El mundo en desarrollo alberga más de un 80% de la población mundial, y se espera que el consumo anual en mercados emergentes aumente desde los 12 billones de dólares de 2010 hasta los 30 billones en 2025, lo que equivale en torno al 50% del consumo global. Es previsible que los consumidores de esos países dominen diversas categorías de productos. Por ejemplo, China ya ha adelantado a EE.UU. como mayor mercado mundial de ventas de automóviles.
En su último informe de mercado, Fidelity explica cómo el crecimiento del consumo en los mercados emergentes se verá impulsado por múltiples factores. Uno de los más importantes será el “dividendo demográfico”, que surge cuando la población en edad laboral de un país aumenta inducida por el descenso de la mortalidad y las tasas de fertilidad.
“Una cifra mayor de personas en edad de trabajar y un ratio de dependencia menor, unidos a políticas de respaldo de los gobiernos, incrementan la productividad, el ahorro y la inversión, lo que genera unos ingresos disponibles per cápita más altos y un aumento de la propensión al consumo. La población en edad laboral de Asia aumentó más del 20% entre 1965 y 2010. En el mismo periodo, el PIB per cápita de Asia se multiplicó por 7 en lo que se denominó el “milagro asiático”, cuyos principales beneficiarios fueron Corea del Sur y Singapur. La India e Indonesia se encuentran actualmente en esa fase. En el Gráfico 2 se muestra el impacto en el PIB per cápita de la India en los últimos 10 años”, afirman los expertos de Fidelity.
Otro factor importante para el avance del consumo, recuerda la gestora, es la urbanización de la población trabajadora en los mercados emergentes. En 2030, un 46% de la población mundial vivirá en ciudades de un país emergente. “La urbanización impulsa el consumo, por lo que prevemos que favorecerá a las empresas en las que invertimos. Por ejemplo, el desplazamiento desde mercados abiertos tradicionales y negocios familiares hacia supermercados y cadenas de establecimientos minoristas ofrece enormes oportunidades a empresas como FEMSA”.
Esta empresa líder de consumo mexicana cuenta con una gran cadena de tiendas de comestibles y artículos varios y de gasolineras, y tiene un claro recorrido de crecimiento mediante el despliegue de establecimientos comerciales.
“FEMSA tiene oportunidades de crecimiento en distintos mercados que, en mi opinión, el mercado no está percibiendo. Además, tiene la capacidad de financiar su propio crecimiento con una rentabilidad similar o más alta que la de las operaciones en funcionamiento”, explica Ángel Ortiz, gestor de fondos de Latinoamérica de Fidelity.
Otro factor a tener en cuenta es que los puestos de trabajo en la industria son mucho más productivos para la economía que los de la agricultura, y tienden a atraer un nivel educativo más alto. El aumento de la demanda de educación terciaria se está estimulando en los países que acometen reformas. Es probable que la creación de empleo en ciudades de los emergentes se acelere cuando las compañías internacionales busquen los beneficios del arbitraje laboral. Por ejemplo, el salario de un ingeniero de software en Indonesia es un 8% del de un puesto comparable en EE.UU., y un 11% en la India, lo que está favoreciendo a empresas como Cognizant Technology Solutions.
“La llave del crecimiento para los emergentes es la educación, unida a la creación de empleo. Se espera una aceleración del arbitraje laboral y la creación de empleo de bajo consumo per cápita que ampliará los diferenciales de crecimiento entre estos países y los desarrollados”, afirma Greg Konstantinidis, gestor de fondos de consumo de los países emergentes.
El análisis de Fidelity también señalar el impacto de una creciente penetración del crédito en los emergentes. Muchos mercados en fase temprana tienen unos niveles muy bajos de crédito a los hogares, como se muestra en el Gráfico 3. Por consiguiente, apunta la gestora, los niveles de deuda de particulares en los emergentes aún son muy reducidos si se comparan con los desarrollados, y están muy lejos del punto de saturación. Cuanta más población va accediendo al empleo en puestos de trabajo legales, más puede desarrollarse el sistema bancario, abriendo la posibilidad del crédito. Tener la posibilidad de acceder a un préstamo para comprar un coche o una vivienda es otra fuerte determinante del consumo.
“China es un mercado en el que proliferan la competencia y el exceso de oferta, así que no confío demasiado en las estructuras industriales actuales. Aunque la competencia puede ser algo excelente para los consumidores y magnífico para el progreso del país, y puede crear más estabilidad y reducir el riesgo macro, eso no significa que vaya a procurar dinero a los propietarios de las empresas”, cuenta Nick Price, responsable del equipo de renta variable de los mercados emergentes.
Teniendo en cuenta este contexto, nuestra definición de empresas que saldrán favorecidas por esos determinantes no se limita a las acciones clasificadas dentro de los sectores de consumo básico o consumo discrecional. Aprovecharemos las ventajas de cualquier empresa que esté registrando un aumento gradual de su penetración en los mercados de consumo del mundo en desarrollo, desde el turismo, el juego y los automóviles hasta la banca minorista”, concluye.