Se han alineado una serie de fundamentos en el mercado internacional que invitan a pensar en un panorama benigno para las materias primas en el mediano plazo, señala en su último informe la firma de servicios argentina Criteria.
Luego del fuerte impacto en los precios de commodities durante el COVID-19, ¿comienza un nuevo ciclo de apreciación? De confirmarse, esto podría ser provechoso tanto para los países emergentes con un perfil exportador commodity-dependiente.
Después de una caída importante en marzo, el índice de commodities S&P GSCI lleva recuperado la mitad del terreno perdido. Se ubica -22% en el año. Así, hay señales que podrían dar forma tanto a una recuperación plena a niveles pre-Covid como también un potencial ciclo alcista en el mediano plazo.
El primer fundamento o driver es un escenario de mayor inflación en el horizonte. En este sentido, la llegada de la pandemia sólo magnificó la tendencia expansiva, dónde la novedad es que a los recurrentes estímulos masivos de los bancos centrales se le agrega ahora su contrapartida fiscal. Es decir, gobiernos que incrementan fuertemente su nivel de gasto público. El resultado: una expectativa de inflación más elevada.
Con una atractiva valuación en relación con otros activos financieros, los commodities podrían beneficiarse de una nueva ronda de reflación global. Luego de que el último superciclo de materias primas perdiera impulso hacia 2014, éstas quedaron “baratas” cuando las contrastamos con las acciones de EE.UU., que tuvieron un rally notable a lo largo de la última década.
Los commodities están “baratos” en relación con las acciones
Hoy en día la relación entre materias primas y acciones de EE.UU. (S&P 500) sugiere la valuación más favorable a commodities para los últimos 25 años.
Por último, el driver de demanda asiática completa un panorama favorable a una recuperación de las materias primas. La evolución de la economía China es una pieza fundamental y necesaria para pensar en un escenario alcista de commodities. Cómo vemos en el siguiente gráfico, los indicadores líderes de recuperación en ese país coinciden con la suba en el precio global de los commodities que demanda para funcionar.
La recuperación China sigue siendo una pieza indispensable para los commodities
¿Qué podría significar un nuevo ciclo de commodities para Argentina?
En el caso de Argentina, mencionamos previamente que la coyuntura económica y la volatilidad cambiaria hace estragos en la matriz exportadora. En este sentido, desde ya que un período de apreciación en commodities, especialmente la soja, podría oficiar de “viento de cola” para la economía doméstica.
Si se afirma un ciclo alcista, la oportunidad en el mediano y largo plazo para los activos nacionales podría ser significativa. Aún más en un entorno donde, a diferencia del anterior superciclo 2003-2008, el escenario monetario global muestra tasas de interés todavía más bajas que en aquel entonces.
La soja comenzó un proceso de suba a mediados de año
El índice de “viento de cola” TWIN, que mide qué tan favorable es el escenario externo para Argentina, cayó a pisos de la última década en marzo para luego comenzar una recuperación. Las materias primas agrícolas en lo particular que no estuvieron tan afectadas como otros commodities por la crisis del COVID-19.
Sin embargo, la variable riesgo país sigue contaminando el panorama doméstico, aún a pesar de haber restructurado la deuda en default. Por esto es que sostenemos una vez más que Argentina debe encaminarse en un plan macroeconómico plurianual, de la mano de un acuerdo con el Fondo Monetario que permita anclar expectativas de un programa consistente y de convergencia fiscal, que facilite en clima virtuoso de inversión y el crecimiento.
De este modo, creemos que Argentina estaría efectivamente en condiciones de aprovechar plenamente la llegada de un nuevo ciclo alcista en el precio de las materias primas, y, de este modo, robustecer un alicaído frente externo, con impacto en los deprimidos precios de sus activos financieros.