este momento invierte en países latinoamericanos como México y Brasil y del Este de Europa y Asia.
¿Y como director de multiactivos en Berenberg, qué oportunidades observa para este sector este año?
Destacaría dos posibles estrategias. La primera es el Berenberg Multi Asset Balanced como un fondo multiactivos clásico con un equilibrio con el índice de referencia, un 50% de renta variable, un 35% de renta fija y un 10% de inversiones alternativas (como materias primas, oro, estrategias alternativas) y un 5% en efectivo. Está muy alineado con nuestra estrategia general de inversión en nuestro negocio de mandatos de gestión de patrimonios. Se trata de una estrategia de gestión patrimonial equilibrada en forma de fondo, muy impulsada también por nuestro ADN específico de inversión de crecimiento de calidad en renta variable e inclusión de pequeña capitalización.
El segundo es el Berenberg Variato, un fondo multiactivos flexible, del que también formo parte del equipo de gestión, cuya diferencia es que no tiene índice de referencia. El enfoque es en segmentos de nicho atractivos, como microcaps, bonos nórdicos de alto rendimiento e inversión temática en áreas como la ciberseguridad, la transición energética o el envejecimiento de la población. En general tenemos un enfoque que va más allá del mix tradicional entre bonos y renta variable. Lo llamamos “el verdadero multiactivos”: invertimos en todas las regiones, clases de activos, segmentos y vehículos. En las materias primas nos centramos en metales preciosos, metales de base y energía. Para alcanzar una amplia diversificación también mezclamos deliberadamente segmentos de nicho poco correlacionados, como los bonos catástrofe o inversiones alternativas líquidas.
Nuestro objetivo, tanto en el espacio de renta fija como en el de multiactivos, no es generar un retorno a cualquier precio, sino generar un rendimiento a un precio razonable, con una volatilidad razonable, y ser el fondo que básicamente genera el mismo rendimiento con la volatilidad más baja de todos sus homólogos.
Capital Strategies Partners distribuye los fondos de Berenberg Asset Management en España, Italia y Portugal.