La puesta en marcha del sistema Bond Connect entre Shanghai y Hong Kong es uno de los pasos más importantes en el proceso de internacionalización del mercado financiero de China de los últimos tiempos. Su puesta en marcha conectará el mercado de bonos del gigante asiático –valorado en 9 billones de dólares– con los inversores extranjeros ya que permitirá que el capital de China continental viaje hacia el sur, es decir hacia Hong Kong.
El mercado continental de deuda ha alcanzado los 67,6 billones de renminbis (unos 8,7 billones de euros) y es el tercer mayor mercado en el mundo. “Si mantiene su tasa de crecimiento de los últimos cinco años –un 23,8% anual–, en otros cinco años podría alcanzar un tamaño de 200 billones de renminbis (unos 25,8 billones de euros), siendo capaz de hacer frente a las necesidades de los inversores internacionales”, explica el equipo de Fullgoal AM, la gestora china representada en España por Selinca AV.
Actualmente la participación de los inversores internacionales en el mercado chino de deuda es inferior al 4%. “El lanzamiento de este esquema viene a coincidir con un largo período de ajuste sustancial del mercado tras el que parece que el mercado y la curva de tipos presentan un valor interesante”, añade Fullgoal AM.
La primera consecuencia de este avance es que proporcionará mayores volúmenes de negociación, lo que a su vez debería aumentar la liquidez tanto en los bonos como en la moneda, afirma Carl Shepherd, gestor de renta fija de Newton, parte de BNY Mellon IM.
Ventajas
El gestor estima que los inversores internacionales pueden esperar a partir de ahora una mayor transparencia del mercado chino y de su presentación de datos. De no ser así, dice Shepherd, esto debería traducirse en picos de rentabilidad o salidas significativas de capital.
“Bond Connect tendrá algunas ventajas operacionales frente a la inversión directa en China continental en el sentido de que no requerirá que el inversor tenga cuentas o custodios locales ni que esté sujeto a cuotas o a revelar de antemano cuánto planea invertir”, añade Claudia Calich, gestora del fondo Emerging Markets Bond de M&G.
Para Calich, es probable que los inversores internacionales opten por aventurarse inicialmente en la deuda del Estado frente a la de las empresas estatales (SOEs) o los bonos corporativos, dadas las valoraciones, la liquidez y el hecho de que este es todavía un mercado incipiente.
“Por ahora las calificaciones no serán un factor clave para la inversión, sino más bien la visión sobre cómo puede evolucionar el renminbi, los flujos de capital hacia y desde China, la política monetaria y el potencial de inclusión de bonos del gobierno en los principales índices de bonos globales», apunta.