La economía mundial está creciendo. En EE.UU. los últimos datos muestran que estamos en el punto alto del ciclo (la tasa de paro está cerca de los niveles de pleno empleo) y esto nos lleva a esperar subidas de tipos de la Fed a partir de verano. Los datos de Europa sorprenden positivamente (especialmente en España y Alemania). En los mercados emergentes preocupa la desaceleración de la economía china, que podría crecer en este primer semestre del año por debajo de la barrera del 7%, objetivo fijado por el gobierno. Así comienza Rosa Duce, economista del Centro de Inversiones Deutsche Bank, su análisis de la situación actual y perspectivas para el segundo trimestre del año.
Por su parte, la inflación se mantiene en niveles muy bajos, incluso en EE.UU. Esto está provocando que muchos bancos centrales tomen nuevas medidas expansivas. En total, cerca de 20 bancos centrales, incluido el BCE, las han tomado desde que empezamos el año. Existen, no obstante, excepciones, como Brasil, donde han subido los tipos, o Ucrania, donde han situado los tipos en el 30%, los más altos del mundo.
Según Duce, los efectos de esta masiva expansión monetaria se perciben en los mercados, con mínimos históricos en la rentabilidad de los bonos (tanto públicos como corporativos) y subidas en los activos de riesgo. Bolsas como la estadounidense o la alemana han alcanzado ya máximos históricos.
La economista del Centro de Inversiones Deutsche Bank espera que los principales bancos centrales del mundo implantarán una política monetaria muy distinta. La Fed y el Banco de Inglaterra subirán los tipos (la Fed en verano y el Banco de Inglaterra a principios de 2016 probablemente), mientras que el Banco de Japón y el BCE seguirán con sus inyecciones masivas de dinero.
En lo que a efectos sobre las divisas se refiere, asistiremos –prosigue Duce- a una debilidad del euro y el yen frente al dólar. En este sentido, prevé que la divisa europea cerrará el año 2015 en la paridad 1:1 frente al dólar, se situará a mediados de 2016 en niveles de 0,90 dólares, y caerá aún más en 2017, hasta 0,85 dólares.
La economista cree que la política de expansión del BCE, que se alargará al menos durante los próximos 18 meses, mantendrá las rentabilidades de los bonos europeos en niveles muy bajos. Es más, incluso aunque el BCE consiguiera su objetivo de llevar la inflación cerca del 2% a finales de 2017, sería difícil ver una subida de tipos en Europa. El exceso de endeudamiento, sumado al exceso de capacidad existente (output gap cercano al 2% actualmente) limitan el potencial de crecimiento en Europa.
Claves para invertir:
- Las rentabilidades de los activos refugio (mercado monetario, bonos públicos) se mantendrán en niveles cercanos al 0% (o incluso en negativo en el caso de los activos monetarios). Adiós por tanto a la tradicional inversión en depósitos o a las inversiones que garanticen el 100% del capital.
- Surgirá la necesidad de asumir más riesgo. Para inversores de perfil conservador o moderado, los fondos multiactivos, con política de inversión flexible y con riesgo controlado, serán la alternativa de inversión más atractiva. Esto se traduce, por tanto, en una apuesta por los fondos flexibles.
- Para inversores con una menor aversión al riesgo (arriesgados), la bolsa se perfila como la mejor alternativa. Especialmente la bolsa europea, donde la mejora del crecimiento y, especialmente, la política de compra de deuda por parte del BCE, le otorgarían mayor potencial. Surgen, así, más dudas en torno a la bolsa de EE.UU., donde puede pesar la decisión de la Fed de subir tipos. En mercados emergentes, la situación de cada país será clave para su futura evolución; esto es, no se moverán como un bloque unitario. Deutsche Bank apuesta por la zona asiática, donde los esfuerzos reformistas de algunos gobiernos (como India, Indonesia e incluso China) serán el factor diferenciador.
Deutsche Bank es un banco universal líder, que da servicio a cerca de 28 millones de clientes en todo el mundo. Ofrece productos y servicios de banca minorista, banca de inversión, banca transaccional y gestión patrimonial y de activos a grandes compañías, gobiernos, inversores institucionales, pymes y particulares. En España, la entidad está presente desde hace más de 125 años y ofrece todos los servicios de un banco global a través de las cuatro áreas de negocio: Banca Minorista (PBC), Banca de Inversión (CB&S), Gestión Patrimonial y de Activos (AWM) y Banca Transaccional (GTB). En la actualidad, el banco está formado por un equipo de 2.600 profesionales que prestan servicio a cerca de 650.000 clientes en 249 oficinas.