El festivo del 25 de mayo, tanto en Estados Unidos como en Argentina, no impidió que el gobierno argentino y los tenedores de bonos en legislación extranjera siguieran negociando, ya con el default declarado el pasado 22 de mayo y una nueva fecha límite el 2 de junio.
El gobierno argentino afirma que mantiene un acuerdo de confidencialidad con los tres grupos de acreedores: Ah Hoc, Comité de Acreedores y Argentina Exchange Bondholders. Sin embargo, fuentes de la prensa argentina señalaron que hubo contactos todo el fin de semana y que las autoridades presentaron una nueva propuesta que incluye una mejora de los pagos.
La mayoría de los analistas piensan que las partes lograrán llegar a un compromiso. Así, Edwin Gutiérrez, jefe de Deuda Soberana de Mercados Emergentes de Aberdeen Standard Investments, señaló que “el default de Argentina está en línea con las expectativas. Sin embargo, el gobierno y los tres comités de tenedores de bonos continúan negociando en un esfuerzo por llegar a un compromiso. Nuestro escenario base es que tal compromiso se ha alcanzado, aunque podría llevar algún tiempo”.
Por su lado, Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, aseguró que «en el corto plazo se va a poder llegar a un acuerdo. El mercado está descontando eso con la baja del riesgo país, la suba de los bonos y la estabilidad cambiaria».
Olivia Álvarez, analista de MONEXEUROPE, señala que “los mercados no parecen particularmente alarmados por el reciente default debido al tono amigable del diálogo entre el gobierno y los acreedores en relación a los términos de renegociación de la deuda. El Ministro de economía, Martín Guzman, declaró la semana pasada que existían amplias posibilidades para una restructuración exitosa de la deuda más allá del inevitable default”.
Sobre el contenido de las negociaciones, Olivia Álvarez destaca que “algunas fuentes destacan que el gobierno propone planes para reducir unos 40 millones de dólares la deuda y un período de gracia extra de 3 años. A cambio, los acreedores privados de Argentina avanzan una propuesta para obtener entre un 55% y un 59% de retorno sobre los préstamos de corto plazo como garantía de compromiso. En cualquier caso, las presiones sobre el mercado paralelo de divisas –actualmente con un diferencial de 60% sobre el mercado oficial- continúan reflejando los riesgos que suponen un colapso de las negociaciones de la deuda y la incertidumbre económica que presenta la actual crisis global. El “dólar blue”, como se le conoce al cambio de la divisa en transacciones no oficiales, se ha encarecido más de un 30% desde el brote masivo de la pandemia a mediados de marzo, aunque esta magnitud de depreciación es comparable con el deterioro de otras monedas latinoamericanas como el real brasileño y el peso mexicano”.
Eirini Tsekeridou, analista de renta fija de Julius Baer, explica que “las discusiones de Argentina con los acreedores continúan mientras los grupos de acreedores entregan contrapropuestas para reestructurar los 65.000 millones de dólares de deuda externa del país. Según los medios de comunicación, los tenedores de bonos buscan que se paguen los intereses acumulados, se reduzca el período de gracia y se les proporcione una garantía que les permita participar en cualquier mejora económica, acercando los valores de recuperación al 55%-60%».
La prensa argentina habla de default técnico o soft default para defini lo que está sucediendo. Sin embargo, desde Moodys se recuerda que la situación es seria. Según, Gabriel Torres, vicepresidente regional de la calificadora de riesgo: “Veo mucho que se menciona que es un default técnico. No lo es; Argentina tiene una historia en este tema y muchos piensan que no va a ser la última. Hay muchas razones por la que sucede. Sabemos que va a suceder este default desde mitad del año pasado, el primer paso fue del gobierno anterior cuando hicieron el default de corto plazo: un reperfilamiento para nosotros es un default, porque cambió las condiciones originales de la deuda”, dijo Torres a una radio local.
El pasado viernes 22 de mayo, a las 17:00 de Nueva York, Argentina cayó nuevamente en default después del impago del vencimiento de 503 millones de dólares en intereses de varios bonos bajo jurisdicción internacional
La deuda argentina de títulos emitidos bajo legislación extranjera que se negocia actualmente alcanza los 66.500 millones de dólares. La deuda total de Argentina es de unos 324.000 millones de dólares, cerca de 90% de su PIB. El país le debe 44.000 millones de dólares al FMI.
Durante su historia, Argentina entró en default en 2020, 2014, 2002, 1989, 1982, 1956, 1951, 1890 y 1827.