Moody’s mantiene la calificación de Aa3 estable para la deuda soberna de Chile, tan sólo tres escalones por debajo de la máxima nota. En su último informe, Moody’s menciona “los fuertes fundamentales macroeconómicos de Chile, los saludables fundamentales crediticios de sus entidades bancarias, y las posiciones en mercado y el acceso a financiación de las compañías no financieras”, como argumentos sobre los que se apoya para mantener su calificación. El menor crecimiento experimentado por ciertos factores domésticos y la caída global de los precios de las materias primas son reconocidos como factores que actúan en detrimento de la economía chilena.
En el informe “Calidad crediticia en Chile: bancos, sectores corporativos preparados para soportar un menor crecimiento y cambios en política”, Moody’s ensalza la fortaleza fiscal de la economía chilena, la cual proviene de los bajos indicadores de deuda y de su política de estabilidad.
Contrariamente a las preocupaciones de mercado, ninguno de los cambios propuestos como reformas políticas por la presidenta chilena Michelle Bachelet afectarían a factores macroeconómicos claves o a sus políticas fiscales. La presidenta ha llevado a cabo una agresiva agenda para incluir nuevos impuestos, cambios en el sistema de educación y una posible reforma en la constitución conforme avance 2015, tanto el ritmo como la naturaleza de las reformas han despertado preocupaciones sobre un posible giro en la política fiscal a largo plazo de Chile. A pesar de ello, el crecimiento estimado para Chile a mediados de 2016 se encuentra cerca de la mediana de los países de la región, pero con una menor deuda que los otros países, y con una de las posiciones fiscales más fuertes entre las emisiones de deuda soberana a nivel global. El gobierno considera que las reformas fiscales acometidas incrementarán los ingresos recaudados en torno al 2%-3% del PIB para 2018.
«Aunque el índice de aprobación de la presidenta Michelle Bachelet se encuentra en los niveles más bajos de la historia y su agresiva agenda de reformas amenazan con afectar la estabilidad política que ha dominado desde que Chile volvió a la democracia en 1989, nada de esto ocasionará que incremente la carga de deuda de Chile durante la administración de la presidenta Bachelet», señala Marianna Waltz, directora en Moody’s. «La mayoría de los cambios propuestos se financiarían incrementando los ingresos fiscales, lo cual es positivo a efectos crediticios porque no incrementaría la carga de deuda del país», añade Waltz.
Valoración de la deuda del sistema bancario
La calidad crediticia de los bancos de Chile permanece similarmente fuerte debido al amplio acceso que tienen a financiamiento. Los bancos están incrementando el uso de los mercados locales de capital para soportar el crecimiento de sus créditos.
A pesar de encontrarse en una fase de maduración en el ciclo de inversión, de estar experimentando una demanda doméstica más débil, y de enfrentarse a una mayor incertidumbre por la nueva agenda de reformas políticas, las entidades bancarias en Chile continúan exhibiendo fundamentales de crédito sólidos. Parece poco probable que las nuevas corrientes de reformas políticas tengan algún efecto en el sistema bancario chileno; pero es posible que la calidad de los activos bancarios se vea deteriorada levemente por la incertidumbre económica.
«Los niveles de morosidad incrementarán ligeramente en medio de la desaceleración económica, pero una administración proactiva del crecimiento crediticio, de la asignación de activos y de reservas ayudarán a contener los problemas de calidad de activos», comenta Marianna Waltz.
Valoración de la deuda de compañías no financieras
Las compañías no financieras tienen fuertes posiciones en los mercados y un fuerte acceso local a líneas de crédito bancarias no comprometidas, y mantendrán un buen acceso a las fuentes de financiación internacionales, incluso si la reducción en la inversión la hace menos necesaria. La desaceleración del crecimiento de Chile pondrá a prueba la rentabilidad y la demanda de los comercios minoristas domésticos hasta mediados de 2016, los cuales dependen del consumo interno. El debilitamiento de los precios de las materias primas y el incremento de los costes de producción contendrán la rentabilidad para los productores de cobre, sector minero crucial para Chile, como es el caso de Codelco, la compañía con mayor producción de cobre a nivel mundial.
El ingreso operativo para los exportadores de celulosa Arauco e Inversiones CMPC mejorará hasta mediados del 2016, parte por la depreciación del peso chileno, parte por el incremento del volumen experimentado por el reciente aumento de la capacidad productiva de ambas empresas, así como mejores precios para la celulosa. Arauco expandió sus instalaciones en Montes de Plata en Uruguay en 2014, y CMPC inauguró recientemente una planta de celulosa en Guaiba en Brasil.
Moody’s espera que el crecimiento del PIB mejore en 2015-16 a pesar de los desafíos que representa una inversión más débil en este año.