“Aún más si cabe que en años anteriores, estamos convencidos de que la inversión en acciones de perfil value europeas, y especialmente francesas, será beneficiosa para los inversores en 2017”. Así de convencido se muestra Jean-Charles Mériaux, director de inversiones de DNCA Investments, filial de Natixis Global AM.
Para el directivo de la firma existen cinco razones que apoyan este enfoque:
1. Un contexto macroeconómico más favorable que en 2016
Todas las encuestas a empresas y consumidores apuntan en la misma dirección: el crecimiento mundial está acelerando en un momento en el que los países desarrollados siguen registrando cifras sólidas, si bien es cierto que más bajas que en el pasado, mientras que la situación en los mercados emergentes está mejorando, alimentada por la esperanza de que los países productores de materias primas (Rusia y Brasil) se recuperen y la economía china siga bajo control. Entretanto, dice Mériaux, la temática de la deflación está perdiendo fuerza, aunque en estos momentos apenas se puede hablar de una tendencia inflacionista. Deberíamos estar muy atentos a los indicadores salariales, especialmente en las economías con pleno empleo.
2. La política monetaria se encamina hacia la normalización
Después de mostrar extrema cautela durante todo el 2016 y subir una sola vez su tipo de referencia, en 2017 la Fed parece que va a decretar tres subidas de tipos. Después de más de tres décadas de tipos de interés a la baja, el universo de la renta fija podría enfrentarse a la normalización de la política monetaria en un contexto de recuperación económica con riesgos inflacionistas. El Banco Central Europeo puso rumbo a un soft tapering, aunque mantuvo su postura expansiva. Sin embargo, advierte el gestor, su punto de mayor intervención ya ha quedado atrás y su programa de compras de activos debería concluir en 2018.
3. El euro está considerablemente infravalorado
A pesar de las cifras récord de superávit por cuenta corriente, el euro está en mínimos de 15 años frente al dólar, aunque esta situación podría responder más a la fortaleza del dólar que a la debilidad de la moneda única. Se debe tener en cuenta el riesgo de tipos de cambio que asumen los residentes de la zona euro cuando invierten fuera de su región. Por eso, el gestor cree que a menos que se produzca un deterioro de la situación política dentro de la región, el euro podría ganar terreno durante la segunda mitad del año.
4. Lo que lógicamente dirige el foco hacia la renta variable europea
Un crecimiento más fuerte y con más inflación es un escenario casi ideal para la inversión en acciones, siempre y cuando este marco tenga una repercusión directa en los beneficios empresariales. Las espectaculares subidas de las bolsas desde noviembre, atribuidas a la elección de Donald Trump, también responden a este nuevo entorno que trae buenas noticias a las bolsas, pero no tan buenas para los mercados de bonos.
En EE. UU., los inversores ya han descontado ampliamente el lanzamiento de políticas económicas y de gasto público contundentes y su consiguiente efecto positivo en las empresas del país. Sin embargo, el futuro nos va a deparar subidas constantes de los rendimientos de los bonos, por lo que Wall Street ofrece un potencial alcista limitado en los niveles actuales. Por el contrario, a Europa se le sigue dando la espalda todavía en las carteras de inversión y la región podría dar una sorpresa agradable en 2017.
Los recelos hacia la zona euro a causa de la próxima serie de acontecimientos políticos y electorales parecen desproporcionados. Contrariamente a una opinión que está muy generalizada internacionalmente, la probabilidad de una sorpresa electoral en Francia y Alemania es baja. Los inversores deberían aprovechar el descuento por riesgo político que presentan los mercados de la región sin esperar al resultado de las elecciones, que podrían actuar como catalizadores como ya ocurrió en 2016, recomienda.
5. Preferencia por el estilo value
Tras una década de peor comportamiento relativo, explica Mériaux, la gestión de fondos de estilo value comenzó a estar de nuevo en boga en septiembre, cuando rebotó con fuerza el sector financiero. Las acciones de perfil value se han recuperado y esta tendencia parece que continuará en tanto en cuanto las brechas de valoración con las acciones de calidad y de perfil crecimiento sigan siendo amplias. Descontando las empresas deficitarias, el índice Euro Stoxx Value cotiza a 13,6 veces los beneficios del ejercicio en curso, con una rentabilidad por dividendo prevista del 4,3%.
Para concluir, Mériaux señala que la gestión de fondos de estilo value, que se caracteriza por su escaso peso en las carteras de Europa, a su vez una región estructuralmente infraponderada por los inversores internacionales en un momento en el que el euro está marcadamente infravalorado, podría ser una de las áreas triunfadoras en 2017.