El comienzo de 2017 ha sido muy distinto al de 2016, al menos en lo que respecta a la evolución del gigante asiático. Digerida ya la ralentización de su economía y, sobre todo, su rotación hacia la demanda interna y el sector servicios, los temores se centran en su elevado endeudamiento corporativo.
En opinión de Dale Nicholl, gestor de Fidelity Funds Pacific Fund, «cuando hablo con las empresas chinas, el resultado de las elecciones estadounidenses no es un factor de primer orden, debido en parte a la falta de certezas en torno a las políticas de Trump, pero también porque las empresas siguen centrándose en las considerables oportunidades de crecimiento interno que tienen ante sí”.
El gestor sigue apostando por empresas que van a beneficiarse del crecimiento y desarrollo del consumo interno en contraposición a los mercados internacionales, cuyo acceso podría entorpecerse. “Muchas categorías de productos y servicios de consumo de China siguen mostrando bajas tasas de penetración comparado con otros países y sigue habiendo un importante potencial de crecimiento en empresas relacionadas con el consumo y los cambios en los patrones de consumo de la población”, explica Nicholl.
En su opinión, el mayor riesgo en China sigue siendo el crecimiento del crédito, y aunque hemos visto señales de desaceleración, especialmente en la denominada “banca informal”, cree que se necesitan más avances.
Reforma de las empresas estatales: ¿de las palabras a la realidad?
En el plano de la política interna, una cuestión sobre la que probablemente oiremos hablar más durante el Año del Gallo son los cinco años de mandato del presidente Xi y los posibles cambios en el poderoso Comité Permanente. Retrospectivamente, se aprecian progresos en la lucha contra la corrupción y el aumento de la riqueza, mientras que en los mercados financieros hemos asistido a la implantación de Stock Connect, al desarrollo del mercado interno de bonos y a la inclusión del yuan en la cesta de DEG del FMI, formada por las principales monedas internacionales.
En el plano negativo tenemos una de las mayores decepciones que ha deparado la presidencia del Xi, la falta de reformas en el sector de las empresas estatales, aunque parece que la situación está cambiando. “El renovado interés por luchar contra las ineficiencias en esta área me ha llevado a elevar recientemente la exposición del fondo a las empresas estatales”, confirma Nicholl.
Aunque su cartera sigue muy enfocada en las empresas privadas que se beneficiarán de los nuevos vectores de crecimiento del consumo en China, China Petroleum & Chemical es una posición importante en el área de las empresas estatales. Recientemente anunció que estaba estudiando la posibilidad de escindir y sacar a bolsa su negocio de comercios en gasolineras y tiendas de conveniencia, lo que debería ser positivo para materializar su valor.
Asimismo, cree que otras empresas estatales podrían beneficiarse de los cambios en el marco normativo, especialmente en relación con los precios en áreas como el transporte. Nichol apunta que sus posiciones en ferrocarriles “son fruto de mi mayor confianza en que se producirán incrementos de las tarifas. Por otro lado, también han aparecido señales positivas de reformas en el plano de la oferta en algunos sectores de la vieja economía, lo que se refleja en el descenso de la producción de acero y carbón”.
Oportunidades no cotizadas
El gestor de Fidelity también invierte parte de los activos que gestiona en títulos no cotizados como por ejemplo Yiguo, una empresa pionera y líder en el comercio electrónico de productos frescos que pretende crear una plataforma “del campo a la mesa”. Se trata del operador exclusivo del segmento de productos frescos del negocio T-Mall Supermarket de Alibaba, y tanto ésta como su equipo directivo son inversores estratégicos en la compañía. “Se trata de un área relativamente poco desarrollada en China pero, al igual que otros “nuevos” sectores relacionados con el consumo, ofrece un enorme potencial de crecimiento. En este caso, se beneficia del hecho de que los consumidores se preocupan más por la salud y, al mismo tiempo, demandan más comodidad».