Un sinuoso camino ha recorrido Chile desde que las protestas sociales de finales de 2019 derivaron en un proceso constituyente. En el último hito, la elección de los miembros del Consejo Constitucional que redactará un borrador constitucional, fue la derecha dura la que se impuso con fuerza. Un escenario que, si bien se espera que sea recibido positivamente por los mercados, señalan actores locales, no despeja por completo la incertidumbre en el proceso.
El factor clave, para los inversionistas, es que, a diferencia de la elección de la Asamblea Constituyente –que se inclinó mayoritariamente a la izquierda–, los partidos de centro-derecha controlan casi dos tercios de los escaños. De los 51 miembros de la instancia, 23 son del Partido Republicano y 11 son del pacto político Chile Seguro, compuesto por los partidos de centro-derecha.
Esto, explican desde Zurich, “les entregaría un poder de veto a cambios radicales a la institucionalidad vigente, lo que junto con los 12 bordes acordados (una lista de 12 bases constitucionales que deben estar presentes en el borrador), reducen el riesgo, lo que podría impactar positivamente a los activos locales”.
En las primeras horas de la jornada bursátil, los precios dieron cuenta de un mayor optimismo. El tipo de cambio partió el día con una baja de 5 pesos chilenos por dólar, aunque luego se recuperó hasta cerrar la jornada con una subida de 2 pesos, ubicándose en torno a 796 pesos por dólar. La bolsa en cambio, logró mantener el impulso durante el día, con el benchmark accionario S&P IPSA apreciándose en 2,3% al cierre de esta nota.
Expectativa de moderación
¿Por qué el resultado del domingo pinta un buen panorama para los activos locales? Según actores del mercado, la expectativa es que el escenario actual reduzca el riesgo de cambios radicales.
Desde JPMorgan, destacan que “el control de la derecha, si se gestiona bien, podría permitirle al país avanzar con una constitución minimalista, lo que sería positivo para el capex”. En un reporte firmado por el economista jefe para el Cono Sur de la firma, Diego Pereira, explicaron que –si es que no hay más sorpresas– su escenario base es que un diseño más minimalista de la constitución le permitiría a la propuesta para ser aprobada en el plebiscito de salida.
Por su parte, desde Fynsa destacan que esto viene después de un período en que la incertidumbre económica en el país ha ido decantando desde que se rechazó el proyecto constitucional anterior, en septiembre de 2022. Esto, sumado a un nuevo acuerdos con “bastantes garantías” y otros factores no relacionados con el proceso, ha impulsado una baja en la prima por riesgo, apreciación de la moneda local y recuperaciones en la bolsa, indicaron en un comentario de mercado.
Además, se espera que esta votación genere también un efecto de moderación en la agenda del gobierno, liderado por el presidente Gabriel Boric. “El amplio triunfo de la oposición presionaría al oficialismo a ajustar sus expectativas respecto a las grandes reformas que quiere impulsar, generando una mayor certidumbre sobre el escenario económico de corto plazo”, indica Ariel Nachari, estratega senior de Inversiones SURA.
Incertidumbre
Que la ansiedad de los inversionistas en torno al proceso constituyente chileno se haya calmado con el pasar de los meses no significa que las preocupaciones se terminaron. Los agentes de la industria local aseguran que los espacios de incertidumbre persisten.
“Un resultado de esta magnitud podría generar un efecto distinto en el mediano plazo, dado que nuevamente habrá sectores políticos relevantes del país que no se sentirán completamente representados en el texto, reduciendo la probabilidad de aprobación en el plebiscito de salida el 17 de diciembre”, señala Aldo Morales, subgerente de estudios de renta variable local de BICE Inversiones.
Desde Credicorp Capital concuerdan con el diagnóstico. “La disposición de la coalición de derecha a negociar con la izquierda podría tener un impacto significativo en la probabilidad de rechazo en el referéndum”, señala Samuel Carrasco, economista jefe para Chile de la firma, considerando que “la población podría percibir una constitución redactada únicamente por partidos de derecha como parcial”.
En ese sentido, el economista advierte que el alto números de votos nulos –que alcanzaron un 17% de las papeletas emitidas– podría ser “una señal temprana de que una parte de la población no está satisfecha con la forma en que se lleva a cabo este nuevo proceso”.
Balance de fuerzas
Pese a su mayoría en el Consejo, Morales destaca que el Partido Republicano tendrá una “enorme responsabilidad de conducir el proceso y no caer en los errores del proceso anterior”, con el objetivo de convencer a la mayoría del electorado de aquí a los comicios de 17 de diciembre.
Por el otro lado, está la oposición. El pacto Unidad para Chile, que agrupó a distintos partidos del Frente Amplio, el Partido Comunista y el Partido Socialista, consiguió cerca del 29% de los votos. Con esto, consiguieron 16 de los escaños de la instancia constituyente.
Esta fuerza política también jugará un rol relevante en el proceso. “Quedará por ver el rol que jugará la oposición en el Consejo Constitucional, ya que tendrá una injerencia importante en las normas a aprobarse y necesitará adoptar un tono dialogante para que todas las fuerzas políticas se vean representadas en el nuevo texto, y así no poner en juego la aprobación del proyecto en diciembre de este año”, explica Nachari, de Inversiones SURA.
Este balance de fuerzas será clave para conseguir un texto que logre convencer a la mayoría de un electorado chileno heterogéneo que mira con urgencia materias de costo de vida, seguridad pública, pensiones y salud, entre otras demandas sociales.
Desde JPMorgan, Pereira advierte que “la conducta de péndulo de los votantes chilenos, observada en los últimos cinco años, también debería servir como señal de advertencia, en el sentido de la necesidad institucional de zanjar el debate constitucional y permitir que la incertidumbre de mediano y largo plazo disminuya”.