El 96% de las consultas hechas a la Oficina de la Protectora del Inversor de BME en 2021, que atiende a las Bolsas de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, procedió de inversores particulares, un punto porcentual más que hace un año, mientras que un 2% provino de miembros de mercados y entidades financieras y otro 2%, de entidades emisoras.
Por otra parte, se registró un significativo descenso en el número de reclamaciones y en su grado de conflictividad en las cuatro Bolsas.
En lo relativo a la Bolsa de Madrid, el pasado ejercicio se recibieron cerca de 1.600 llamadas telefónicas y más de 500 correos electrónicos, mientras que desapareció prácticamente el correo ordinario como vía para tramitar las quejas y consultas.
El 27% de la información solicitada se centró en la información bursátil y otro 24% sobre hechos relevantes de las compañías cotizadas. El tipo de consultas más numeroso, catalogado como “otros”, supuso el 49% restante. En esta última categoría se reúnen cuestiones como el requisito de contratación mínima por lotes de valores, el coste de las comisiones generadas por valores excluidos de negociación, el coste por administración de warrants, consultas relacionadas con valores que cotizan en otros mercados como AIAF, MEFF o BME Growth, y también dudas sobre plataformas de trading, como consecuencia del auge del interés sobre cómo invertir por parte de los minoristas.
Crece la preocupación por los chiringuitos financieros
En 2021 se detectó un aumento de consultas por parte de inversores que querían confirmar que las entidades a través de las que operan eran entidades autorizadas por la CNMV para prestar servicios de inversión. En algunas ocasiones, estas consultas llegaron después de una mala experiencia anterior con los denominados “chiringuitos financieros”.
También crecieron las consultas sobre cuestiones sobre las que la oficina no es competente, como valores extranjeros negociados en mercados internacionales, valores en divisa, criptomonedas o productos apalancados ajenos al mercado español, como los CFD.
Entre otros temas, los inversores también preguntaron sobre los warrants, ampliaciones de capital o situación financiera de alguna compañía.
En la Bolsa de Madrid, el 50% de los expedientes de quejas o reclamaciones se solventó con consultas contenciosas, en las que la discrepancia se resuelve al facilitar la información correspondiente, mientras que el 50% restante se refirió a cuestiones sobre las que la Oficina de la Protectora del Inversor no es competente.
El informe anual también incluye detalles sobre otras actividades de la Oficina de la Protectora del Inversor este año. Por ejemplo, la participación en los cursos formativos que Instituto BME organiza para el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para informar a jueces y magistrados de la existencia de esta figura y la fuente de información que puede suponer para conocer la operativa bursátil de determinadas reclamaciones que lleguen a los tribunales. Por otro lado, la Oficina ha mantenido reuniones con asociaciones de consumidores y usuarios financieros para compartir inquietudes del inversor y otras entidades relacionadas con servicios de inversión.
Recomendaciones de BME
Entre las recomendaciones recogidas en el informe se hace hincapié en las emisiones excluidas de cotización, sobre todo en el caso de que se hallen en situación de inactividad. En este caso, se recomienda que las entidades participantes en Iberclear agilicen la activación del procedimiento de renuncia voluntario, para que los inversores particulares no tengan que soportar el coste derivado del mantenimiento del registro de los valores.
En la parte correspondiente a las entidades, en línea con la CNMV, se considera “buena práctica que la entidad no repercuta al cliente comisiones de custodia en caso de que los valores depositados estén excluidos de cotización y resulten improductivos”.
“La Oficina de la Protectora del Inversor sigue siendo una vía eficaz y segura para que toda aquella persona interesada obtenga información y resuelva dudas sobre la ejecución de operaciones bursátiles. Estamos trabajando para agilizar aún más la atención de estas consultas por medios digitales, para seguir siendo percibidos por los inversores como una figura ágil y eficaz con la que el inversor pueda contactar en cualquier circunstancia y mediante cualquier canal”, señala Gloria Martínez-Picazo, Protectora del Inversor de BME.