Con las miradas puestas en la segunda mitad de 2022, uno de los hombres clave de la gigante BlackRock en América Latina describe un mercado global que está entrando a una nueva era. Y en el contexto de esta transición, delinea también la duda de si los esfuerzos de reactivación de China lograrán un efecto más duradero.
En su presentación del Midyear Outlook de este año, el director de Estrategia de Inversiones para América Latina e Iberia de la firma, Axel Christensen, señaló que el país “ha sido uno de los factores que han hecho particularmente difícil predecir la evolución” de la dinámica económica internacional.
En el corazón del problema están los restrictivos cierres con los que el gigante asiático ha estado controlando la propagación del COVID-19 en su territorio. Ahora, con las medidas siendo reducidas en un esfuerzo estatal para acelerar el crecimiento del país, los inversionistas se preguntan si es que será suficiente.
“Pareciera que las medidas más restrictivas se han ido levantando. Las autoridades han tomado algunas medidas en el campo económico para reimpulsar el crecimiento económico, precisamente para volver a nivelarse al objetivo de crecimiento de 5,5% que se había propuesto para este año”, indicó Christensen. Para esto, agregó, “sería difícil” mantener los cierres actuales.
Sobre la longevidad de la reactivación, en BlackRock no ven suficientes argumentos para cambiar su visión de los activos chinos del “neutral” actual a un llamado a sobreponderarlos en las carteras.
“Todavía creemos que las autoridades no han anunciado el grueso del tipo de medidas que se requeriría para un estímulo más permanente, y necesario para volver a reimpulsar la economía”, comentó el ejecutivo en su presentación.
Eso sí, hay un potencial foco de esperanza: la arista sanitaria. Christensen asegura que una variable relevante para los inversionistas es el ritmo de la campaña de vacunación. Considerando que China tomó la ruta de privilegiar a la población económica activa en el proceso de inoculación, dejando a los adultos mayores rezagados, “este retraso es un factor que podría explicar la adopción de medidas más restrictivas”.
Por lo mismo, el vocero de BlackRock para la región asegura que cifras positivas en el proceso de vacunación podría dar luces positivas sobre una reactivación más sostenida de la economía china.
Punto de inflexión
Más allá de China, la dinámica de mayor volatilidad que han experimentado los mercados financieros internacionales –que, además, ha contado con la particularidad de arrojar pobres desempeños correlacionados entre acciones y bonos– viene a cerrar el capítulo de la Gran Moderación, marcado por el crecimiento e inflación estables, según lo refleja el diagnóstico de mitad de año del BlackRock Investment Institute.
“Vemos un cambio de era”, dijo Christensen, entrando en un período de mayor volatilidad en los precios de los activos. Esta transición, agregó, se ha visto apoyado por dos fenómenos agravados por la pandemia: la desglobalización y la transición climática, con su efecto en el mercado laboral.
Con todo, una pieza relevante es el aumento que han experimentado los precios de los bienes de consumo. “Nuestra tesis es que la inflación, si bien se va a moderar de los niveles que hemos visto recientemente, va a estabilizarse a cifras por encima de las que estábamos habituados antes de la pandemia”, comentó el director de Estrategia de Inversiones para América Latina e Iberia de la gestora internacional.
En esa línea, la recomendación de BlackRock para los portafolios de inversión incluye optar por estrategias indexadas a la inflación, en renta fija. Este llamado a sobreponderar este tipo de bonos, agregó el ejecutivo, se debe a que “la inflación se ha vuelto una variable más impredecible”.
En cuanto a los activos de renta variable, Christensen recomendó buscar las industrias –y compañías– que están “mejor posicionadas frente a una situación donde los precios de los insumos probablemente se van a mantener altos, incluyendo el impacto del costo laboral”. En ese sentido, las compañías idóneas son aquellas que puedan “proteger” sus márgenes y diversificar sus fuentes de ingresos.
Por último, una categoría que ha estado atrayendo las miradas en este período de correlación entre la renta variable y la renta fija son los mercados privados. “Al momento de diversificar un portafolio, también van a aportar lo suyo”, comentó Christensen, agregando que categorías como los vehículos inmobiliarios y la infraestructura se asimilan de mejor manera a los entornos de inflación alta.