En esta nueva era de las redes sociales, en donde existe un exceso de información, las noticias del mercado financiero están siguiendo esa misma tendencia. De hecho, los innumerables comentarios sobre el mercado y los boletines económicos que pueden inundar nuestra bandeja de entrada de correo electrónico pueden llegar a sentirse como un chorreo constante de información. Por ello, y teniendo en cuenta cómo reacciona usted a esta avalancha de información sobre las cambiantes condiciones del mercado queremos preguntarles si es de los que esconden su cabeza en la arena, con miedo a revisar su cartera para ver cómo están capeando sus inversiones la última tormenta, o por el contrario es de los que mantiene la cabeza en alto, y hace un seguimiento continuo de la evolución de su cartera y cuenta con los medios a mano para tomar cualquier medida necesaria.
Los economistas conductuales postulan que las personas también se sienten cómodas no solo por ser recompensados con riqueza, sino también con información. Algunas personas tienden a buscar o evitar la información al anticipar cómo dicha información les hará sentir. Por ejemplo, no es raro que uno evite ese temido viaje al doctor por temor a recibir noticias no deseadas, aunque saber la etiqueta de nuestra enfermedad pueda ser útil para nuestro bienestar. Por el contrario, los hipocondriacos e hiper vigilantes pueden preguntar constantemente por nuevas pruebas y medicamentos para aliviar las preocupaciones sobre su salud.
La respuesta del avestruz
El efecto avestruz se refiere a la tendencia de los inversores para hacer frente a las situaciones de riesgo financiero al pretender que no existen. El nombre proviene de la infame –aunque sea falsa- leyenda de que las avestruces entierran sus cabezas en la arena para evitar el peligro. Tal comportamiento implica que los inversores toman la actitud de que “si no puedo verlo, no existe”, de acuerdo a un nuevo estudio elaborado por el equipo de Barclays Behavioural Finance en colaboración con la Universidad de Warwick y City University que atiende a la misma pregunta sobre una muestra de inversores de activos de la plataforma online de trading de Barclays.
La identificación original del efecto avestruz se deriva –explica el informe de Barclays- de la constatación de que los inversores de pensiones de Suecia utilizaron selectivamente la información, con pruebas que demuestran un menor seguimiento de la cartera en momentos de mercados alcistas. Así es como muchos inversores – particularmente los inexpertos- responden normalmente a las malas noticias sobre el mercado: análogo al comportamiento de la avestruz apócrifa, es decir, que simplemente tienden a ignorarlo. Cuando las condiciones del mercado son de color de rosa, los inversores tienen más probabilidades de informarse para presumiblemente disfrutar de “contar las monedas”.
Los traders más activos también “cuentan sus monedas” cuando los mercados suben, a menudo comenzando una sesión solo para disfrutar de sus ganancias y no para operar. Sin embargo, los traders activos no muestran el efecto avestruz cuando los mercados caen.
En lugar de enterrar la cabeza en la arena, estos inversores activos no pudieron resistir la tentación de revisar sus carteras en previsión de malas noticias, aunque no fueron capaces de negociar debido a que el mercado estaba cerrado. El seguimiento de la cartera de hecho aumentó cuando la rentabilidad del mercado fue positiva y cuando fue negativa, creando una relación de “U” entre los rendimientos y los inicios de sesión. Como tal, desde Barclays trasladan ese comportamiento al efecto “suricata” – la suricata o suricato es un mamífero miembro de la familia de la mangosta-. Por mucho que los suricatos miren a su alrededor cada vez que algo ocurre, los inversores tienen a buscar más información cuando las condiciones del mercado están cambiando.
¿Qué determina si una persona es avestruz o suricato?
Las diferencias en el seguimiento de la cartera son comúnmente atribuidas a las características psicológicas, tales como la elevada experiencia financiera percibida de un trader activo. Cuanto mayor experiencia perciba uno de sí mismo, más probabilidades hay de que uno sea un suricato. Por otra parte, nos encontramos con que el nivel de serenidad del inversionista puede marcar la diferencia en la toma de decisiones para controlar la cartera tras un movimiento de mercado. Los inversores menos serenos fueron en general más propensos a reaccionar ante un mercado a la baja que sus contrapartes más tranquilos.
Saber si es usted una avestruz con la cabeza en la arena o un suricato hiperactivo vigilante le puede ayudar a lo largo de su viaje de inversión. Más importante aún, potencialmente le puede ayudar a conseguir mejores resultados. Los individuos que se asemejan a una avestruz más estrechamente deben recordar que tienen que seguir la información con mayor frecuencia. Los movimientos del mercado pueden proporcionarle una señal para reequilibrar su cartera o mitigar el riesgo de las inversiones con el fin de garantizar que los gastos futuros, los objetivos o ingresos se cumplen.
En cambio, si se parece a un suricato, recuerde que la exposición excesiva a la información del mercado puede a veces conducir a tomar decisiones de pánico o de negociación excesiva. Sea consciente de los costos de transacción y de los efectos de calcular a destiempo el mercado, sobre todo si se ve tentado de cambiar a efectivo cuando los mercados toman un giro para lo peor. Además de los costes financieros por excesivas operaciones, considere si está experimentando un costo emocional al estar demasiado comprometido con su cartera. La gestión del patrimonio exige un enfoque a largo plazo y por lo tanto este tipo de inversiones deben tender a encuadrarse en un marco mayor, y no reaccionar de forma exagerada a los movimientos a corto plazo.