Javier Pérez y Antonio López, gestores Renta Variable en March AM, estuvieron el pasado mes de mayo en Omaha, en la famosa reunión anual organizada por Warren Buffett. En su carta de mercados mensual, la gestora presenta la crónica sobre el viaje de los gestores a la meca de su filosofía de inversión, el value. Y explica cómo del viaje vuelven aún con más convicción.
“Para nosotros, acudir a esta reunión de frikis o retiro filosófico del “value” nos hace reenfocarnos hacia la pureza de este estilo de gestión eliminando lo accesorio y, además nos hace reforzar más si cabe nuestra forma de gestionar los fondos de inversión de March AM”, explican. Y dan las claves de la inversión: “Estamos convencidos de que, en el largo plazo, es mucho más interesante comprar negocios buenos y rentables, con ventajas competitivas que podamos identificar, a un precio razonable que comprar negocios malos (bajos márgenes y retornos) a un precio muy barato. De cualquier manera, como el precio pagado define el riesgo asumido, es posible que formen parte de nuestras carteras, de forma excepcional y temporalmente, empresas que no tengan estas características ideales, pero que dado el descuento con el que cotizan sobre su valor intrínseco nos permite identificarlas como buenas inversiones, siempre que el equipo directivo sea excelente”, explican.
También explican que es mejor “comprar un buen negocio con un equipo gestor mediocre que un negocio mediocre con un buen equipo gestor” porque en el primer supuesto el equipo gestor puede ser sustituido pero en el segundo caso es muy difícil modificar las características de un negocio. Otra característica que señalan es que, para batir al mercado, “es fundamental buscar oportunidades de inversión sin estar comprimido por la exigencia de replicar un índice de referencia”.
“Consideramos imposible predecir los movimientos de mercado en el corto plazo y, en cualquier caso, trataremos de aprovecharlos para comprar o vender, si estos movimientos erráticos nos dan la oportunidad de aprovechar cotizaciones inadecuadas para nuestras inversiones. El mercado está para servirnos no para informarnos. Además, la disciplina y la paciencia al analizar una compañía son claves para obtener el tipo de retorno que esperamos en el horizonte de inversión planteado”, explican.
Tras relatar un viaje en el que pudieron atender a la conferencia de más de ocho horas que ofreció Warren Buffett y Charlie Munger, en la que la gran mayoría del tiempo (7 horas y media) se dedicaron a contestar preguntas, destacan algunas citas literales de la reunión que para ellos poseen puro valor añadido, entre las que se encuentran las siguientes: “Cuando el ego actúa, la gente hace cosas que no debería hacer: hay que eliminar los incentivos que actúan sobre el ego”; “Contrariamente al resto de la gente, prefiero hablar negativamente de las compañías de las que soy accionista: o bien podré comprar más acciones o bien las compañías podrán recomprar sus acciones”; “Todavía existen serios peligros en el sistema financiero”;“Nunca estaré a favor de dirigir un negocio en pérdidas”; “Si piensas que los tipos de interés se mantendrán bajos por un periodo de tiempo largo, entonces la renta variable está barata. Si piensas que los tipos de interés van a comenzar a subir en el corto plazo, entonces la renta variable está cara. Ahora sólo tienes que hacer TÚ tu apuesta”; “El euro, tarde o temprano, sufrirá una transformación, ya que en su forma actual no es sostenible”; “Creo más en la filantropía individual que en la filantropía empresarial, no es mi trabajo decidir en qué ámbito filantrópico actuarán mis accionistas, sino conseguir el mayor retorno para ellos y que sean ellos los que decidan qué hacer”.
A continuación se reproduce el relato del evento:
“Estamos en Omaha, Nebraska. Si miramos en el mapa vemos que Nebraska es un estado que se encuentra prácticamente en el centro de EE.UU. Con medio millón de habitantes, población media para los estándares europeos pero muy pequeña para los americanos, y basada en su mayor parte en agricultura y ganadería, Omaha es una ciudad próspera. Curiosamente toda la gente con la que hablamos, incluidos los taxistas (que suelen ser siempre los más pesimistas), nos comentan que se vive razonablemente bien (a pesar del clima extremo), que los ciclos económicos del resto del país no se hacen sentir ni en las alzas ni en las bajas y que, a nivel práctico, el coste de la vida es un 50% inferior al de Chicago – la metrópoli más cercana- pero sólo un 25% inferior en términos de salarios.
Son las cuatro y media de la mañana, estamos en un Hotel a 20 km de Omaha y estamos desesperados por conseguir un medio de transporte para ir al centro de la ciudad, al CenturyLink Convention Center, cuyas puertas no abrirán hasta las 7.30AM. El transporte que reservamos ayer al llegar a esta ciudad de la América profunda, después de 15 horas de vuelo cogiendo 3 aviones cada cual más pequeño que el anterior (Madrid-Nueva York-Detroit) no aparece. Nuestro objetivo es asistir al llamado “Woodstock para capitalistas” o la reunión anual de accionistas de Berkshire Hathaway. En este año, nosotros, junto con otras 40.000 almas de todo el mundo – algunos españoles, pero sorprendente la asistencia de asiáticos a pesar de que algunos no saben inglés, os lo aseguro- somos los “afortunados”. Después de milagrosamente encontrar un taxi en nuestro hotel, llegamos a la cola a las 5 de la mañana. Aguantamos estoicamente a las puertas del centro de convenciones para asistir a las lecciones impartidas por dos ancianos de 84 y 91 años respectivamente, leyendas vivas de la inversión, Warren Buffett y Charlie Munger. Este año se celebra el 50 aniversario de la creación del “partnership” financiero más exitoso de todos los tiempos y lademonstración empírica de que una gestión fundamentada en la filosofía “value”, basada en comprar buenas compañías, buenos negocios con equipos directivos honrados y a precios razonables puede crear valor (y mucho) para el accionista en el medio y largo plazo.
Para nosotros, inversores basados en criterios “value”, asistir a este evento nos hace parecer por un lado una mezcla de “raros”, asistiendo a una reunión de unos mitos dignos de toda nuestra admiración, y, por otro lado, de unos profesionales de la inversión dispuestos a participar en un retiro con el resto de colectivo que comulga con la filosofía “Value”. Asistimos a una reunión de carácter “filosófico”, de esas a las que hay que asistir al menos una vez en la vida si uno es inversor creyente en esa filosofía, basada en la Escuela de la Universidad de Columbia y esos incunables llamados “Security Analysis” de Benjamin Graham & David Dodd publicado en 1934 y “The Inteligent Investor” publicado por Benjamin Graham en 1949. Este retiro nos permitirá volver a los básicos de nuestra filosofía de inversión y olvidarnos del “ruido monetario” generado por el mercado monetariamente expansivo de Draghi y Yellen.
De repente, en cuanto empezó el evento, las 15 horas de avión, colas, 4 horas de espera en el frio exterior y las dudas iniciales acerca de qué hacíamos allí, se disiparon, las olvidamos y entendimos por qué esa simple “reunión anual” de una compañía cotizada provocaba ese nivel de asistencia y de expectación a nivel mundial. Nuestras expectativas no sólo se superaron sino que se vieron ampliamente rebasadas en las cerca de 8 horas de reunión, con tan sólo una hora de descanso para comer.En estas 8 horas nos enseñaron una transparencia, 5 minutos en los que Warren y Charlie comentaron el año de Berkshire, calificándolo como “pretty good”, 30 minutos de un video cuya visualización ya merece la pena el viaje, y el resto, es decir, 7 horas y 30 minutos, dedicados a preguntas y respuestas.
El vídeo merece una mención especial: es muy difícil explicar, acostumbrados como estamos a la circunspección de los inversores europeos, lo divertido que resulta ver una secuencia donde, por ejemplo, Warren pretende enfrentarse en un combate de boxeo con Mayweather protegiendo su dentadura con apenas un puñado de bombones sin masticar, tras haberse ejercitado haciendo “press de banca” (eso sí, ayudado por dos empleados que tiraban de la barra por sus extremos), o donde Charlie es el nuevo ligue billonario de Nicolette Sheridan (actriz de la serie Mujeres Desesperadas) para envidia de sus íntimas en el barrio, o cuando ambos consiguenhacerse con su negocio de chocolates See’s Candies comprándoselo, supuestamente, a los protagonistas de Breaking Bad. Insuperable, de verdad.
Tras esta visualización comenzaron las 7 horas y 30 minutos de de preguntas y respuestas de toda índole donde, con su sentido del humor habitual, Warren respondía primero, de forma extensa y detallada, y luego cedía la palabra con un simple “Charlie…” a su socio que, breve y conciso, nos regalaba perlas de sabiduría inversora irrepetibles. Y todo ello regado, como diríamos en España, con Coca-Cola y comiendo prácticamente sin parar, unas almendras azucaradas, al estilo garrapiñado”; así relatan Javier Pérez y Antonio López, gestores de Renta Variable de March AM, su experiencia.