Parecía que no iba a llegar nunca, pero después de nueve años sin subir los tipos de interés, todo apunta a que la Reserva Federal de Estados Unidos empezará a endurecer la política monetaria en su reunión de mañana. Así lo cree gran parte del mercado, que asigna entre el 78 y el 97% de probabilidades a esta opción. Las declaraciones de hasta cuatro funcionarios del organismo, incluida la propia Yellen, apuntan en la misma dirección.
“Me siento cómodo con un movimiento pronto fuera de los niveles de [tipos de interés a] cero”, declaraba Dennis Lockhart, presidente de la Fed de Atlanta. “Es muy posible que las condiciones (…) para comenzar a normalizar la política monetaria pronto sean satisfactorias”, decía Bill Dudley, presidente de la Reserva Federal de Nueva York. “Si asumimos que vamos a continuar recibiendo buenos datos sobre la economía, hay fuertes probabilidades de que se produzca una subida de tipos en diciembre”. Este era John Williams, el presidente de la Fed de San Francisco, el pasado 21 de noviembre.
Queda claro que la Reserva Federal está bastante dispuesta a iniciar la normalización de los tipos de interés. “Sería realmente sorprendente si Janet Yellen, como hizo en septiembre, elige no subir los tipos. En este caso, la desilusión del mercado sería indudablemente palpable. La renta variable podría caer y los bonos terminarían sin rumbo”, aventura Yves Longchamp, responsable de análisis de Ethenea Independent Investors (Schweiz) AG.
“La Fed generará un gran desconcierto si no sube tipos mañana. Es poco probable que la subida genere una gran reacción en el mercado”, opina Luke Bartholomew, gestor de inversiones de Aberdeen. Pero más allá de la duda razonable de si lo hará mañana, el tono general del mercado es un tanto cauteloso. ¿Es el momento adecuado? ¿Estará cometiendo la Fed un error?
“Los indicadores macroeconómicas y empresariales que estamos observando actualmente (crecimiento e inflación átonos, escasa demanda final y deterioro de las perspectivas para los beneficios empresariales) no se corresponden con lo que uno espera ver cuando el banco central más importante del mundo, la Reserva Federal estadounidense, está a punto de iniciar un ciclo de subida de tipos de interés” afirma Mark Burgess, director de Inversiones para EMEA y Director Global de Renta Variable de Columbia Threadneedle Investmetns.
Para Burgess, existe todavía el riesgo de que la Fed pueda perder el control de su propia retórica, como ha hecho en algunos momentos en 2015 y ponga más nervioso al mercado. Y tiene razón. Ascensión Gómez, gestora de Renta Fija en TREA recuerda que la subida de tipos debía haberse realizado en septiembre pasado, cuando la inflación subyacente –descontando alimentación y petróleo- ya estaba en el 1,8%, nivel suficiente cercano al 2% como para alejar cualquier temor de deflación y la tasa de paro había bajado hasta el 5,1%, pero el miedo al posible contagio de la desaceleración de China anunciada en agosto llevó a la FED a posponer la decisión. “Este aplazamiento tuvo una reacción muy negativa en el mercado y restó credibilidad a la Reserva Federal porque dio la impresión de moverse por factores ajenos a su economía”, recuerda Gómez.
Cree que mañana es efectivamente el día D y que la Fed cumplirá con el guión, pero Chen Zhao, co director de análisis macro global de Brandywine Global, filial de Legg Mason, está convencido que el organismo comete un error. Uno grande. Porque las divergencias de política monetaria con el resto de bancos centrales del mundo va a provocar un fortalecimiento desbocado del dólar, que en última instancia, “actúa como una herramienta de endurecimiento monetario, vía precios más baratos para las importaciones”, explica.
Pero quien mejor resume el espíritu que reina en el mercado es Jean Médecin, miembro del comité de inversiones de Carmignac. “Paradójicamente la cita del 16 de diciembre está llena de certezas, pero también llena de incertidumbres. Llena de certezas porque la probabilidad de una subida de tipos descontada por los inversores es cercana al 100%. Y llena de incertidumbres por el ritmo y el impacto en el mercado que tendrá este ciclo de alzas. En realidadnunca hemos estado en un ciclo económico y monetario tan desincronizado a nivel mundial, ni hemos comenzado un ciclo de ajuste tan tarde. Esto crea un entorno desafiante para los inversores”, dice el experto de la firma francesa.
¿Qué podemos esperar tras la primera subida?
Pero lo que de verdad reviste importancia es la envergadura de esta subida. Schroders espera que los tipos suban hasta el 1,25% de cara a finales de 2016 y que se sitúen en el 2% —su máximo— al cierre de 2017.
“Creemos que el Comité Federal de Mercado Abierto no volverá a subir los tipos de nuevo hasta junio del próximo año”, estima David Page, economista senior de AXA IM, que además pronostica hasta tres subidas de tipos en total en 2016.
Deutsche Bank también es de los que opina que el organismo que preside Janet Yellen no volverá a subir los tipos hasta no haber visto cómo reacciona el mercado al primer alza desde 2006. “En ese sentido, la FED puede estar tranquila: es muy poco probable que una subida de tipos genere una reacción muy adversa en los mercados”, cree Álvaro Sanmartín, economista jefe y asesor del fondo Alinea Global en MCH IS. El organismo acompañará la subida de tipos con mensajes dovish, tendentes a señalar que el ritmo futuro de subidas de tipos será pausado”, explica.
«Creo que la Reserva Federal caminará por la cuerda floja a medida que lleven a cabo alzas en los tipos el próximo año. Es probable que la tasa de desempleo caiga por debajo de los niveles previstos por la Reserva Federal, lo que contribuiría a aumentar la presión para que endurezcan la política monetaria a un ritmo algo más rápido. Sin embargo, con los salarios y las presiones inflacionarias generales probablemente se mantendrá moderada, sospecho que la Reserva Federal aliviará esta presión mediante la rebaja de su estimación de la tasa natural a largo plazo del desempleo. Esto implicaría una reacción más conciliadora, lo que sería reconfortante para los mercados globales que ya están preocupados por el ritmo de aumento de los tipos el próximo año», dice Michael Gladchun, operador de renta fija de Loomis Sayles, gestora afiliada a Natixis Global AM.
“Las últimas actas del FOMCparecían indicar no sólo que un alza en las tasas en diciembre es una clara posibilidad, sino también que las tasas se mantendrían en niveles bajos durante algún tiempo. Esto sirvió para eliminar algo de presión de las monedas de mercados emergentes. Parece que gran parte de las malas noticias ahora podría estar en el precio”, dice Juan Nevado, gestor de los fondos M&G Dynamic Allocation y M&G Prudent Allocation.
¿Cuáles podrían ser las consecuencias?
En el caso de que se produjeran varias subidas de tipos, la primera en diciembre y posteriormente en 2016, la renta fija podría experimentar presiones a la baja, especialmente en el final de la curva de tipos en dólares, en las emisiones de crédito corporativo de baja calidad y la deuda emergente, explica Adrien Pichoud, economista jefe de SYZ AM. “Esto debería impulsar algunos ajustes sectoriales dentro del mercado de renta variable, con los sectores más sensibles a los tipos de interés, como las utilities o el farmacéutico sufriendo una mayor presión, mientras los bancos deberían beneficiarse de los mayores tipos de interés a corto plazo. Finalmente. Esto apoyaría al dólar y sería negativo para los precios del oro denominados en dólares”, dice.