Con poco menos de un mes por delante, la aparentemente interminable campaña por la presidencia de Estados Unidos entró esta semana en su recta final, cuando los candidatos de los dos partidos principales se encontraron por segunda vez en un debate televisado. Aún habrá otro debate más antes de que los estadounidenses sean llamados a las urnas el 8 de noviembre.
Durante las cuatro semanas que quedan, NN Investment Partners avisa de que los inversores reevaluarán continuamente sus percepciones en relación con el posible resultado de la batalla entre Clinton y Trump. Para la firma, el impacto sobre el mercado de que los pronósticos se inclinen hacia uno u otro resultado depende de dos aspectos clave: la agenda política real que probablemente se aplique tras la elección y la incertidumbre en relación con las perspectivas políticas.
“Teniendo en cuenta estos dos elementos, es fácil ver por qué los mercados parecen más cómodos con la victoria de Hillary Clinton que con la de Donald Trump. Clinton es claramente la candidata del statu quo; bajo la presidencia de Clinton habría probablemente muchos menos cambios y, por tanto, la visibilidad de la senda política futura es mucho mayor. Se trata de algo más o menos obvio, incluso sin tener en cuenta los detalles de las iniciativas políticas de cada uno de los dos candidatos”, explica la firma en su último análisis de mercado.
Clinton probablemente tendría que hacer frente a un Congreso dividido o incluso totalmente republicano. Es poco probable que la Cámara de Representantes caiga en manos de los demócratas, mientras que el Senado podría caer de cualquiera de los dos lados. Por lo tanto, dice NN IP, es probable que persista la paralización política en Washington, independientemente de cualesquiera que sean los grandes cambios políticos que Clinton pudiera estar planeando. Y aunque algunos aspectos específicos de su programa podrían influir en determinados sectores (como el de la sanidad), “los planes que ha hecho públicos hasta el momento siguen, en esencia, la dirección actual y no representarían un giro drástico”, apunta.
La presidencia de Trump podría limitar la visibilidad
Para Trump, el balance presenta un aspecto muy diferente. Él también podría tener que hacer frente a un Congreso dividido, pero la opción de que el Gobierno con el que tenga que tratar sea totalmente republicano es realista. Esto, sin duda, le permitiría, a diferencia de Clinton, poner en práctica una mayor parte de su agenda política.
Por otro lado, la incertidumbre que rodearía a esos cambios políticos sería considerable. Estos cambios políticos podrían consistir en giros bruscos en la política comercial (proteccionismo), la política exterior (menos cooperación internacional) y la política relativa al mercado laboral (menos inmigración, más deportaciones de trabajadores indocumentados). Una presidencia de Trump también podría socavar, de manera significativa, la independencia de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Por último, la firma apunta a que la manera caprichosa con que Trump cambia de postura y su falta de trayectoria política limitarían aún más la visibilidad de lo que realmente podría suceder bajo su administración.
Importancia de los datos económicos
Las primas de riesgo político, apunta la gestora holadesa, probablemente se moverán arriba y abajo al igual que, sin duda alguna, lo harán las encuestas a medida que la lucha electoral vaya avanzando hacia su conclusión.
“Al mismo tiempo que se hace un seguimiento de todo este proceso, hay que asegurarse de ponerlo todo en perspectiva. La incertidumbre política es un factor importante para los mercados, pero ciertamente no es el único. La experiencia reciente con la votación del Brexit pone de relieve cómo la atención de los medios de comunicación sobre la dinámica política a veces puede engañar a los inversores en la creencia de que la política es todo lo que importa. A pesar del resultado de la votación del Brexit, los mercados aguantaron muy bien durante el verano, y una razón fundamental para que fuera así es que los datos económicos eran mucho más sólidos de lo que muchos habían anticipado”, concluye.