Si en 2016 la política ha sido un elemento clave en las decisiones de inversión, en 2017 la situación será muy similar. El concepto de geo inversión se instala en unos mercados pendientes de las citas electorales en Europa y del giro en política económica que se produzca en los EE.UU. de Donald Trump.
A Juan Ignacio Crespo, economista y autor de “¿Por qué en 2017 volveremos a estar en recesión?”, le cuesta encontrar datos que avalen su teoría de un nuevo episodio recesivo el año próximo, un argumento que defiende desde hace unos años pero que ahora, a tenor de las cifras de 2016 y las perspectivas para 2017, parece hacer aguas. En un encuentro con periodistas financieros organizado por CFA, Crespo mantenía su visión: “Hace un año era evidente que venía una recesión global; ahora no lo tengo tan claro, pero mantendré mi visión, al menos, hasta que acabe el año”, afirma.
Para apoyar este escenario, acude en primer lugar a los últimos datos de comercio mundial. En concreto, al comercio internacional de Australia y Singapur que en el tercer trimestre del año ha registrado contracción. “El estancamiento del comercio mundial tiene mucho que ver con el precio de las materias primas”, explica el experto, que apunta al Indice Báltico Seco -que ha caído un 25% en las últimas cuatro semanas tras subir un 57% en las tres semanas anteriores-.
Otra señal la observa en los beneficios empresariales en EE.UU. durante los últimos cinco trimestres: “Si excluimos bancos y aseguradoras, han caído un 5,16% en el tercer trimestre de 2016, lo que demuestra que es el sector financiero el que está soportando los beneficios empresariales”, explica.
En su opinión, podríamos estar incluso en la fase previa a un crack bursátil, con la Bolsa de Nueva York en máximos históricos. “Todo parece malo para la economía estadounidense, pero hay mucha fe en el plan de infraestructuras de Trump. Él no es un político, es un tendero que sólo quiere construir mucho, que su país cobre por todo e ingresar en el club de los doce más ricos»», añade. Crespo destaca, además, otro estancamiento, el de la productividad. «EE.UU. necesita más productividad o Trump acabará haciendo lo contrario de lo que propugna: atraer más inmigrantes«, dice.
En cuanto al dólar, tampoco prevé que se siga fortaleciendo mucho: “Habrá cambio de tendencia en las materias primas y, cuando esto pasa, el dólar cae”, afirma. Y una de las materias primas que Crespo observa de cerca es el precio del trigo “cuyas subidas de precio anticipan incluso revoluciones”. A su juicio, “va a seguir cayendo algunos meses y luego va a experimentar un fuerte repunte”.
La UE, una “mala salud de hierro”
Juan Ignacio Crespo resta importancia a la mayoría de las incertidumbres políticas que reinan en Europa empezando por el Brexit: “No creo que se produzca”, dice, siguiendo por la posible victoria de Marie Le Pen en Francia o el movimiento 5 estrellas en Italia.
Sobre la banca europea, su diagnóstico es claro: “Los bancos europeos han recibido 500.000 millones de euros y necesitan una última ronda de capitalización equivalente a la anterior para equipararse a lo que recibió el sector financiero en EE.UU.”
Crespo reconoce, por ejemplo, que el rescate a Bankia le pareció excesivo en su momento, pero “ahora creo que a pesar de que sólo necesitaba la mitad estuvo bien hecho”.