La noticia más relevante desde la última Reunión de Política Monetaria es que el índice de precios a los consumidores (IPC) tuvo una nula variación en agosto, lo que se traduce en un 3,4% medido año a año, ratificando la vuelta de esta variable al rango meta del Banco Central de Chile. En cuanto a la evolución de precios, la inflación anual por parte de los bienes del IPC sin alimentos y energía (IPCSAE) es la que más ha bajado (3,2% a/a en agosto versus 3,7% en julio), en línea con un tipo de cambio estable. Por su parte, el componente servicios también redujo su expansión anual, pero en menor magnitud (4,3% a/a en agosto versus 4,5% a/a en julio).
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de julio se expandió 0,5% a/a, por bajo las expectativas de mercado. El bajo dinamismo fue explicado por un sector minero que experimentó una caída de 3,1% a/a, mientras que el resto de la economía solo creció 0,8% a/a, donde fue determinante el bajo dinamismo del sector industrial. En lo que se refiere a la demanda interna, por el lado del consumo, los indicadores desestacionalizados muestran una evolución estable y las bajas expectativas y deterioro del mercado laboral no anticipan un mayor dinamismo. La inversión muestra un panorama similar: si bien los bienes de capital exhiben alzas, corregidos por estacionalidad y descontado los componentes más volátiles dan cuenta de caídas, además, al igual que el consumo, sus fundamentos siguen débiles.
El sector externo sigue influenciado por cuáles serán los próximos movimientos de la Reserva Federal en cuanto a la normalización de su política monetaria, donde algunos agentes no descartan novedades durante la próxima reunión de septiembre. Lo anterior se diferencia de las políticas monetarias expansivas que se espera sigan otras economías desarrolladas, como Japón, la Eurozona y Reino Unido. Con todo, las condiciones financieras para las economías emergentes siguen siendo más favorables a las que se anticipaban algunos meses atrás. En cuanto a China, los últimos datos muestran una economía que sigue moderando su dinamismo de manera gradual.