Termina la COP28 que ha abordado, entre sus temas centrales, cómo realizar un balance mundial para medir los avances en la acción por el clima e identificar lagunas y respuestas para revitalizar la acción internacional inmediata. Uno de sus puntos fuertes, logrado a última hora, ha sido que se incluya en el acuerdo el compromiso de «dejar atrás» los combustibles fósiles. Además, como parte del esfuerzo por impulsar la acción climática acelerada, el Foro y sus socios lanzaron dos nuevas iniciativas alimentarias y avanzaron en la participación de más de 12 asociaciones de alto impacto para que sirvan como plataformas permanentes de colaboración continua en la lucha contra el cambio climático en todo el mundo.
En opinión de Leon Kamhi, director de Responsabilidad de Federated Hermes Limited, a lo largo de la cumbre hemos visto pasos alentadores para lograr la transición a cero emisiones netas. En particular, destaca el aumento de los anuncios y compromisos sobre soluciones renovables y climáticas, que consideran esenciales si queremos alejarnos de los enfoques intensivos en carbono y mantener la disponibilidad de energía y otros bienes y servicios de consumo esenciales. Según su visión, cada vez están más claros los argumentos comerciales para que las empresas mitiguen y aprovechen mejor las oportunidades que presenta la transición climática, algo que subrayan a través de su compromiso con los inversores.
“Nos sentimos prudentemente alentados al ver que el fondo de pérdidas y daños se estableció el primer día de la cumbre, con más de 700 millones de dólares en contribuciones hasta la fecha. Sin embargo, se necesita un respaldo mucho mayor para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los efectos del cambio climático. Se calcula que el coste anual de las pérdidas y daños en los países en desarrollo oscila entre los 100.000 y los 580.000 millones de dólares, y se prevé que aumente”, afirma.
A la hora de hacer un balance de esta edición, Kamhi considera que la COP28 ha brindado a los países la oportunidad de debatir los progresos realizados desde la COP15 y de centrarse en la integración efectiva de la naturaleza en la respuesta al cambio climático. “Muchos han prometido financiación, como el Reino Unido, que anunció más de 85 millones de libras para hacer frente a la deforestación mundial, pero sigue habiendo un gran déficit de financiación para soluciones basadas en la naturaleza. Nosotros, desde Federated Hermes Limited, abogamos por el desarrollo de nuestro fondo UK Nature Impact Fund para invertir en soluciones basadas en la naturaleza, y nuestra asociación con la Alianza Global para un Planeta Sostenible para explorar el flujo de capital privado hacia un desarrollo económico positivo para el clima y la naturaleza”, señala.
La oportunidad del cambio
Thomas Hohne-Sparborth, Head of Sustainability Research de Lombard Odier IM, reconoce que sería demasiado fácil concluir que es poco probable que haya cambios significativos. “Es evidente que hay un cambio sísmico en marcha. La inversión en energía limpia superó a la inversión en combustibles fósiles hace cinco años y hoy la supera significativamente. La energía solar es ahora la fuente más barata de energía en el planeta. Las ventas de vehículos eléctricos han aumentado del 4% de los nuevos vehículos vendidos en 2020 a un 18% esperado en 2023. Mientras algunos aún lo niegan, la transición energética es palpable, al igual que el cambio hacia nuevos sistemas económicos que superarán a los existentes”, afirma positivamente.
Además añade que estos dos grandes temas tratados, la alimentación y la transición energética, no son solo una oportunidad temática de nicho, sino una cuestión de asignación de activos. En este sentido explica: “Las convulsiones del mercado de los últimos dos años han demostrado el impacto de las interrupciones en los sistemas energéticos y alimentarios, desde la inflación hasta las cadenas de suministro globales. En los mercados cotizados, las proyecciones de ganancias deben comenzar a tener en cuenta las interrupciones vinculadas a cambios más amplios en el sistema, a medida que cambian las valoraciones. El sector inmobiliario, que comprende casi 340 billones de dólares en riqueza global, no está preparado para los nuevos requisitos de etiquetas energéticas y un enfoque en emisiones incorporadas. Los mercados privados serán clave para algunas de las soluciones más disruptivas, mientras que surgirán nuevas clases de activos, desde carbono hasta soluciones basadas en la naturaleza. Todo esto, como inversores, plantea preguntas no solo sobre oportunidades temáticas, sino sobre la asignación de activos”.
Para Hohne-Sparborth, en la COP, el tono de la conversación en la industria financiera está cambiando rápidamente. “En la COP21 en París, hace ocho años, la industria financiera apenas estaba presente. En los años siguientes, se empezó a reconocer de manera reluctante las implicaciones para el riesgo y el rendimiento. En la COP26 en Glasgow, llamada la COP financiera, el enfoque estaba en objetivos y compromisos, y en el lanzamiento de cifras de billones de dólares. Ahora, en la COP28, el enfoque está cambiando mucho: por qué esta transición es relevante para los inversores en primer lugar, por qué tiene sentido tanto ambiental como financieramente, cómo accedemos a las oportunidades disponibles, movemos el capital a la velocidad y escala requeridas y desarrollamos una ventaja significativa en la inversión en la transición para respaldar a nuestros clientes”, argumenta.
Eva Cairns, Head of Sustainability Insights & Climate Strategy de abrdn, considera que hemos visto ambición y compromisos financieros considerables, pero para ayudar a movilizar el capital privado, los inversores siguen preocupados por el hecho de que los incentivos políticos no apoyen la inversión para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050. “Las emisiones tienen que reducirse un 43% para 2030, pero según los objetivos de los países, en lugar de eso, están en una trayectoria de aumento de alrededor del 10% y, basándonos en los objetivos actuales, estamos en una trayectoria de 2,5C. Los inversores necesitan señales políticas claras, por ejemplo, a la hora de abordar las subvenciones a los combustibles fósiles y los precios del carbono, así como los retos relacionados con los incentivos políticos a corto plazo que pueden hacer descarrilar la acción por el clima. En reconocimiento de esto, ha sido positivo ver el lanzamiento de un grupo de trabajo para la política de cero emisiones netas, que será dirigido por el PRI para mejorar la colaboración en este tema”, concluye Cairns.