La amplia gama de productos y servicios financieros existente en el mercado tiene una doble lectura: diversidad para encontrar un producto que se ajuste al perfil del inversor y riesgo de acabar colocando nuestro dinero en productos complejos que no acabemos de entender.
Se trata de un riesgo que preocupa a la CNMV y del que ha querido hacerse eco en su “Decálogo del inversor” al más puro estilo Warren Buffet, una de cuyas máximas como inversor es precisamente no invertir en aquellas compañías cuyo negocio no entiende. El regulador cree que es imprescindible comprender las características y los riesgos de un producto financiero antes de su adquisición. “El grado de complejidad de los productos financieros suele ir en relación al riesgo que conllevan. La entidad financiera debe explicarle las características (y riesgos) del producto que ofrece. Debe proporcionar información escrita con anterioridad a la decisión de inversión para que se pueda tomar esta con conocimiento de causa”, explica.
Uno de esos productos complejos sobre los que la CNMV ha advertido en reiteradas ocasiones son los contratos por diferencias o CFDs, pero también se incluyen las opciones binarias, los productos forex y otros productos especulativos. “Esos instrumentos son productos de riesgo, complejos y especulativos y, en numerosas ocasiones, se anuncian para clientes minoristas a través de páginas webs o plataformas online gestionadas por entidades no autorizadas ni reguladas”, afirma el regulador.
La CNMV recuerda que diversos estudios realizados en el ámbito internacional han puesto de manifiesto que, en la mayoría de los casos, los clientes que han operado en este tipo de productos pierden la inversión realizada. “Los CFD, los productos forex y las opciones binarias y sus riesgos son difíciles de comprender para la mayor parte de los inversores minoristas”
Según los datos del último estudio de la CNMV entre 1 de enero de 2015 y 30 de septiembre de 2016, el 82% de los clientes que realizaron operaciones con CFD sufrieron pérdidas
El pasado mes de marzo, la CNMV puso en marcha algunas medidas para reforzar la protección de los inversores minoristas en España cuando inviertan en este tipo de productos. Entre ellas, exigió a los intermediarios que comercializan CFD o productos forex con un apalancamiento superior a diez veces o que comercialicen opciones binarias entre clientes minoristas establecidos en nuestro país, que advirtieran expresamente a sus clientes que la CNMV considera que la adquisición de estos productos no es adecuada para clientes minoristas.
Adicionalmente, que los clientes fueran informados sobre el coste que asumirían si decidiesen cerrar su posición nada más realizar la contratación y, en el caso de CFD y productos forex, que sean advertidos de que debido al apalancamiento las pérdidas pueden llegar a ser superiores al importe desembolsado inicialmente para la adquisición del producto.
Por último, que recabara del cliente un texto manuscrito o grabación verbal que permita acreditar que es consciente de que el producto que va a adquirir es especialmente complejo y que la publicidad que realicen contenga siempre una advertencia sobre la dificultad para entender estos productos.