Ahora, después de un acontecido inicio de año, la divergencia entre las economías latinoamericanas andinas y no andinas va a hacerse aparente de nuevo, según Credicorp Capital. Y este contexto, asegura la firma, es importante tener en cuenta los riesgos y factores a considerar de la subregión.
Chile y el riesgo político
Para el país austral, Credicorp ve entre los factores positivos que el país implementó “uno de los paquetes de estímulo más grandes de la región para enfrentar la pandemia” y que se instaló como “líder en vacunación a nivel regional y global”, con la cuarta dosis ya en proceso.
A esto se suma la dinámica económica post-pandemia que ha mostrado, con una recuperación más rápida que otros casos latinoamericanos en el agregado de 2020 y 2021, según resaltó la gestora en un informe reciente. Así, el país cuenta con “robustas métricas fiscales y de deuda en comparación con sus pares con calificación A” y credibilidad en la política monetaria.
En el caso del frente político, Credicorp asegura que “las señales de moderación (del entrante gobierno de Gabriel Boric) tienen el potencial de impulsar las expectativas empresariales”. Un ejemplo de esto es el nombramiento de Mario Marcel, expresidente del Banco Central, como ministro de Hacienda.
Así, una moderación reciente de la incertidumbre política y el avance en reformas estructurales, como la Pensión Universal, completan el panorama de puntos a favor de la economía chilena.
Ahora, por el lado negativo, el riesgo político no ha desaparecido. Según la gestora, la principal fuente de ansiedad actualmente es la Convención Constitucional y los cambios que pueda tener el modelo económico local.
Esto ancla los negativos que delinea Credicorp para el país: que se dé un “rápido deterioro de los indicadores fiscales y mayores riesgos futuros ante sistemáticas medidas populistas”, el Acelerado consumo de ahorros públicos y privados, el avance limitado de las reformas estructurales y la debilidad en la inversión.
En esa línea, la administradora de fondos augura que los factores que los inversionistas deberían monitorear son el proceso constitucional, potenciales reformas estructurales –como educación, pensiones o tributaria–, el proceso de consolidación fiscal, las protestas y el descontento social, y la situación del mercado laboral.
Colombia y la situación fiscal
Entre los positivos de la economía colombiana, Credicorp resalta sus espacios de solidez. “La actividad ha consolidado un sorprendente ritmo de recuperación que le ha permitido superar niveles pre-pandemia, cerrar la brecha laboral y mejorar la posición fiscal de corto plazo”, señaló la firma en su reporte de perspectivas económicas.
A eso se suma que será el país con mayor crecimiento en América Latina en 2022, según sus estimaciones, y que tienen una tasa de ahorro privado alta, lo que ha permitido consolidar el proceso de recuperación económica.
Además, aunque no se han aprovechado a cabalidad, el contexto de precios altos de commodities mantienen las condiciones externas favorables, y se ha registrado una fuerte reducción de las tensiones sociales, según la gestora.
Los puntos en contra se concentran en la incertidumbre política y la situación fiscal. Por el lado político, el período electoral está tomando fuerza en medio de una alta incertidumbre, “limitando la toma de riesgos y proyectos de inversión”. Esto de cara a las elecciones de mayo de este año.
“La acelerada inflación está deteriorando el ingreso disponible de los hogares, lo que terminaría moderando el ritmo de consumo privado, la inversión y la creación de empleo”, agregó la gestora.
Por el lado del balance público, pese a que se aprobó una reforma tributaria en 2021, “los retos fiscales permanecen altos y una nueva reforma será necesaria de cara a 2023 para estabilizar la deuda pública”. Esto en un contexto en que Credicorp prevé que una persistente ampliación del déficit de cuenta corriente “augura la necesidad de una desaceleración económica, para evitar presiones sobre el financiamiento externo”.
¿A qué deben estar atentos los inversionistas, entonces? Según el informe de la administradora de fondos, los eventos a monitorear son: las elecciones de Congreso y las consultas para definir las candidaturas presidenciales, el desarrollo de la situación social y la creación de empleo, el desempeño de las exportaciones, y la fuerza de la inflación y su punto álgido en el primer trimestre de 2022.
Perú y la confianza
Perú es otro país donde Credicorp destaca la moderación del riesgo político como punto a favor. Las disposiciones recientes del Congreso peruano, asegura la firma, ha reducido la probabilidad de “escenarios extremos”, como una Asamble Constituyente.
Además, la economía local tiene una serie de factores a favor, como una alta tasa de ahorro privado, la reapertura de la economía, consumo contenido y programas gubernamentales que mantendrán un buen desempeño del consumo privado.
Además, los términos de intercambio están altos para el país, y sus socios comerciales tendrán un mayor crecimiento, que sostendrán el crecimiento peruano. Todo esto en un contexto en que se espera que los proyectos de Quellavesco, Mina Justa y Toromocho aporten cerca de 0,7 puntos de crecimiento en 2022, que el déficit fiscal es menor a lo previsto y que el país cuenta con altas reservas internacionales.
El problema, para Credicorp, está en el frente de la percepción. Según la gestora, hay una sensación de “estancamiento” de la economía, debido a la “incertidumbre política ante las señales erráticas de gobierno y su compleja relación con el Congreso”. Pese a que las métricas de confianza empresarial han dado señales de mejora, siguen en niveles históricamente bajos.
Además, se ha registrado una precarización del mercado laboral, ante un aumento fuerte del subempleo, mientras que se han generado situaciones más puntuales, como los conflictos sociales alrededor de proyectos mineros relevante y la aparición de nuevas propuestas de retiros de fondos de pensiones.
Con todo, Credicorp Capital recomienda estar atento a cuatro factores: la relación entre el gobierno de Fernando Castillo y el Congreso, la decisión del Tribunal Constitucional sobre algunas decisiones recientes del Congreso –como el proceso de reformas constitucionales–, la discusión de los nuevos retiros de AFP y la renegociación del contrato del gas de Camisea.