El sector tecnológico ha sido uno de los más rentables en 2017. ¿Se mantendrá la tendencia alcista en 2018? A continuación, Capital Group señala las cinco ideas que se deben tener en cuenta de cara al próximo año, a la hora de invertir en tecnología.
1. Las valoraciones de las empresas tecnológicas están en línea con los fundamentales. Las ganancias registradas por el sector tecnológico en los últimos años han llevado a algunos inversores a plantearse la posibilidad de que se forme una burbuja en el sector. Sin embargo, al fijarse en los beneficios y la capitalización de mercado del sector de la tecnología de la información como porcentaje del índice S&P 500, las valoraciones se sitúan actualmente en línea con los beneficios registrados por las empresas tecnológicas. La gran cantidad de efectivo de sus balances, unas valoraciones más modestas y un entorno de mercado en el que una empresa dominante genera la mayor parte de las ganancias, también indican que el actual periodo alcista podría ser diferente a los anteriores.
2. El nivel de volatilidad se sitúa cerca de sus mínimos históricos. Durante la década de 1990 y principios de la década de 2000, las empresas tecnológicas se caracterizaban por su potencial y su nivel de riesgo. El sector se vio sometido a fuertes oscilaciones de rentabilidad durante dicho periodo, ya que las empresas trataban de crecer al mismo ritmo que los avances tecnológicos y el precio de las acciones de muchas empresas de internet superaba los resultados reales. Hoy en día, el nivel de volatilidad es mucho más bajo. Se ha integrado la tecnología en la vida diaria, lo que ha favorecido que las empresas puedan ofrecer unos resultados más uniformes.
Además, ofrece un gran potencial de crecimiento a las empresas del sector. Durante el pasado año, la volatilidad registrada por el sector tecnológico ha sido comparable a la de sectores más defensivos, como el sector de bienes de consumo básico o el de las eléctricas y el gas.
3. El efecto disruptivo de la tecnología está aún en sus primeras fases. El efecto disruptivo de la tecnología en el sector de ventas al por menor, del que Amazon constituye el principal exponente, ha sido un tema de inversión principal en los últimos años. El analista de inversión en renta variable deCapital Group Will Craig señaló recientemente que el efecto disruptivo de la tecnología aún se encuentra en las primeras etapas de dicha tendencia, apuntando que solo una de cada diez compras se realiza por internet. Las empresas tecnológicas aún cuentan con muchas oportunidades para ofrecer a las empresas de venta por internet los recursos necesarios que les permitan ir ganándole cuota de mercado a las empresas tradicionales.
4. Las empresas de la economía del conocimiento se han convertido en líderes mundiales. Los mercados de renta variable de todo el mundo hanexperimentado un gran cambio. Si echamos la vista atrás 10 o20 años, las mayores empresas del mundo pertenecían a lossectores de la energía, las finanzas y la industria. Los avancestecnológicos han redefinido las fronteras tradicionales, yahora cinco de las diez mayores empresas por capitalizaciónde mercado son empresas tecnológicas. Este tipo deempresas, basadas en el conocimiento, constituyen un buenejemplo de cómo las empresas tecnológicas han conseguidocambiar el panorama de inversión, creando un mercadoverdaderamente global.
5. Las grandes empresas del sector han demostrado su fuerza. Ninguna empresa tecnológica es inmune a la disrupción o a la competencia, pero puede que aquellas empresas que se han visto obligadas a hacer frente a una fuerte competencia estén mejor posicionadas para el largo plazo. Las empresas de mayor tamaño, como Apple, Amazon, Alphabet y Facebook se ven sometidas a una presión constante (presión que, en ocasiones, ejercen unas sobre otras), pero cuentan con negocios sólidos y generadores de efectivo. En conjunto, estas cuatro empresas han duplicado sus ventas durante los últimos cinco años y han registrado un aumento de sus ingresos netos superior al 50%. Los inversores se preguntan cuál va a ser la nueva empresa dominante en el sector de la tecnología, pero mientras tanto las grandes empresas pueden seguir creciendo.