Hace poco, la empresa holandesa de productos de consumo Unilever se convirtió en el último emisor corporativo en emitir deuda a cuatro años a un tipo de interés inferior al 0,1% anual. Esta situación, en un mundo en el que más de 16 billones de dólares en bonos soberanos de todo el mundo ofrecen rentabilidades inferiores al 1%, pone de manifiesto las dificultades a las que se enfrentan quienes desean invertir en renta fija y obtener rentas atractivas, explica Adam Mossakowski, gestor de Insight Investment, boutique de BNY Mellon IM.
Source: Bloomberg Global Developed Sovereign Bond Index, 27 April 2016
En este entorno, Insight Investment estima que una inversión pasiva en activos de renta fija que ofrecen bajas rentabilidades presenta dos riesgos. El primero es obvio: las bajas rentabilidades resultan poco atractivas, mientras que las rentabilidades negativas garantizan pérdidas de capital si la inversión se mantiene hasta el vencimiento.
El segundo riesgo tiene que ver con la relación inversa entre la rentabilidad de un bono y su precio. Teniendo en cuenta ambos factores, los inversores no solo tienen que lidiar con los escasos rendimientos que generan los ‘activos seguros’ sino que, además, los riesgos para el capital son asimétricos, es decir, las potenciales pérdidas de capital superan a las posibles ganancias.
“Los tipos de interés llevan en mínimos históricos desde la crisis financiera mundial de 2009 y, aún así, las rentabilidades de los bonos han ido reduciéndose de forma generalizada desde entonces. Sin embargo, creemos que podría haber llegado el momento de cambiar de estrategia y empezar a cubrir o a eliminar las exposiciones no deseadas a tipos de interés”, explica Mossakowski.
El motivo es que la Reserva Federal estadounidense ha iniciado un ciclo de subidas de tipos y que en Europa, aunque es probable que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga sus tipos de interés oficiales en niveles bajos durante varios años más, el enfoque ha pasado claramente de los recortes de tipos a la flexibilización de las condiciones de crédito. En cuanto al Reino Unido –y siempre que el país vote a favor de permanecer en la UE en el referéndum de junio– las condiciones económicas relativamente robustas podrían justificar una subida de tipos en los próximos doce meses.
Por todo ello, la filial de BNY Mellon IM estima que los mercados mundiales de bonos gubernamentales empiezan a estar sobrevalorados. Obviamente, dice, aún podrían volver a caer ante una nueva ralentización del crecimiento, pero los inversores prácticamente no están siendo recompensados por el riesgo, ni por la volatilidad, como se pudo observar durante la brusca corrección que sufrieron los bunds alemanes el verano pasado o durante el taper tantrum de 2013. Pese a que las rentabilidades de los bonos gubernamentales se han reducido, Mossakowski no cree que la volatilidad se haya moderado de forma proporcional.
“Ante este panorama, creemos que los inversores podrían beneficiarse de una estrategia de renta fija que pueda usar instrumentos derivados para proteger la cartera de las subidas de tipos y, además, ganar dinero con las variaciones de tipos. Nuestro enfoque nos permite invertir en todo el mundo y en toda la curva de tipos y ofrece numerosas oportunidades relacionadas con la duración y la inflación, como las apuestas a favor del aplanamiento o de la mayor inclinación de las curvas de tipos. También podemos adoptar posiciones cortas en una región (en la que veamos probable una subida de tipos) y compensarlas con posiciones largas en otros mercados (con posibilidades de registrar caídas de tipos)”, añade.
Por otra parte, una estrategia que pueda generar valor en distintos mercados de tipos de interés puede contribuir a mitigar el riesgo de que un aumento de los tipos de interés se lleve por delante el valor del capital en renta fija. “El problema que plantean unas rentabilidades persistentemente bajas puede resolverse mediante una cartera que no solo tenga acceso a distintas estrategias en deuda gubernamental de todo el mundo, sino que además pueda invertir en todos los segmentos del crédito: desde el grado de inversión al high yield, pasando por los préstamos apalancados y las titulizaciones de activos (ABS) que, en nuestra opinión, representan los activos de crédito líquidos más atractivos en estos momentos”, concluye Mossakowski.