Las caídas han sido protagonistas en los mercados en las últimas semanas. La crisis sanitaria del coronavirus y los cortes de producción sufridos en China han hecho saltar las alertas ante una posible recesión. Los datos ya apuntan hacia una posible desaceleración de la economía asiática y mundial, y los mercados lo reflejan. El Ibex ha sufrido caídas superiores al 10% y las consecuencias podrían seguir notándose en las bolsas mundiales, y también la española, a pesar de las medidas de contención de los bancos centrales, pues ayer la Fed bajó los tipos de interés. La volatilidad seguirá reinando, dicen los expertos, pero las entidades recomiendan mantener posiciones y en algunos casos empiezan a ver oportunidades.
Según Carlos Mendoza, portavoz de gestión de Altair Finance AM, nos encontramos frente a un virus cuyas consecuencias serán “bastante limitadas en lo referente a la salud, pero no así en lo económico”. Desde Altair apuntan a un escenario protagonizado por altas volatilidades en las bolsas en los dos próximos meses, así como un entorno que rozará lo recesivo en lo económico y estará a expensas de las medidas de estímulo de los gobiernos y bancos centrales.
No obstante, “la volatilidad puede y debe ser nuestra amiga”, apunta Mendoza. En este entorno, por ejemplo, la gestora ha aumentado la exposición en mínimos de sus fondos, acompañando al mercado durante las caídas pero “buscando aprovechar el rebote de las bolsas”.
Ante esto, las gestoras recomiendan, ante todo, mantener la calma y el posicionamiento. Además, desde Tressis recuerdan que “todavía hay poca visibilidad en cuanto a los efectos reales sobre el crecimiento económico”, por lo que resulta recomendable no ceder ante el pánico. Asimismo, para aquellos que “estén invertidos, lo mejor es mantener el posicionamiento, y mientras que para los que esperan en liquidez, es un momento para ir construyendo cartera”, subraya Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis.
“Nuestro escenario base sigue siendo que el virus terminará cediendo y que el impacto sobre la economía, aunque evidente en la primera parte del año, desaparecerá después”, añade Joaquín Casasús, socio y director general de Abante. Desde la entidad, y en este contexto de importantes caídas, “entendemos que empiezan a producirse oportunidades interesantes y, a este respecto, estamos empezando a tomar más riesgo en los fondos”, dice.
Por su parte, Diaphanum ha emitido un comunicado en el que recomienda aumentar la exposición a activos de riesgo en las carteras, vía bolsa de EE.UU. y bolsa europea. Así, aunque es complicado cuantificar el efecto que pueda llegar a tener la extensión del coronavirus – ya no está concentrado en China y se está expandiendo rápidamente en muchos países, lo que provocará efectos económicos importante en el corto plazo, por el cierre de factorías que está provocando alteraciones en las cadenas de producción, con un efecto directo en las ventas, el consumo, la compra de automóviles y la actividad económica en general, en mayor medida en los países más afectados (China, Irán, Corea del Sur y Norte de Italia)-, y aunque reconoce que el sector turístico, la hostelería y las empresas de transporte de viajeros, especialmente importantes para la economía española, se verán afectados de forma significativa, no todo es negativo.
“Los bancos centrales están reaccionando con un aumento de los estímulos económicos, como ha ocurrido con el Banco Popular de China y la Fed, que ha bajado 50 puntoso básicos. los tipos para apuntalar la economía y apoyar la evolución de los mercados financieros. Igualmente se está debatiendo la posibilidad de aumentar el gasto público para reactivar la economía, en pleno año electoral en EE.UU. “, explican en la entidad.
Diaphanum considera que esta situación afectará negativamente al crecimiento mundial y a los resultados de las empresas, con una bajada de actividad muy rápida, pero que tendrá una reacción igualmente rápida (movimiento en V), y que se está reflejando en los mercados, con una fuerte caída de precios de los activos de riesgo y es muy probable que también se descuente rápidamente la subida, por lo que recomienda actuar con celeridad. En este escenario, los mercados se han abaratado con las caídas y los multiplicadores bursátiles son menos exigentes, aunque hay que contar con una revisión a la baja de los resultados, dicen.
Los más afectados
En lo que respecta a la economía española, esta situación afecta negativamente al turismo y a todos los sectores vinculados a este, como las aerolíneas o la restauración, según Perea. La semana pasada, por ejemplo, ya vimos los efectos que el virus está teniendo en estas empresas: la aerolínea IAG sufrió otro correctivo del 8,78% y ha decidido no publicar previsiones de beneficio ante la debilidad de la demanda generada por la expansión del coronavirus. Por ahora, este impacto se ve reflejado en la actividad, pero Perea advierte de que, de extenderse en el tiempo, probablemente termine afectando al empleo.
Por otro lado, no sólo se registran impacto negativos. Las importantes bajadas del precio del petróleo (23% de caída alcanzando los 50 dólares barril) “podrían mitigar algo el impacto sobre la economía en un país como España, que es importador neto de energía”, añade Perea.
No obstante, desde Altair aconsejan diferenciar el comportamiento del Ibex 35 con la economía en general ya que sectores como el turismo que representan casi el 15% del PIB de nuestro país, apenas tiene representación en el selectivo.
Por último, según la gestora, Europa puede sufrir más que Estados Unidos, debido a la composición sectorial de su economía, mucho más industrial que la americana.
Las medidas monetarias
Con todo, los mercados cuentan ahora con el apoyo de los bancos centrales, empezando por la Fed, que previsiblemente será secundada por el BCE. “Esperamos medidas adicionales en la próxima reunión que complementen esta bajada de tipos y también algún movimiento del resto de bancos centrales, si bien tienen una munición significativamente menor que la Reserva Federal”, dicen en A&G.
Sobre la Fed, “sin duda se trata de una medida valiente y contundente y que obligará a los Gobiernos a adoptar medidas fiscales y de gasto público que apoyen el crecimiento económico y devuelvan la confianza a los ciudadanos y a los inversores”, explica Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management, en Bank Degroof Petercam Spain.
Con todo, los expertos tampoco olvidan la señal alarmante que pueden dar al mercado: “Desde el año 2008 la Fed no había actuado fuera de sus reuniones habituales. Una decisión como esta únicamente se lleva a cabo si el organismo oficial cree que es necesario actuar con premura. La economía norteamericana sigue fuerte, pero el coronavirus supone riesgos. Durante los últimos días hemos visto una expansión más amplia del virus y que este ha empezado a expandirse por Estados Unidos. Antes de que suponga una amenaza para los precios y para el crecimiento, la Reserva Federal prefiere actuar. Los inversores creen que, si se toman medidas extraordinarias y sobre todo fuera del circuito habitual, puede ser que los estamentos públicos anticipen un deterioro mayor. En cualquier caso, son solo elucubraciones”, añade Casanovas.
“El recorte de tipos de 50 puntos básicos de la Fed ha sorprendido al mercado, no por su movimiento, pero si por el momento. Se esperaba ese recorte para la reunión del 18 de marzo y el hecho de haberla acelerado sólo genera dudas sobre la situación y alimenta el pánico y confirma, o bien que el impacto económico del virus puede ser mayor de lo inicialmente esperado, o que la Fed está más pendiente de la evolución de las bolsas. Históricamente, siempre que la Fed ha hecho una bajada de 50 puntos básicos. la economía estadounidense ha entrado en recesión en los próximos trimestres”, advierte en el mismo sentido Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada.
El experto recuerda que la reacción del mercado ante el recorte de tipos de la Fed ha sido muy negativa: “La reacción del mercado, con las bolsas subiendo en un principio para después caer fuertemente, pone en duda la efectividad de la PUT de la Fed y la fe ciega que el mercado venía teniendo en los bancos centrales”, añade.