El potencial del rendimiento total permanece positivo, pero algo limitado en el corto plazo, a no ser que la actividad económica mundial y el crecimiento de los beneficios corporativos se adelanten a las expectativas del mercado. Según el último informe de perspectivas de inversión de Loomis Sayles, afiliada de Natixis IM, se espera que el crecimiento global permanezca estable, con una presión de moderada a baja y una política acomodaticia monetaria en la mayoría de las regiones.
Tras un débil primer trimestre, la decisión de la Fed de mantener los tipos de interés en stand by durante el ejercicio actual debería, según apuntó Craig Burelle, analista de research para las estrategias macro de la firma, “respaldar el crecimiento interno en Estados Unidos”. Sin embargo, el experto destaca que, si el crecimiento se acelera significativamente y aumenta la presión de la inflación subyacente, la Fed podría poner, de nuevo, el foco en incrementar el precio del dinero.
Desde el punto de vista de la gestora, la economía global se está moviendo hacia el final de un suave impás dentro de una expansión continua. Por ello, Burelle anticipa un “repunte en la actividad económica en la segunda mitad de 2019”, pero no espera que el impulso de la inflación “aumente significativamente los tipos de interés de referencia”.
Las estimaciones de beneficios del consenso reflejan un crecimiento decente año tras año a un dígito simple en la mayoría de las regiones del mundo. El crecimiento de las ganancias corporativas es un “motor clave de la economía en general”. Por lo tanto, el crecimiento constante debe “mantener la expansión intacta, incluso si el ritmo es más lento que el de 2018”.
El aumento en los indicadores económicos de alta frecuencia, como los índices de compras de los gestores, contribuiría en gran medida a respaldar la confianza de los inversores y los activos de riesgo. Según los expertos de Loomis Sayles, los temores de recesión y fin de ciclo en Estados Unidos “parecen exagerados”. Por eso, consideran que la expansión “debe continuar hasta el próximo año”.
Bonos soberanos y divisas
La debilidad en la economía estadounidense y global llevó a la Fed a ajustar sus proyecciones al alza en 2019. La presión inflacionaria en Estados Unidos no resulta amenazadora, incluso aunque la tasa de desempleo permanezca por debajo del 4% y los salarios, en general, hayan aumentado, por lo que desde Loomis Sayles no esperan “ninguna subida de tipos en 2019”.
De hecho, la gestora considera que se necesitaría una impresionante aceleración de la actividad económica y una sólida evidencia de la presión inflacionaria en Estados Unidos para que la Fed regresara a un régimen de endurecimiento de tasas. En ese sentido, esperan que las tasas de interés en Estados Unidos y Japón permanezcan en un nivel bajo por cierto tiempo.
En opinión de Loomis Sayles, la economía global se está moviendo hacia un periodo de desaceleración económica dentro de una expansión continuada. Es por ello que anticipan un “repunte en la actividad económica en los próximos meses”, pero no esperan un impulso inflacionario que empuje los tipos de interés de referencia a un nivel significativamente elevado.
En este sentido, la deuda de los mercados emergentes puede ser una de “las áreas más atractivas para los inversores que buscan obtener rentabilidades con respecto a Estados Unidos, Europa y Japón”. Además, el debilitamiento del dólar también podría apoyar “el rendimiento de la renta fija en los mercados emergentes en divisa local”.
Crédito
El consenso del mercado estima que los beneficios corporativos continuarán siendo débiles, incluso aunque el repunte del crecimiento global en el segundo semestre fuera más fuerte de lo anticipado. Sin embargo, unos diferenciales significativamente más ajustados parecen improbables.
En todo caso, la tendencia del crédito corporativo de grado de inversión estadounidense permanece positiva en la mayoría de las industrias. Así, Loomis Sayles cree que las preocupaciones por una posible rebaja en la deuda con calificación crediticia BBB en la siguiente desaceleración económica podrían ser algo exageradas.
Ahora que los diferenciales se han ajustado significativamente desde sus máximos en diciembre de 2018, los rendimientos relativos a bonos del Gobierno con una duración similar podrían ser positivos, pero no sustanciales.
El ciclo del crédito global parece estar progresando hacia una etapa de expansión, pero la Fed puede haber extendido la pista antes de llegar a la fase de desaceleración. Los inversores en crédito global deberían ser capaces de recoger los rendimientos mientras los beneficios y la economía global se expanden y la política monetaria no se vuelve muy restrictiva.
Renta variable
Los múltiplos precio/beneficio se han expandido en el primer trimestre desde niveles muy bajos y puede que todavía crezcan algo más ahora que la política de la Fed es más acomodaticia y acorde con el telón de fondo macroeconómico global.
El consenso de las estimaciones en los beneficios refleja un crecimiento aceptable para la mayoría de las regiones del mundo, situándolo en la mitad del rango de una cifra de un solo dígito. El crecimiento del beneficio corporativo es un factor clave en la totalidad de la economía, por lo que su trayectoria constante debería mantener la expansión intacta, incluso si el ritmo es más lento que en 2018.
El rendimiento año a año ha permanecido fuerte y se ha visto impulsado por la expansión en los múltiplos. Un mayor repunte al final del año parece probable si el crecimiento económico comienza a repuntar a finales de la primavera, como se espera.
Las perspectivas del rendimiento en el mercado de renta variable siguen dependiendo de los beneficios empresariales y del crecimiento global. Con ese contexto, Estados Unidos y la renta variable de mercados emergentes parecen estar posicionadas para superar el rendimiento de Europa y Japón durante el siguiente trimestre.
Además, las valoraciones en los mercados emergentes están cercanas a sus límites inferiores. China podría encontrarse “tocando fondo, gracias a una divisa relativamente estable y a un estímulo fiscal en curso”.
Por último, la política fiscal de Estados Unidos sigue siendo una fuente de incertidumbre para la toma de decisiones empresariales, pendientes de realizar inversiones de capital. Una mayor claridad en las negociaciones comerciales con China y unas eventuales rebajas en los aranceles probablemente liderarían los mercados de renta variable global hacia niveles más elevados.