La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de retirar a su país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP, por sus siglas en inglés) para pasar a negociar acuerdos comerciales individuales podría ampliar significativamente la influencia de China en los próximos años si el resto de los integrantes del TTP decide apoyarse en la segunda economía más grande del mundo para salvar el acuerdo.
Así lo cree Rob Simpson, gestor de deuda de mercados emergentes en Insight, parte de BNY Mellon, que recuerda que los líderes del resto de países se han comprometido a seguir adelante con la iniciativa, lo que podría allanar el camino para un nuevo acuerdo regional en Asia, estructurado en torno a China.
De hecho, las economías del sureste asiático ya se están reorientando hacia el acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés), que cuenta con el apoyo de Pekín y supone un paso más hacia la integración económica de la región asiática.
“Hay quien afirma que la postura estadounidense con respecto al TTP beneficiará a la economía china, pero existen otras cuestiones que podrían condicionar el éxito económico del gigante asiático, como las nuevas normas que imponga la administración Trump con respecto a los acuerdos de comercio internacional”, explica Simpson.
Asuntos domésticos
El gestor de Insight, parte de BNY Mellon, estima que pese a que desde hace tiempo se ha venido primando la estabilidad económica, China podría verse forzada a defenderse si la política comercial estadounidense le resulta desfavorable, por lo que las prioridades del país podrían verse cada vez más condicionadas por factores externos.
Mientras las políticas comerciales de Trump van ganando claridad, el presidente chino Xi Jinping debe centrarse en la agenda política nacional antes de la renovación de los órganos de liderazgo del partido que tendrá lugar dentro de unos meses. “Mantener la estabilidad económica hasta entonces resultará clave en este sentido”, apunta Simpson.