La fortaleza del dólar, los riesgos políticos y las tensiones comerciales internacionales son tres de las sombras que acechan a los mercados emergentes y que han alejado a los inversores de estos países. Sin embargo para Pictet AM no hay que precipitarse.
En opinión de Alain Nsiona Defise, director de crédito de mercados emergentes de Pictet AM y gestor de Pictet Short Term Emerging Corporate Bonds, Pictet Emerging Corporate Bonds y Pictet Asian Corporate Bonds, no es la primera vez que los inversores se enfrentan a advertencias de crisis de crédito y divisas de emergentes.
“Ocurrió en 2013, cuando la Reserva Federal de Estados Unidos señaló intención de retirar el programa de expansión cuantitativa. Pero los bajistas resultaron equivocados”, explica Defise. Reconoce que existe la tentación de considerar los mercados emergentes en grupo y liquidar sus monedas y activos a los primeros signos de problemas. Y que el crecimiento mundial se puede deteriorar en caso de una guerra comercial abierta, pero, tal y como estima la gestora, “si hay mejoras en el sistema de comercio, la solidez de los fundamentales en los países emergentes puede volver a ser el centro de atención”.
En este sentido, desde Pictet AM consideran que el comercio y su evolución será un aspecto fundamental para el futuro atractivo de los mercados emergentes. “El superávit en el conjunto de emergentes ha aumentado del 0,1% al 0,8% del PIB desde 2013. La deuda de estas empresas, sin contar las chinas, se ha reducido al 48%, comparada con el 72% en Estados Unidos, el 100% en la eurozona y el 103% en Japón y, excluyendo China, la proporción de crédito y bonos de emergentes en riesgo es menor que en la crisis de 2008”, argumenta Defise.
Las empresas que operan en minería, azúcar, carne, pulpa y papel generan ingresos en dólares con costes en gran parte en moneda local y un dólar en aumento puede generarles mayor beneficio. Según el gestor, incluso aquellas con ingresos principalmente en moneda local tienen políticas de cobertura de divisa. Otras pueden pasar mayores costes de su deuda a clientes sin caída en ventas. También juega a favor la estabilidad de inversores pues, a diferencia de otras clases de renta fija, dos tercios son institucionales.
Grado de inversión
Este universo de activos por el índice JP Morgan CEMBI Broad Diversified (moneda fuerte) incluye empresas y emisores cuasi soberanos. Ha crecido rápidamente hasta 1.331 bonos de 609 emisores de 51 países, un mercado de 1,4 billones de dólares hasta julio de 2018, comparable en tamaño del de alta rentabilidad de Estados Unidos, lo que, en opinión de la gestora, proporciona diversificación respecto a otros mercados de renta fija y en vencimientos a corto plazo la sensibilidad a tipos de interés es menor, con atractivo respecto al crédito en dólares.
“Con tasas de impago y recuperación ajustados a estándares desarrollados, la calificación crediticia media es grado de inversión BBB-. Gran parte viene impulsado por Asia. Los asiáticos desean estabilidad relativa de activos en divisa extranjera y las empresas asiáticas mejores calificaciones crediticias, con bajas tasas de impago”, añade Defise.