El crédito emergente se merece más crédito, entre otras cosas por su tamaño. Su volumen vivo en dólares es de 2,1 billones, tan grande como el de deuda de alta rentabilidad en dólares, 1,7 billones, y en euros, 0,4 billones, cuando hace diez años era sólo una fracción. Con tasas de impago y recuperación ajustadas a estándares desarrollados, su calificación crediticia media es grado de inversión. Proporciona diversificación respecto a otros mercados de renta fija y cuenta con vencimientos a corto plazo, de sensibilidad a tipos de interés menor.
En cuanto a su rentabilidad a vencimiento es del 6%, cuando muchas clases de activo de renta fija siguen proporcionando rentabilidad negativa. Incluso, por primera vez en dos años, el diferencial del crédito emergente de alta rentabilidad, por el índice CEMBI Broad HY, supera al high yield en dólares de EE.UU., a pesar de contar con mejor calificación crediticia, pues la de EE.UU. tiene mayor proporción de “CCC”.
De hecho, la calidad media del índice de crédito emergente grado de inversión EM IG CORP ha ido mejorando desde “BBB” en el año 2000 hasta superar “BBB+”, mientras la de deuda de alta rentabilidad de EE.UU. disminuyendo de “A” a “A-“. A ello se añade que estas empresas en emergentes tienden estar menos apalancadas -deuda neta/beneficio de explotación- que en EE.UU. y «para una misma calificación crediticia paga mejor en casi todas las categorías para un mismo riesgo financiero. Aunque hay otros factores de riesgo se puede extraer valor en estas situaciones», afirma Alain Nsiona Defise, director de crédito de mercados emergentes de Pictet AM
Turquía, Argentina, Brasil y Sudáfrica: es idiosincrático
El caso es que hay preocupaciones sobre el crecimiento en Argentina, Turquía, Brasil y Sudáfrica, así como el posible contagio a otros emergentes. De hecho, desde julio los diferenciales de crédito en emergentes han tendido a seguir la misma dirección que sus monedas, a diferencia de 2017 y 2016. Según Defise, «de todas formas consideramos idiosincrático el estado de cosas en Turquía Argentina Brasil y Sudáfrica».
Respecto a Turquía, Pictet se mantiene fiel a su histórica apuesta por las en empresas antes que por los bancos, donde han estado infraponderados y no han sufrido tanto este verano. «Hay que tener en cuenta que en Turquía hay compañías contra cíclicas respecto a riesgo soberano. Otras tienen modelos de negocio muy estables, como en telecomunicaciones, con bajo nivel de endeudamiento», señala Defise.
Oportunidades en servicios públicos en Argentina
Pictet AM defiende la inversión en crédito empresarial de Argentina por raciones idiosincráticas, pero son cautos respecto a su deuda soberana. «Hay que tener en cuenta que la rentabilidad a vencimiento de la deuda de estas empresas de servicios públicos es muy atractiva, 11 a 12%, con contratos de largo plazo -difíciles de alterar por el gobierno- ligados al dólar», advierte Defise. «Creemos que en Argentina habrá un punto de inflexión cuando mejore el crecimiento de su economía y/o inflación. De momento, con la intervención del FMI, el mercado indica que la liquidez en moneda fuerte es aceptable hasta 2019, si bien hay que prestar atención a la liquidez interna de su deuda, que requiere refinanciación», añade.