El segundo trimestre del año arranca con los analistas mirando hacia China. Los expertos esperan que el país viva un fuerte rebote en 2023, liderado por el consumo y los servicios, similar al que vivieron otras economías tras el fin de las restricciones ligadas al COVID-19. Su PIB se aceleró al 4,5% anual entre enero y marzo, con lo que la economía China va camino de cumplir su objetivo oficial de crecimiento del 5%. Según los expertos, la vuelta de China a crecimientos impensables para occidente es una buena noticia que dará impulso a las empresas a nivel global a lo largo del año.
“Por primera vez en tres años, la población china vuelve a tener la oportunidad de viajar al extranjero. Durante la pandemia, la tasa de ahorro del país ha aumentado considerablemente y esperamos que se haya acumulado una gran demanda reprimida de viajes y gasto en artículos de lujo. Es probable que los turistas chinos vuelvan a acudir en masa a Zúrich, Lucerna o Ginebra en breve. El récord de actividad de viajes chinos de 2019 podría superarse significativamente en 2024. También es probable que aumente la participación de los chinos en el gasto mundial en artículos de lujo”, apunta Frank Schwarz, gestor de carteras en MainFirst Asset Management, sobre sus expectativas.
Los viajes y el lujo solo son dos ejemplos de dónde esperan los expertos que se refleje la recuperación china, creando oportunidades de inversión. “El hecho es que la innovación y el retorno de la globalización impulsarán el crecimiento no sólo en Asia, sino también a escala mundial en los próximos años. Las señales son buenas para que los inversores inviertan en empresas asiáticas. Sin embargo, el requisito previo para obtener beneficios es el know-how local, indispensable para la selección y el examen de los valores”, añade Schwarz.
Coincidiendo con esta visión, Christoph Siepmann, economista senior en Generali Investments, apunta que el consumo privado será el principal motor de recuperación de China. Según señala en su último análisis, los datos sugieren que la demanda de los consumidores se está recuperando, especialmente en los sectores de servicios, ya que antes se veían desproporcionadamente afectados. Por lo tanto considera que, de cara al futuro, la recuperación del consumo se verá apoyada por una demanda reprimida.
“El saldo de los depósitos ha aumentado significativamente, estimándose entre el 5% y el 10% del PIB, aunque este aumento también es el resultado de la caída de la compra de inmuebles, la voluntad de reembolsar las hipotecas antes de tiempo, el ahorro por precaución, así como una reducción del uso de productos de gestión de patrimonios. Sin embargo, esperamos que el consumo privado sea el principal motor de la recuperación, aunque no tan fuerte como en otros países, ya que China no apoyó a los hogares mediante transferencias adicionales. Esto también sugiere que el aumento de la inflación de los precios al consumo seguirá siendo más limitado. Esperamos un aumento hacia el 3% interanual a finales de año, desde las últimas lecturas del 1,2% interanual de la tasa de inflación general (1% interanual de la inflación subyacente)”, argumenta Siepmann.
La baza de la sostenibilidad
Además del consumo, Álvaro Antón, Country Head de abrdn para Iberia, apunta otro factor que ayudará a China en su recuperación y que también será una oportunidad de inversión: la revolución verde que quiere abordar el país. “El Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional afirma que los esfuerzos de descarbonización de China requerirán unos 21,3 billones de dólares en inversiones para 2060. Alcanzar el objetivo también necesitará ingenio, coordinación e impulso en todos los sectores. Dicho esto, hay indicios claros de que China está a la altura de las circunstancias”, afirma Antón.
Ahora bien, ¿cómo se traducen a la práctica sus buenas intenciones? En este sentido, el responsable de abrdn apunta: “Cuando imaginamos el mundo ecológico del mañana, vemos elegantes vehículos eléctricos y campos de relucientes paneles solares. Lo que no solemos tener en cuenta es la tecnología menos glamurosa, pero no menos importante, que hace posible estas innovaciones. Dentro de este ecosistema de apoyo, hay una serie de atractivos valores de mediana capitalización que dominan sus respectivos nichos. Creemos que deberían crecer en importancia a medida que los líderes de la industria verde que confían en sus productos se conviertan en nombres conocidos”.
En este sentido, Antón recuerda que China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, por lo que alcanzar la neutralidad de carbono en 2060 no será fácil. “El país está invirtiendo mucho en áreas como la energía solar, eólica y las baterías. Como resultado, muchas empresas chinas están a la cabeza de las tecnologías del mañana. Para los inversores con acceso a los recursos necesarios sobre el terreno y a los conocimientos locales, creemos que el impulso ecológico de China representa una oportunidad significativa”, afirma.
Según Jack Lee, gestor de acciones China A-shares de Schroders, otra oportunidad de inversión está en la cadena de suministro de vehículos eléctricos. «A medida que los efectos del cambio climático se hacen más evidentes, la lucha contra las emisiones de carbono adquiere cada vez más importancia en los países de todo el mundo. La necesidad de cambiar a los vehículos eléctricos es un aspecto de este proceso, y un área en la que creemos que China ofrece una exposición especialmente interesante para los inversores. China es líder mundial en el suministro de la cadena logística de los vehículos eléctricos, así como en la demanda de vehículos acabados. Un asombroso 57% de todos los vehículos eléctricos vendidos en el mundo en 2022 se vendieron en China», explica. Teniendo esto en cuenta, Lee destaca que, dentro de la cadena de suministro de vehículos eléctricos, hay una serie de empresas que están construyendo posiciones de liderazgo en sus respectivos nichos.
Aprovechar el impulso de China
Para Diogo Gomes, senior CRM de UBS AM Iberia, está claro que el crecimiento de China ha vuelto a pisar el acelerador y el resto de los mercados globales han reaccionado con entusiasmo. Desde UBS AM creen que 2023 marcará el retorno del liderazgo del gigante asiático y han detectado una serie de factores que consolidan el argumento para invertir en acciones chinas.
En primer lugar, Gomes señala que muchos de los objetivos a largo plazo marcados por el gobierno de Xi Jinping están relacionados con la tecnología y la innovación, por lo que serán sectores catalizadores de un cambio positivo para la economía del país. En segundo lugar, apunta que “una recuperación rápida del mercado inmobiliario chino y políticas favorables para el sector de las plataformas de internet podrían impulsar la rentabilidad del mercado”. Y, por último, considera que las nuevas políticas para estimular la confianza de los inversores y empresarios deberían ofrecer más oportunidades alcistas para los inversores de acciones chinas.
No obstante, advierte: “Los inversores no deben perder de vista las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos, ya que seguirán siendo un factor de volatilidad para el mercado. En general, aunque esperamos que la rivalidad entre ambas potencias continúe, mantenemos nuestra opinión de que una desconexión total entre ambos países es muy poco probable, dado que China ya se encuentra estrechamente integrada en los mercados globales”.
En el ámbito nacional, desde UBS AM creen que se ha superado el punto álgido de la intensificación de la legislación. “Esperamos ver un entorno político más favorable. No se trata necesariamente de una vuelta atrás de la regulación, sino de una relajación razonable. Por ejemplo, es probable que el Gobierno apoye el desarrollo sostenible de las empresas de plataformas en línea”, afirma Gomes.
Este compendio de aspectos, hace que UBS AM afirme que China sigue siendo un terreno fértil que marcará las carteras de los inversores por sus atractivas oportunidades a largo plazo. “En este entorno, desde UBS AM consideramos que la mejor manera de tener exposición a esta región es a través de la gestión activa por un equipo local con amplio expertise y profundo conocimiento de las singularidades de este mercado”, concluye Gomes.
Por último, David Rees, economista senior mercados emergentes de Schroders, advierte de que es probable que la recuperación se desvanezca en 2024. «Nuestra previsión de referencia para China asume ahora tres trimestres consecutivos de crecimiento por encima de la tendencia a partir del primer trimestre de 2023, con un sesgo hacia los servicios. Desde Schroders, creemos que esto elevará el crecimiento del PIB desde nuestra anterior previsión del 5% hasta alrededor del 6,2% en 2023. Sin embargo, el «subidón» probablemente se desvanecerá a medida que se agote la demanda reprimida, se gaste el ahorro y las fuerzas cíclicas se vuelvan menos favorables. Creemos que el crecimiento del PIB volverá al 4,5% en 2024″, afirma Rees.